Nos llegó la invitación para ver este video y queremos compartirlo con ustedes. Es de una organización francesa llamada Sidaction. En el mundo cada 10 segundos muere una persona por causa del SIDA. El tiempo pasa.
El spot fue creado por Dimitri Daniloff y producido por la Casa Productora Marcassin para Leo Burnett Francia. La coreografía es de Annie Vigier y ejecutado por la Compañía de danza Les gens d'Uterpan.
Hacé clic. Es cortito, dura 38 segundos pero te va a dejar pensando un rato más. Esa es la idea.
Cuando ayer llegué a casa levanté pilas de publicidad que llega a domicilio y que siempre tiro a la basura antes de mirar o nunca miro más que en el baño. Mientras esperaba que estuviera lista el agua para el mate me puse a mirar el catálogo en el que una empresa de electrodomésticos sugiere regalos para el 19 de octubre día de la madre. Lo mire, lo mire y lo volvi a mirar.
En cuatro páginas tamaño tabloide, presenta casi 100 productos agrupados en seis tipos de madre que serían representativos de todo el universo maternal y que, por lo que hacen, les interesaría alguno de esos productos. Me llamó la atención la categorización en mayúsculas y sobre fondo rojo que plantean. ¿Por qué hacen esto? La idea es que vos como futuro o posible consumidor identifiques a cuál de esas categorías pertenece tu madre y ellos te sugieren un espectro de regalos a elegir para que no se te haga eterno. ¿A ver?
MAMÁ TECNO: Es la más divertida de todas. Mira tele todo el día en pantalla plana, manda mensajitos por celu a las otras mamá tecno, anda todo el día sacandote fotos o filmándote con su camarita digital, que luego edita en su PC de 160 gb de almacenamiento y manda por mail al resto de los parientes y cuando prepara mate lo hace en una pava eléctrica. Sus hijos la adoran porque les presta la compu y comparten el lenguaje de la web, algo muy importante para el crecimiento del vínculo madre-hijos-hijas. No sólo es re canchera sino que ha logrado desarrollar una destreza fruto de años de yoga y tai chi: de pié y sin arquear la espalda logra sostener con una mano su notebook y con la otra escribir.
MAMÁ CLÁSICA: No para de trabajar. Pobre mamá clásica, sale de la heladera con una aspiradora en la mano!!! A ella le toca la peor parte. Por más que tenga la última tecnología aplicada al hogar siempre siente que el tiempo nunca pasa y que aunque haga todo más rápido lo hace igual que su madre y su abuela: cocinar, lavar, secar, y conservar los alimentos. ¡Pero que no se queje si con lavavajillas, microondas, cocina a gas, heladera con freezer y secarropas la tiene re fácil! Si le queda un ratito libre usa su máquina de coser eléctrica también. Una monada. Lo que sí no debe tener mucho tiempo para compartir con los chicos quienes ante toda sugerencia de colaborar con la limpieza del hogar o con cualquier tipo de colaboración huyen despavoridos.
MAMÁ GOURMET: ¿Cómo no adorarla? Se la pasa encerrada en la cocina pero siempre haciendo cosas ricas: licuados de frutas re sanitos, papafritas con papa de verdad, tortas esponjosas, tostados que nunca se queman, pastas casera y pan casero recién horneado para el desayuno. En cada entretiempo de cocción se depila, plancha la ropa o se alisa su pelo revuelto de mamá gourmet.
MAMÁ BELLA: Es sólo una cara bonita. No esperes otra cosa. Está todo el día mirándose al espejo y el ombligo. Se plancha el pelo, se depila, se hace bucles o rizos. Parece media tarada con esa sonrisa mueca mientras sostiene el secador en una mano. Pobre pero aparentemente no hace otra cosa. Ah sí, controla su peso en una balanza extradelgada con 4 sensores de alta precisión.
MAMÁ FITNESS: No para nunca. Tiene cinta motorizada, para caminar sin ir a ningún lado, y multigym para no moverte de casa otra vez. Por lo menos las bicis no son fijas y le permiten salir a pasear por la montaña o la playa. Tiene mp3 para hacer toda esta tortura más divertida aunque usa un gorrito de lana negro tipo hip hop que no da con el perfil y un scooter colorado que ignoro qué parte del cuerpo trabaja cuando se usa pero que los chicos le sacan para ir a pasear por el canalito.
MAMÁ DECO: Es medio depre. Se la pasa tirada ya sea en la cama o en el sillón porque no le ofrecen otra cosa que colchones y juegos de living. Una de las variantes es sentada a la mesa rodeada de sillas o pasando la gamuza al modular. Un bajón.
Finalmente pienso, con alivio, que mi mamá no entra en ninguna de estas categorías. Tampoco mis amigas que son madres e incluso yo -si lo fuera- escapo a esta tipificación. ¿Dónde están estas mujeres? ¿Serán las madres de los empleados del departamento de marketing de la empresa o serán las madres que les hubiera gustado tener?
