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  05 » Feb 2010
“El destacamento de Guerrico parecía un prostíbulo”
  El viernes 1 de enero de 2010 dos efectivos de la policía de Río Negro, Rubén Darío Rubio y Víctor Manuel Chumbita, abusaron sexualmente de una menor de 14 años. Los uniformados estaban ebrios en el momento del ataque. Ambos trabajan hace años en ese destacamento rural. Los vecinos denuncian que el lugar “parecía un prostíbulo” puesto que allí se hacían fiestas con mujeres y alcohol. También acusan a los uniformados de coimear a los pobladores del lugar a cambio de protección. Hasta la fecha, los policías siguen en funciones. La familia de la víctima y la Multisectorial de Mujeres reclamarán hoy que se aparte a los agentes de sus cargos hasta tanto se expida el poder judicial

El 1° de enero de 2010, dos hermanas que viven en Guerrico salieron en moto desde una chacra hacia la ruta 22. Primero pasaron a saludar por el Año Nuevo a un amigo que trabaja como guardia en el INTA (km. 1190); luego continuaron hacia la parada de colectivo, situada a pocos metros del destacamento policial del lugar. Como en los alrededores del destacamento hay sombra y hacía mucho calor, decidieron esperar el colectivo allí. Una de ellas, la hermana mayor tenía que ir a hacer un trámite a Roca; la menor, de 14, la llevaba a tomar el interurbano. Alrededor de las 14:30 horas la joven, tras esperar que su hermana subiera al colectivo, encendió la moto para regresar a casa. Unos instantes después dos policías que estaban de guardia en el destacamento rural la frenaron con el pretexto de pedirle los papeles de la moto. La conocían perfectamente. Todos se conocen en este lugar de un puñado de vecinos, mayormente trabajadores rurales; todos conocían a esta joven que en la salita del lugar la califican como “la nena más linda de Guerrico”.
Ella no llevaba los papeles de la moto y los policías le dijeron que entrara en el destacamento para firmar una multa. La condujeron a un segundo piso, la golpearon hasta dejarla inconsciente y abusaron sexualmente de ella. Según lo poco que recuerda, uno la sujetaba, y el otro, la violaba. Recuerda también que estaban borrachos y que le pegaban, ella hacía intentos de llegar a la puerta y le pegaban. Le arrancaron tres mechones de pelo, le rompieron la ropa. Por momentos despertaba. No recuerda todo, no puede, no quiere recordar.
La pesadilla duró un par de horas, porque cerca de las cinco de la tarde logró escapar. Tenía sangre en la nariz. Corrió hacia su moto y a las 17:07, se comunicó con un amigo que estaba a pocos metros del destacamento, diciéndole que la habían violado. La hermana de la víctima regresaba de Roca en momentos en que la chica huía. La vio venir a toda velocidad en su moto, subiendo y bajando de la cinta asfáltica. La vio caerse en la banquina. Simultáneamente el amigo que había recibido su mensaje, se comunicó con su hermana. La joven, tras caer de su moto en la huída, quedó inconsciente. Llamaron a la ambulancia. Minutos después llegaron al lugar donde estaba tirada la joven, los policías abusadores para ofrecer llevarla en el patrullero hasta el hospital. La hermana de la víctima, alertada por el amigo de lo sucedido, se negó a hacerlo. Llamó a sus padres.
La adolescente, en estado de shock, fue llevada al Hospital de Allen, donde recibió primeros auxilios, pero no fue revisada para constatar el abuso. Por momentos recobraba la conciencia y gritaba: “¿Qué me hicieron esos hijos de puta?”, mientras era sujetada entre varias personas. Simultáneamente, uno de los policías que la había seguido hasta el hospital le pidió a su hermana que “lo salvara porque él no había hecho nada”. La mayor se sorprendió por el comentario, ya que el policía desconocía la llamada de alerta efectuada por la menor, y según ella “sonó a que se estaba atajando de la confesión” que haría la adolescente, “se quería lavar las manos”. “En eso salió mi mamá preguntándole qué le habían hecho a su hija, gritándole que lo iban a pagar… El policía me siguió afuera, y me dijo que ellos le habían ofrecido sexo y que ella se asustó y corrió. También me dijo que seguro la nena había tenido relaciones con el novio y que los culparía a ellos. ¡Yo sé que mi hermana no tiene novio ni había estado con nadie! No tuve duda de lo que había hecho.”. Una vecina les contó que mientras todo eso pasaba en Allen, el otro policía limpiaba el destacamento.
