|
Para continuar con el tema tratado en la entrada anterior, les cuento una situación que experimenté al regresar a La Plata después de Semana Santa. Como no había muchas empresas de transporte con disponibilidad horaria en sus pasajes, decidí comprar el mío en Vía Bariloche.
Esta compañía declara hacer el descuento del 20% a los estudiantes, pero sólo en sus servicios de El Valle, Vía Tac y demás líneas agregadas a Vía Bariloche. Como la línea original de la empresa tiene un servicio ejecutivo, no la ofrecen con la descuento al no considerarla una oferta que elijan los estudiantes.
Mi viaje era en uno de los colectivos de El Valle, por lo que me correspondía el descuento estudiantil. De todas formas, la empleada del lugar me aclaró que sólo realizan cinco rebajas por cada unidad y, como en esa ya habían comprado pasajes cinco estudiantes, yo no tenía derecho a la bonificación. Por supuesto que no había forma de demostrar que, efectivamente, otros cinco universitarios viajarían en ese micro. Por lo tanto, la empresa puede utilizar esta excusa para promocionarse como una compañía que cumple con la regulación sin hacer ningún descuento real.
Como ya expuse en la entrada anterior, el descuento estudiantil no se trata de una promoción que las empresas de transporte de larga distancia puedan hacer como una estrategia de mercado. Por el contrario, es un derecho de los estudiantes dispuesto por una resolución que tiene como objetivo promover el acceso de todos a la educación superior, ya que genera una facilidad que aliviana los costos de la vida universitaria. |
|