28 » Apr 2024
Diario Río Negro
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Sofía Sandoval
Editora Responsable
 
  25 » Feb 2009
Llegar
 
A veces se llega a un lugar conocido, y otras a un espacio completamente nuevo. Hay estudiantes que pisan por primera vez el suelo donde planean vivir por cinco años recién el día de la inscripción. Para otros, el lugar es familiar porque allí ya vivían sus hermanos o parientes, o porque habían ido de visita.
De todas formas, el espacio aún no es de ellos. Todavía no conocen las veredas que van a caminar todos los días, no se acostumbran a subirse a un colectivo, a usar los semáforos peatonales, al ruido de los bocinazos y las frenadas de los micros. Hay cosas que no tenían sentido en Río Negro: ni en Roca, ni en Bariloche ni en Choele Choel se puede entender el significado de contaminación acústica o la lucecita que ayuda al peatón a cruzar una avenida sin morir en el intento.
Una frase popular declara que lo que mata es la humedad. Y en La Plata se comprende. El clima de la región metropolitana es muy distinto al patagónico. Las temperaturas no son tan bajas, pero la humedad cumple a rajatablas su función de resaltar los peores defectos de cada tipo de clima. En verano, hace que el calor te aplaste contra el suelo, que te duela la cabeza y no puedas parar de transpirar. En invierno, obliga al frío a penetrar cualquier abrigo y llegar hasta lo huesos.
“Si te acostumbrás al clima y al agua, no vas a tener ningún problema”, dicen los que pretenden saber mucho de adaptación y quieren ofrecer un poco de ánimo. A veces están haciendo todo lo contrario a un favor, porque el estudiante sabe que la humedad es insoportable. Se acuerda de la niebla de las mañanas, de esa llovizna imperceptible pero constante que, cuando hace frío, parece estar cortándote la cara. Y el agua es horrible. Hay que hervirla o ponerle jugo.
Pero la humedad y el agua son sólo pequeños problemas, que no logran opacar la aventura que presenta una gran ciudad. El movimiento, los edificios, el tránsito y la multiplicidad permanente de ofertas. Siempre hay algo para hacer y siempre hay gente haciendo algo.
La Plata, además, recibe a los estudiantes con los brazos abiertos. Desde la Universidad Nacional de La Plata estiman que hay cerca de 100 mil jóvenes cursando sus más de 100 carreras universitarias. La ciudad tiene 600.000 habitantes, lo que significa que un sexto de la población son alumnos de esa casa de estudios. La mayoría viene del interior de la provincia de Buenos Aires, pero también hay muchos de otras provincias.
Es una ciudad llena de plazas, donde la juventud parece ser la principal protagonista. La pasividad de las localidades rionegrinas se cambia por el dinamismo de la capital de una de las provincias más importantes del país. Un lugar que te recibe con entusiasmo y con una imponente Catedral, que te deja boquiabierto. No es casual que el lema de La Plata sea “ciudad de todos”.
Por eso, un tiempo después de haber llegado empiezan a surgir las amistades y las propuestas, y se le empieza a tomar cariño a la ciudad. La humedad se hace fácil de soportar, el agua no parece tener un gusto tan feo. Es fácil sentirla propia, a los graffitties rojos y azules que buscan marcar territorio pincha o lobo, respectivamente, en todas las calles de la ciudad; a los misteriosos mitos de la calle 52; a los colectivos de colores; al pasaje Dardo Rocha; a las fiestas de facultades; a los amigos.
Llegar es duro. Duele mucho, sí, pero también enseña. Mudarse a una ciudad nueva, mudarse solo, lejos de la familia y de las cosas con las que se convive siempre, cuesta. Pero también se trata de un desafío interesante, que permite al aventurero ganar madurez, responsabilidad, definir su identidad, crecer, volar.
 
Categoría : Primera Persona | Comentarios[6]
 
  20 » Feb 2009
Conocer para elegir
 
Más allá de las posibles variaciones, la mayoría de los adolescentes elegimos nuestra carrera universitaria cuando tenemos 17 o 18 años. ¡Tamaña responsabilidad para alguien que tiene más presente la diversión y la amistad que sus anhelos para el futuro! Uno llega a la universidad con miedo a haberse equivocado, y se pregunta si lo que eligió es realmente lo suyo, mientras observa a otros arrepentirse al inicio o la mitad del camino.
Es claro que a los 17 años no sabemos a ciencia cierta a qué queremos dedicarnos por el resto de nuestras vidas. Porque para entender qué queremos es necesario saber antes quiénes somos. Conocerse es una herramienta fundamental para poder elegir qué es lo mejor para nosotros mismos. Es un buen ejercicio preguntarse si preferimos las actividades tranquilas o las que salen de la rutina, si nos importa más el prestigio, el dinero o las ganas de servir a los demás, si somos mejores para los números, las relaciones interpersonales o la vida al aire libre, y demás.
Otro desafío que se nos presenta es la oferta de carreras universitarias, que aumenta año a año. La Universidad Nacional de La Plata tiene más de 130 estudios de grado, la Universidad de Buenos Aires cuenta con 108 carreras y la Universidad Nacional de Córdoba ofrece 90 títulos. A eso hay que sumarle las decenas de casas de estudios superiores en diversos puntos del país, y los centenares de institutos terciarios que ofrecen otras opciones. Ante esta abundante oferta, nuestra decisión se torna más difícil: la elección ya no se basa en optar por dos o tres profesiones sino en elegir sobre miles de alternativas.
Tampoco es cuestión de abrumarse. Lo positivo es que cada vez se vuelve más accesible la posibilidad de estudiar y de elegir lo que nos gusta. Aunque nos equivoquemos, es importante tomar una decisión pensada y no optar en forma espontánea por la primera alternativa que se nos presente. A pesar de que muchos profesionales trabajan de otra cosa, en general la carrera que estudiemos va a determinar nuestra actividad laboral en el futuro, y es por eso que la decisión debe ser tomada con la seriedad y la responsabilidad que merece.
Para elegir es necesario conocer. Por eso es recomendable solicitar orientación vocacional a profesionales o encaminarnos nosotros en un proceso de autodescubrimiento y, al mismo tiempo, informarnos concienzudamente sobre todas las opciones que tenemos a nuestro alcance.
 
Categoría : Varios | Comentarios[11]
 
  20 » Feb 2009
¡Bienvenidos!
  Bienvenidos a Lejos del nido. Este blog está dedicado tanto a los estudiantes que viven en la región metropolitana como a los chicos de la secundaria que planean empezar una carrera universitaria en La Plata o Buenos Aires. También se escribe para todos aquellos que se sientan vinculados, de una forma u otra, con la vida universitaria en cualquier lugar. Para sus familias y para las personas a quienes les interese todo lo que conlleva irse fuera de casa.
Lejos del nido habla de las ilusiones, los duros procesos de adaptación, la flamante independencia, los nuevos amigos, la añoranza y la vida de los chicos que dejan las localidades de Río Negro para aterrizar en otras ciudades argentinas. Además de un cúmulo de experiencias, el blog intentará ofrecer datos útiles para todo aquel que tenga en mente irse a estudiar afuera.
Con sus ventajas y sus obstáculos, el blog pretende ofrecer una visión lo más completa posible del significado de estudiar afuera, una práctica muy común para los jóvenes rionegrinos y que no es muy abordada en otros espacios.

Esperamos sus comentarios!
 
Categoría : Varios | Comentarios[13]
 
 
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