Por falta de tomógrafo en Allen, la víctima fue trasladada a Roca y fue internada en un sanatorio privado. “Fíjese bien cómo hace la denuncia porque entre la policía se defienden y tapan todo”, cuenta la madre que le dijo un médico. Unas 5 horas después de lo sucedido, fue examinada por una ginecóloga. Se constató el abuso sexual, pero se descartó rotura de himen. La pericia la habría hecho un perito policial, situación que inquieta a la familia y al abogado de la víctima, Rodolfo Ponce de León.
Alrededor de la 1 de la mañana del 2 de enero, los padres de la joven radicaron la denuncia de violación en la comisaría Tercera de General Roca. Intervino el juez de turno, Emilio Stadler, a cargo del Juzgado de Instrucción N° 4. El Fiscal que entiende en la causa es Miguel Fernández Jadhe. Los policías investigados hace varios años trabajan en la brigada rural, uno de ellos es suboficial superior y estaban en turno de guardia el día de los hechos. Tienen entre 30 y 40 años. El penalista que los defiende es Jorge Crespo, por esas cosas de los pueblos, amigo y discípulo de Ponce de León, quien defiende a la víctima. Trabajaron 7 años juntos. Pero juran que cada uno defiende a su cliente.
Familiares, amigos de la joven y organizaciones de mujeres exigen el relevo inmediato de todos los efectivos que se desempeñaban en la Brigada Rural de Guerrico. Si bien los jefes policiales aseguraron que los uniformados sospechados fueron separados del lugar de los hechos en forma inmediata, la respuesta oficial no alcanzó y los vecinos acumulan denuncias con acusaciones contra el accionar del personal de la Brigada. Lugareños contaron a este diario que el destacamento “parecía más un prostíbulo que otra cosa”, puesto que allí se realizaban con frecuencia fiestas con alcohol y mujeres. Existiría otro caso de una joven, también menor de edad, que habría sido violada por los mismos policías, pero que no denunció por temor. Vecinos aseguran que es habitual que los policías de la Rural consuman bebidas alcohólicas en horario de trabajo. "Siempre se los ve tomando en las despensas o haciendo fiestas con mujeres los sábados en la Brigada. No puede ser que estén para darnos seguridad y tengamos que cuidarnos de ellos. Hasta piden coimas en los comercios para vigilar", relataron.
Políticamente la localidad de Guerrico está en jurisdicción de Allen, pero la brigada Rural depende de la zona II, de General Roca, a cargo del comisario Isidro López. Los cambios prometidos en el destacamento tras el ataque sexual por el jefe de la Policía de Río Negro, Víctor Cufré, todavía no se implementaron.
Respecto de la primera investigación se detalló que está en manos del Juzgado de Instrucción Nº4 de General Roca a cargo de Stadler, donde ya declaró la víctima y hoy declara su madre. “Hay una causa penal en curso por delito de violación; y una acción civil por daños y perjuicios que corre paralela y adentro de la causa penal. Tenemos unos 60 días antes de que el juez se pronuncie y eleve o no la causa a juicio, la defensa plantea que fue un abuso; yo pienso como mi defendida que se trató de una violación”, detalló el abogado de la menor.
La defensa pidió la falta de mérito. El juez no resolvió sobre el particular y el auto de procesamiento sigue en curso. Mientras que en relación a la segunda investigación, de orden administrativa, se especula que tomará cuerpo cuando haya sentencia del juez. Nunca antes.
Si el juez absuelve, los policías denunciados seguirán trabajando; si les dan menos de tres años y los acusan de un delito que es excarcelable, también.