Cualquier variante no me genera otra cosa que compasión por uds. muchachos y muchachas de Saturno. Traten de mirar para adelante porque el pasado no puede modificarse y menos si es incluye cambiar a la madre. ¿Me permiten un consejo? Hagan una consulta con un terapeuta; cuesta, duele pero hay que hacerlo porque algo se aprende.
Mami allí estaré el domingo con mis brazos vacíos de cosas pero llenísimos de amor. Gracias por ser una madre imperfecta, que no sabe de gigabytes pero que me enseñó a jugar, a valorar lo pequeño y lo simple; que no hizo del orden y la limpieza una bandera irreductible a defender; que a veces estaba despeinada y con kilitos de más pero que me enseñó a leer, a escribir, a escuchar música y me llevó a museos; que cometió errores, seguramente, y me dio la libertad a mí para cometerlos.
Para las que son madres,
para las que no pudieron serlo.
Para las buenas madres
para las que se equivocaron.
Para las madres luchadoras
y para las débiles.
Para las que no quisieron
para las que no pudieron.
Para las madres solas,
las valientes
y para las acompañadas,
a veces, afortunadas.
Para las madres únicas,
para las dos veces madres.
Para las que perdieron a sus hijos,
para las que todavía los buscan.
Para las comunes,
y para las excepcionales.
Para las multíparas
y para las yermas.
Para la mía,
la que me dio vida,
mi gran maestra.
Escabrosa seguidilla de violaciones en la región ¿qué hacer?
En los diez últimos días una horrenda seguidilla de violaciones se produjo en la región del Alto valle de Río Negro y Neuquén. Si bien no existen estadísticas que puedan acercarnos a datos reales de este delito en la norpatagonia, las denuncias se han incrementado notablemente en los últimos años.
Esta realidad es la de un iceberg, que oculta la dramática situación de muchas mujeres y varones abusados por personas cercanas, familiares, conocidos.
Las víctimas de la semana que pasó, nenas y jóvenes que circulaban en la vía pública, en plazas y ferias o que viajaban en taxi.
En Neuquén una nena de 9 años que estaba en la feria de esa ciudad jugaba con sus hermanos muy cerca del puesto de sus padres. Un hombre la llevo a un baldío a pocas cuadras de allí y la violó. Los hermanos vieron al hombre y corrieron a avisar a sus padres. Estos avisaron a la policía. Encontraron a la nena una hora más tarde. Violada. Herida de por vida.
Podemos hacer varias conjeturas al respecto. Con dolor, ya que esta nena no olvidará en su vida ese domingo. Quizá su último domingo feliz. Ahora resta pensar qué hacemos con ésta situación. Es obvio que la feria se convirtió en un escenario en el que pueden suceder este tipo de delitos, por lo tanto es urgente que el estado tome medidas para dar seguridad a las ciudadanas y ciudadanos que acuden allí. Cientos de padres van a comprar y vender productos los fines de semana. Van con sus hijos y éstos necesitan estar protegidos. Exigen estarlo.
¿Más policía?¿Más ojos?¿más padres? ¿más solidaridad? Todo, o al menos algo.
Otra de las mujeres violadas estaba en una plaza pública, un hombre la forzó a subir a su auto y abusó de ella; otra subió sola a un taxi y el conductor la violó.
¿Qué hacer? ¿No cruzar sola una plaza? ¿Una red de taxis seguros? ¿Evitamos viajar solas en taxi? ¿Qué hacemos con las adolescentes que vuelven a casa en taxi un sábado a la noche? ¿ aconsejamos a sus padres? ¿las equipamos con aerosoles? En ocasiones suele ser inevitable tomar él único taxi que llegó. ¿Cómo evitarlo? El Consejo de la Mujer de Neuquén participó del seminario “Ciudades seguras”, sería interesante que ayuden a diseñar alguna estrategia que permita a las ciudadanas y ciudadanos viajar más seguros por esa ciudad.
Sería interesante que pidamos asesoramiento para saber qué hacer, cómo podemos protegernos.
En tanto, la vida siguió su curso.
