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Natalia Cerezuela es alegre, enérgica y espontánea. El mundo parece sonreírle siempre a su pelo rubio, y la vibrante mirada de sus ojos oscuros nunca deja de comunicar optimismo y ganas de vivir. Hace ya tres años que decidió volar lejos. Dejó a su familia y amigos en General Roca para embarcarse en la aventura de estudiar en Córdoba.
Natalia tiene veinte años y cada cosa que emprende parece ser su máxima prioridad, porque todo queda marcado con la huella de su pasión y su entusiasmo. Esa voluntad le sirvió también para que sus estudios de escribanía en la Universidad Católica de Córdoba siguieran con viento a favor. Más allá de los bajones, las dudas y las inseguridades, el relato de Natalia nunca se aleja del optimismo que la caracteriza.
LDN: ¿Cómo elegiste la carrera?
NC: La elegí porque no habían muchas cosas que me llamaran la atención. Preferí ésta porque, sobre todo, no tenía ciencias exactas.
LDN: ¿Y el lugar?
NC: Elegí Córdoba porque desde chiquita que viajo mucho acá. Es una ciudad alucinante en cuanto a la cantidad de jóvenes que hay. Nunca quise quedarme en Roca, por más que tenga la carrera allá, porque me parecía que no iba a progresar tanto como persona. Necesitaba cambiar de aire.
LDN: ¿Fue buena tu experiencia?
NC: Si, estoy feliz de estar acá. Fue la mejor decisión que podría haber tomado. Te hace crecer mucho como persona. Creo que ésta es la mejor etapa de la vida.
LDN: ¿Tuviste inconvenientes?
NC:Dejé la carrera en un momento porque sentía que no era lo mío y a veces la facultad es cansadora, porque curso todos los días. Pero nunca quise irme de Córboba ni perder a toda la gente que conocí.
LDN: ¿Cómo te adaptaste?
NC:Me adapté desde el primer día. Haber vivido en una residencia me ayudó mucho porque conocí a mujeres que hoy son mis hermanas; están en las buenas y en las malas y son un sostén en el cambio tan grande que uno realiza.
LDN:¿Recomendarías la experiencia de estudiar en Córdoba?
NC: ¡Sí! Vivir en una ciudad de estudiantes es genial, porque es grande pero tranquila. Aprendés a desenvolverte en todos los ámbitos y, aunque seas chico, tenés responsabilidades de adulto que no tendrías si te quedaras viviendo en tu casa. Además, los cordobeses son muy amistosos y los que vienen de afuera siempre buscan hacerse amigos.
LDN: ¿Volverías a Gral. Roca cuando termines?
NC:Siempre dije que sí, pero hoy no sé. No es algo que esté dentro de mis preocupaciones.
LDN: ¿Qué les aconsejarías a los próximos estudiantes?
NC: Que se arriesguen a estudiar afuera. Es divertido y una experiencia única. Conocés personas que son increíbles y que te van a acompañar toda la vida. Irte lejos de casa te abre la mente y te enseña a vivir la vida de otro modo, a encarar los problemas desde otra óptica. |
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