“No tenemos miedo”
La familia vive en la chacra donde trabajan. En una casa humilde de 3 habitaciones. Excepto la hija menor, todos son chilenos. Sus padres y sus dos hermanos, de 29 y 22 años, nacieron cerca de Santiago. Hace 21 años que viven en el Valle donde, como tantos compatriotas, llegaron buscando trabajo. Hace un par de años que planean el regreso a Chile, donde pudieron hacer una casa con ayuda del gobierno de Bachelet y donde actualmente el hijo mayor del matrimonio tiene un cyber. “Si nos hubiésemos ido ya nada le hubiese pasado a nuestra hija. Dios sabe por qué tuvo que pasar por eso.” Él es tractorista; ella, ayuda en temporada, controla la salida de bins de la chacra. Se la ve muy triste. Llora. Ayer habló con este diario:
- Contaba que conocían a los policías, como toda la gente del lugar, pero también contó que estos policías hace un tiempo que seguían a su hija
- Sí, andaban rondando por esta chacra, como si estuvieran en su casa. En la camioneta de la policía andaban. Desde el año pasado entraban a la chacra, daban una vuelta y salían. ¿Qué íbamos a pensar? ¡Eran policías! Si andan de recorrida no se meten en las chacras, andan por las calles de acceso; pero ellos entraban. Un día roban acá enfrente. Justo mi hija menor sale en la moto para visitar a su hermana que vive a unos 3 kilómetros de acá y ve una moto en la casa que estaban robando. Lo contó y después la policía la llamó para que reconociera una moto que según ellos habían secuestrado. Les dije que iba a acompañarla yo. Fuimos con la nena y yo me di cuenta que esos policías se fijaban mucho en ella.
- ¿Qué espera de las acciones que emprendieron con la Multisectorial de Mujeres?
- Ver a esos malos policías presos. No puede ser que estén libres y mi hija presa en casa, porque no quiere salir de la casa, tiene miedo. Espero verlos tras las rejas.
- Su hija afirma que la violaron pero según la pericia no se constató la penetración.
- La pericia fue policial y dice que allí sólo hubo abuso. Mi hija me dijo a mí y lo repitió en Cámara Gesell que la violaron. Yo le creo a mí hija. Me contó llorando que uno de los policías la sujetaba y el otro la violaba; me contó que mientras estuvo encerrada gritaba y pedía ayuda. No pasaba nadie…era 1° de enero. En la Clínica Roca hicieron las primeras pericias, donde quedó su ropa, su ropa y su bombacha, que quedó en bolsa aparte. Me dijeron que las pericias las hizo un perito policial, fue antes de que yo hiciera la denuncia en la comisaría. La policía apareció antes de que yo hiciera la denuncia. No sé si encontraron semen o no, pueden haber usado preservativos, lo único que sé es que intervino la policía para tapar todo.
- ¿Recibieron amenazas?
- La policía anda merodeando la casa. Hace unos días, amigos y amigas de mi hija venían a visitarla, nos acompañaron en la protesta que se efectuó en Guerrico los primeros días de enero. Fueron interceptados por policías del destacamento rural, les pidieron documentos, los tuvieron retenidos para que no llegaran a la chacra. Y nos contó una amiga de mi hija que en Allen, la policía le ofreció dinero a cambio de mi celular o el de mis hijas. Pero no tenemos miedo.
- El día 26 de enero declaró en Cámara Gesell.
- Sí. Yo no quise estar, me hace muy mal. Pero la nena pudo hablar, fue como sacarse un peso de encima para ella, eso me dijo. Ahora anduvo con atraso, yo le pedía a Dios que se indispusiera, y se indispuso, no le dieron la pastilla del día después, si lo del HIV.
- ¿Cómo está ahora su hija?
- Ahora siente que todo el mundo sabe lo que le pasó. Está encerrada todo el día en casa. No pudo preparar las materias del colegio, no quiere seguir estudiando. Estaba en primer año. Antes de que todo pasara, decía que quería hacer un curso de fotografía o de computación. Para los 15 años me pidió de regalo una notebook. Mi hijo iba a venir a buscarla la segunda semana de enero para que lo ayudara en el cyber que tiene en Chile. ¡Cuándo se enteró! Es su hermana más chica, se llevan 14 años, mi hijo que tiene 29 lloraba y me decía que yo me había descuidado con ella. Siempre se culpa a la madre. Yo le decía que había pasado de día y en el destacamento ¡Cómo iba a pensar que estaba en riesgo con la gente que tiene que cuidarla! Le robaron todo, ahora siente vergüenza. Ellos están libres y mi hija tiene que estar encerrada.

Por Susana Yappert
 
Categoría : Actualidad y Opinión | Comentarios [0]
 
 
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