Por fortuna, las víctimas recibieron una señal, un destello positivo. La creación de un registro nacional de condenados por violación y otros delitos contra la integridad sexual será discutido en breve en el recinto de la Cámara de Diputados. La semana que pasó, el proyecto obtuvo dictamen favorable en las comisiones de Legislación Penal y de Justicia. Sólo falta la aprobación en Presupuesto y Hacienda. “Es un proyecto muy bueno", destacó a la presidenta de la Asociación de Víctimas de Violación (Avivi),
María Elena Leuzzi- quien fue entrevistada por Hijas de Eva (escuchar audio), aunque objetó que la inscripción en el registro no sea de por vida y caduque después de algunos años. El proyecto tiene el respaldo de todos los bloques. Incluirá los datos personales de todos las personas con condena firme de cualquier jurisdicción del país por delitos contra la integridad sexual; se incluirá además de nombre y apellido y DNI, lugar de residencia, fotografías actualizadas de rostro y cuerpo entero, profesión y domicilio donde se desempeña, huellas dactiloscópicas y una muestra de su ADN, entre otra información. El registro no será de acceso público. Toda la información que contenga será reservada y sólo podrá ser requerida por jueces, fiscales y tribunales de todo el país que intervengan en causas por delitos contra la integridad sexual o conexas.
Ante ese escenario tan siniestro de los últimos días Hijas de Eva denuncia la falta de políticas protectivas especialmente destinadas a menores y mujeres en estos confines, por parte de distintas instituciones estatales y recuerda algunas recomendaciones para quienes han sido víctimas de violación y abuso.
Hijas de Eva entrevistó a María Elena Leuzzi, la presidenta de Ayuda a Víctimas de Violación (AVIVI), la única ONG del país que se ocupa de asistir a chicas y chicos que fueron violados.
El ejemplo de la Asociación de ayuda a Víctimas de Violación
AVIVI comenzó a funcionar el 24 de junio de 2003, un día después que un tribunal de San Isidro condenara a 28 años de cárcel —más la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado— a Javier Emilio Posadas, el hombre que había violado a su hija Candela, y a muchas otras mujeres. Desde entonces AVIVI asistió a un promedio de entre cuatro o cinco víctimas por día, la mayoría de las cuales a lo largo de 2008 en capital y provincia de Buenos Aires, son menores de entre 6 y 17 años.
En abril de 2001, Candela González (26) fue violada y golpeada brutalmente. Su madre, María Elena Leuzzi (52) recibió una llamada en la que le comunicaban que su hija no solo había sido abusada sino que estaba en terapia intensiva. Cuando su madre llegó al hospital, la joven estaba en shock. Horas y horas miró un punto fijo. Tardó días en volver. Su madre vivió el dolor más grande. Su hija se debatía entre la vida y la muerte y si sobrevivía ella debía recibirla a un mundo diferente, desconocido para ambas.
¿Qué hacer, cómo actuar en estas circunstancias?¿Cómo reparar?
Según cuenta María Elena, en el 80 % de esos casos se hicieron las denuncias y algunos ya fueron a juicio. La Justicia ya condenó a 25 violadores en distintas partes del país. "Al único que le dieron una condena ejemplar fue a Posadas. El resto recibió penas lamentables que no superan los seis años de prisión", afirma.
"El 20% de 4.300 casos que asistimos los primeros tres años fueron víctimas de violadores ocasionales. El resto fueron casos intrafamiliares. El 80 % de las violaciones las comete un familiar", cuenta.
La asociación acompaña a las víctimas desde que van a una comisaría o un hospital. María Elena o su hija Candela comienzan parten inmediatamente a la seccional o a el hospital para que la víctima tenga la primera contención después del ataque.
Siete años después de la creación de AVIVI, las dos mujeres acompañaron a miles de víctimas que vivieron lo mismo.
La sede de AVIVI es casa de María Emilia y Candela, situada en Virreyes, partido de San Fernando, provincia de Buenos Aires. Por orden del ex ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián, en todas las comisarías de la provincia hay un cartel de AVIVI en el que figura el número de teléfono de la organización. Cuando alguna de las dos llega a la comisaría y se encuentra con una chica que fue violada piden a los policías que las dejen a solas. "Primero les damos contención y después les sugerimos que es necesario que entreguen sus ropas para preservar los rastros. Luego las acompañamos a un hospital para que les hagan un hisopado y conseguir el ADN del atacante y también para que las mediquen contra un posible embarazo, hepatitis B y virus del sida", relatan madre e hija. Por otra parte, costean algunos gastos que insume la denuncia o asisten con pañales a los bebés que han sido producto de la violación. Después de formalizar la denuncia, AVIVI, pone a disposición de la víctima psicólogos, debido al estrés postraumático que sufren, o abogados. Para eso hay sesiones individuales, grupales, familiares y grupos de autoayuda que, muchas veces, son encabezados por Candela. “A la primera contención y la asistencia psicológica después se suma la asesoría legal. Como los delitos sexuales son de índole privada, si la víctima no insta a la acción no hay investigación.
"Tratamos de que todas las chicas violadas hagan las denuncias porque es la única forma de detener y luego condenar a un violador, dice María Elena.
Esta ONG no cuenta con ayuda del Estado. Particulares, entre ellos un empresario de Cipolletti, colaboran con la Organización.
El mail de la Organización es madredeavivi@yahoo.com.ar
