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28 » Jul 2008 |
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Ella y el campo ¿epílogo? |
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Semanita inolvidable la de la votación en el senado. Por la intensidad y por la tensión. Argentina, otra vez me sumerge en sentimientos encontrados.
Algunas imágenes que nunca olvidaré:
* El gordo que tenía un Barón B en la mano, esperando para descorchar en la Rural. 4.30 AM, los que estaban en primera línea saborearon después de los abrazos. No le escatimaron al espumante. Hay manteca para tirar al techo.
* En el Congreso, la tropa de Miguel Pichetto, injería a la misma hora esas pastillitas que se compran con triple receta. A simple vista, los de la Rural estaban más preparados para el festejo que los de Av. Rivadavia y Entre Ríos. Quizá esa madrugada lamentaron no haber dado ese debate antes, en marzo, antes de que todo ocurriera. ¿Dónde estaban entonces?
La historia argentina no me permitía ser optimista con respecto a los sueños de Cristina. El campo ganó siempre. Y el jueves ganó otra vez, aunque en esta oportunidad no celebró en el círculo militar sino en la Rural. Y celebró como si hubiesen sido el actor que envió el proyecto para que los representantes del pueblo en el Congreso, lo debatieran.. No lo olvidemos. Ellos salieron a cortar rutas, no fueron al Congreso. Al Congreso fue la resolución 125 cuando le quemó demasiado en las manos a Cristina Fernández . Tarde. La jugada le salió mal.
*“Eso le pasa por aliarse con el enemigo”, escuché a las 5 de la mañana. Cobos traidor. Un titular debió decir: Traidor de radicales y de peronistas, gana la batalla mediática (y conquista los corazones de miles de personas que lamentan haber dicho que el compañero de fórmula de Cristina tenía cara de pelotudo. Pensé qué sucedería si el fin de semana CFK se suicidaba, su avión caía o renunciaba….
* O renunciaba. La noticia, dada en todos los medios, de la insistencia de Kirchner para que Cristina renunciara después del golpe del Senado todavía no fue suficientemente calibrada. Se trata de una noticia de una gravedad institucional mayúscula. Allí está nuestra frágil democracia latiendo, mientras esperamos que ella se reponga.
* De rodillas, Kirchner, de rodillas. Pero no ante el campo, ojalá de rodillas ante su señora la presidenta. |
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Categoría : Actualidad y Opinión |  Comentarios [0]
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