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04 » Jun 2010 |
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"Empecemos por los cabarets del pueblo" |
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Noche de allanamientos
Las redes de tratantes operan en varias localidades y en varias provincias. Es su modus operandi. Necesitan de “distintas plazas” para ejercer el ilícito. Hace años que la denominada “red pampeana” de proxenetas opera en la zona, un territorio que tiene a sus principales actores en La Pampa, Neuquén y Río Negro. Hace años que quienes trabajamos en el tema conocemos nombres, lugares, denuncias y mucha frustración, por cierto, porque a pesar de haber encontrado víctimas, los lugares en donde se las encontró siguen abiertos.
Choele Choel fue la punta de la madeja que, lamentablemente, dejó la investigación de Otoño Uriarte. A partir de entonces- hablamos de 5 años- y debido a la impunidad que reinó sobre los casos de trata encontrados en la provincia, que la escena se repite: Alguien denuncia, alguien avisa al prostíbulo, alguien pone el cartel “cerrado por duelo”, y alguien zafa, una y otra vez.
¿Qué hacer con estos espacios donde se promueve la prostitución ajena?
Esta pregunta se la están formulando varios municipios de Río Negro y Neuquén. En Río Negro hay un proyecto de Ordenanza para la localidad de Viedma, redactado por la abogada María Eva Scatena, quien trabaja en la Defensoría del Pueblo. Otro proyecto que espera ser debatido es el de la concejala Mercedes Lamarca y hay más municipios en la zona que estudian el ejemplo de ordenanzas pioneras como la que aprobó Santa Rosa, La Pampa, sancionada para prohibir estos espacios en donde efectivamente operan las redes.
“Empecemos con los cabarets de los pueblos”- afirman los especialistas en Seguridad- porque las grandes normas existen y prohíben la explotación sexual de mujeres, el proxenetismo, la trata. El Estado argentino es abolicionista en la materia y le corresponde a cada localidad adaptar sus normativa en tal sentido. También tendrá que hacerlo General Roca (donde la Justicia Federal ordenó tres allanamientos la madrugada del 4 de junio con resultados positivos) municipio que cuenta con una Ordenanza que reglamenta cabarets, night club, wiskerías y afines que data de 1970, cuando el país, la provincia y la localidad eran gobernados por funcionarios de una dictadura.
Esto no termina con la prostitución, obviamente, la prostitución existirá mientras existan mujeres que venden su cuerpo como mercancía, y hombres que paguen por esos cuerpos. El Proxenetismo y la Trata son delitos penales en Argentina y cada comunidad debe decidir si sanciona o no ordenanzas que prohíban los espacios donde este delito se consuma. Este debate, excede a los funcionarios, nos hace corresponsables como comunidad en el cuidado de ciudadanos y ciudadanas.
Susana Yappert |
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Categoría : Actualidad y Opinión |  Comentarios [0]
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