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28 » Jul 2008 |
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Las ideas no se heredan ni se encaman |
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Con llamativa frecuencia, a lo largo de mi vida, han pensado que yo adhiero ciegamente a la ideología de mi padre o de mi marido. Como si fuese una decerebrada sin capaz de tener pensamiento propio. Esto me ocurrió la semana pasada, cuando el Senado argentino fue el escenario de una disputa en la que se ponía en juego un modelo de país.
Creo haber leído en algún libro de algún teórico de de la Comunicación quien se dedicó a analizar esa supuesta “herencia” de ideas, que cual mandato genético anulaba la sinapsis de las mujeres. Recuerdo que señalaba que en cierto tipo de culturas, obviamente las más patriarcales, ocurría, pero sobre todo en mujeres sin instrucción que votaban lo que les decían que tenían que votar los hombres de la familia. Para desencantar a mis amigos varones que hacen esa asociación, ellos sí- ciegamente- les cuento que he estado meses sin hablar con mi padre por nuestras diferencias ideológicas y que mi hogar suele presenciar largas discusiones entre mi marido y yo, periodistas los dos, por diferencias frente a cosas que ocurren en la realidad. Si bien hay cierta afinidad en algunos temas, nunca jamás recuerdo haber ido a el cuarto oscuro con una boleta que uno – o ambos- hayan puesto en mi mano. De paso es bueno aclarar que mi padre y mi marido también piensan diferente e históricamente, me juego entera, han votado a personas y partidos distintos.
Si hay algo bueno de haber crecido en un hogar formado por un peronista y una gorila es que he aprendido a cultivar la tolerancia, a pensar en dos canales y a escuchar dos campanas, lo cual me ayuda, amigos, a no hacer como quizás hagan sus esposas. |
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Categoría : Actualidad y Opinión | Comentarios [1]
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Ironías |
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Por : Ricardo Inda | 29 » Jul 2008 | 12:27 pm | Email
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Si de tolerancia se trata, aún el error o la ignorancia ajena deben ser toleradas cuando no son ofensivas comprendiendo eventuales carencias intelectuales o de formación.
La ironía final suponiendo que las esposas de sus amigos, señora Susana, votan lo que ellos le dicen, es por lo menos, despectivo y/o peyorativo hacia su mismo género.
Todos, hombres y mujeres tienen la inteligencia para discernir a su buen entender mas allá de las "herencias", que por otra parte no la tienen solo las mujeres para afectarlas, sino que los hombres también padece las mismas presiones.
Una vez más, sino están formados, educados e informados sufren las consecuencias de hacer lo que le dicen. |
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