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14 » Nov 2009 |
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Elena Highton habló en Roca de Violencia Doméstica |
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La Oficina de Violencia Doméstica, creada a iniciativa de las jueces de la Corte Suprema de la Nación funciona las 24 horas del día, los 365 días del año en Lavalle 1250, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esta puerta de acceso a la justicia rápida comenzó en la primavera del 2008 y su creación no sólo significó una solución para el acceso a la justicia de miles de mujeres víctimas de violencia; sino que fue celebrado por todos los colectivos de mujeres que vieron en la iniciativa una respuesta efectiva y concreta del Estado a esta problemática. La Jueza Elena Highton, vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, estuvo en General Roca, explicando cómo funciona la Oficina de Violencia Doméstica y cuáles son los resultados que ha tenido en su primer año de funcionamiento.
“No estaríamos en esto si otras esferas del Estado hubiesen atendido este flagelo”, afirmó el viernes en General Roca la jueza Elena Highton de Nolasco, quien debió disertar en el auditorio del Diario Río Negro porque empleados judiciales impidieron su realización en la ciudad Judicial local.
La Oficina de Violencia Doméstica que funciona en la capital atendió en un año más de 6000 denuncias, 82% de las cuales fueron de mujeres; y 18% varones que en las mitad de los casos son menores de edad. Es decir, ocho de cada diez afectadas son mujeres; entre los varones, seis de cada diez son niños y adolescentes. Un tercio de las personas atendidas, denunciaron de noche o durante los fines de semana y el 59% acude fuera del horario de tribunales. La población que acudió a estas oficinas en su gran mayoría, denunciaban por primera vez; y en un alto porcentaje- desterrando mitos que afirman que se trata de una problemática de cierto sector social- son personas que tienen secundario completo; estudios universitarios y viven en barrios de clase media y alta de ciudad de Buenos Aires. El 32 % de las personas que denunciaron son de clase media.
Casi nueve de cada diez denunciados son hombres y la mitad de los agresores son parejas de la víctima y casi un tercio, ex parejas, según reveló la ministra del máximo tribunal.
La Oficina brinda asesoramiento y orientación a todo ciudadano que lo solicite. El mayor derivador al servicio, comentó la jueza, es la policía. La persona que se acerca al lugar es recibida por una unidad de profesionales integrada por abogada/o, psicóloga/o y trabajador/a social, que le realizan una entrevista. “Mientras se escucha el relato, en ese mismo momento se va labrando el acta que dará inicio, si la persona decide, a un proceso judicial, y se va confeccionando el informe acerca de la evaluación del riesgo en la cual se encuentra la persona. Además, si fuera necesario y también con el consentimiento de la persona, se procede a realizar un examen médico con el objeto de constatar las lesiones que pudiera presentar”, explicó la jueza, quien destacó que esta oficina logró que se elaboren Informes de Riesgo en una o 48 horas; cuando antes el mismo trámite requería de 3 a 6 meses.
“En ese momento, salvo el caso de que se trate un hecho que pudiera llegar a configurar un delito de acción pública (y por el cual la Oficina de Violencia Doméstica tiene la obligación de darle intervención al fuero penal), la persona decide la opción que le parezca más conveniente. “
De las 6850 mujeres afectadas por distintos tipos de violencia, un 4% estaban embarazadas al momento de pedir ayuda. Un 15% fueron niñas o adolescentes. Los días de mayor cantidad de denuncias son los lunes y los martes, después del fin de semana, momento en el que se registran la mayor cantidad de episodios de violencia.
El 83% de las denuncias que llegaron a la OVD fueron derivados al fuero civil. En ese caso, destacó Highton, la respuesta “fue altamente favorable”. Se dictaron 3425 prohibiciones de acercamiento del agresor a la víctima y 540 exclusiones del hogar, entre otras medidas. La violencia que más se denuncia en la OVD es la psicológica: 89% de los casos y las modalidades más frecuentes tiene que ver con maltrato verbal, amenazas e insultos y que se combinen distintas formas de maltrato. En segundo lugar, la violencia más habitual observada es la física (68 %); destacó la jueza que “la violencia no culmina con la ruptura de la relación”, por lo que es necesario denunciar.
Le siguen la económica (30%) y la sexual (14 %). En el fuero penal, apenas tres casos terminaron con una condena, en general, por lesiones graves y leves y amenazas. En relación con las denuncias de violencia económica, explicó que se refieren a situaciones de incumplimiento de los deberes de asistencia familiar.
“Si hubiera lugares para atenderlo nosotros no estaríamos ocupándonos de esto”, afirmó la jueza entre aplausos al tiempo que invitó a replicar lo efectuado en la Oficina de Violencia Doméstica en una experiencia piloto en el ámbito local.
“Los jueces no tienen que estar nada más que para firmar sentencias sino que la justicia tiene múltiples puertas; y dentro de éstas múltiples puertas, para que la gente llegue a justicia, está esta Oficina. Se trata de una puerta al alcance, se entra desde la calle y la gente que acude a ella será atendida por equipos profesionales, médicos, abogados, asistentes sociales y psicólogos. El abogado tiene rango para ser actuario, para que la persona que denuncie no tenga que repetir y repetir. Esto no quita facultades al juez- explicó, que después puede pedir una ampliatoria de declaración; pero evita la revictimización”.
La Oficina de Violencia Doméstica, puesta en funcionamiento tras la firma de convenios o con otros agentes estatales, fue creada con el apoyo técnico de Unicef, el Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud); y debido a su exitosa actuación podría replicarse en otros países.
Susana Yappert
sy@fruticulturasur.com |
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Categoría : Actualidad y Opinión |  Comentarios [0]
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