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17 » Jul 2009 |
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Educación Sexual Integral en Neuquén |
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Escribir miles de veces “debo hacer cumplir las leyes” es un ejercicio cuanto menos inapropiado para los métodos escolares y los tiempos que vivimos, en los que la pedagogía y la didáctica crítica ya nos enseñaron que otras estrategias resultan más productivas a la hora de construir aprendizajes. Lejos estamos de pretender indicarlo como ejercicio de repetición en vacías hojas blancas.
Sin embargo, ¿qué hacer cuando las autoridades educativas de Neuquén parecen empecinadas en no querer aprender, cuando de hacer cumplir las leyes sobre Educación Sexual Integral (ESI) se trata?
No quieren aprender ni de las exigencias que desde hace años distintas organizaciones y sectores sociales comprometidos con la educación sexual venimos realizando; ni de las situaciones de vulnerabilidad de derechos en la que se encuentran las y los estudiantes de todos los niveles del sistema educativo; ni del abandono al que someten a trabajadoras/es de la educación que desarrollan en sus clases un trabajo sistemático en la materia; ni de la potencialidad que supone para el trabajo en las aulas el acompañamiento con decisiones políticas articuladas que coadyuven a tramitar sufrimientos; ni de las investigaciones que muestran que gestar espacios de educación sexual desde la perspectiva de género, los derechos humanos, la prevención y el placer permiten agrietar y desandar relaciones de discriminación y opresión.
Desconocer lo anterior junto con desatender demandas parece ser una constante de las autoridades educativas del Movimiento Popular Neuquino, sean de la gestión que sean.
Ahora, es claro que además se encuentran incumpliendo leyes de manera obscena. Máxime por la responsabilidad que en esto les cabe. Máxime atendiendo a que, en la llamada división de poderes, que aún hoy se enseña en las escuelas (suc!), la función del poder ejecutivo y sus funcionarios/as es justamente: Hacer cumplir las leyes.
Digamos que Neuquén tiene una larga trayectoria en materia de normativas legales que reconocen derechos de mujeres, varones, niñas, niños y adolescentes. Entre ellas la Ley Provincial Nº 2.222 de Promoción y Garantía de la Salud Sexual y Reproductiva de Mujeres y Hombres, sancionada por unanimidad en 1997. En su articulado establece que el Consejo Provincial de Educación (CPE) debe incluir en la currícula de todos los niveles “contenidos específicos para cada edad” vinculados a la Educación Sexual. La Ley Provincial de Protección y Asistencia contra los actos de Violencia Familiar Nº 2.212 y su modificatoria mediante la Ley 2.360 obliga al CPE a incorporar estas temáticas en la currícula de formación docente. La Ley Provincial Nº 2.302 de Protección Integral de Niñez y Adolescencia. Al pasar, vale destacar que los Derechos Sexuales y Reproductivos tienen en la provincia rango constitucional a partir de la reforma ocurrida en febrero de 2006.
Como si toda esa batería de leyes no fuera suficiente existe la adhesión de la provincia al Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable que no obvia el tema de educación sexual, y que data del año 2002. Existen, también, instrumentos jurídicos internacionales relacionados con estas temáticas, obtenidos luego de acciones, debates y exigencias desarrolladas por el movimiento de mujeres y por el movimiento feminista.
Pero un paso cualitativo es la sanción de la Ley Nacional Nº 26150 de Educación Sexual Integral (ESI), aprobada en octubre de 2006, que obliga a las provincias a impartir ESI en todos los niveles educativos del sistema formal, alcanzando tanto a las escuelas públicas como confesionales. De allí, en el año 2008 nos encontramos con una buena y esperada decisión: la aprobación de los Lineamientos Curriculares para la ESI, por parte del Ministerio de Educación Nacional y el Consejo Federal de Educación.
En junio de 2008, el CPE crea mediante la Resolución 0941/08 la Comisión Sectorial para la elaboración del Programa de Educación Sexual Integral (ESI), constituída por tres miembras con distintas trayectorias en el abordaje de estos temas: la Mg. Carmen Reybet, la médica pediatra Susana Allende y la profesora y especialista Ruth Zurbriggen, autora de este artículo. El trabajo de la Comisión estaba pautado, incluso en su duración. Se destinaron durante siete meses fondos públicos para la elaboración de una propuesta. La misma contó con el aporte invalorable de 215 docentes (197 mujeres y 18 varones) de distintos niveles y modalidades de la provincia, que desarrollan acciones de Educación Sexual en sus escuelas.
Como en otras oportunidades, la creación de esta Comisión generó expectativas en el colectivo de docentes que desde hace años vienen involucradas/os en la temática, aún a riesgo de soledades institucionales. En enero de este año se hizo entrega -a las autoridades correspondientes- del documento producido para ser discutido y eventualmente aprobado. El mismo plantea acciones a corto, mediano y largo plazo, enmarcándolas en una política pública sistemática y articulada (1).
Las autoridades educativas del emepenista partido provincial no parecen haber avanzado en ninguna discusión al respecto. Las integrantes de la Comisión no hemos sido convocadas a debatir en ninguna instancia en lo que va del año. Una muestra más del desprecio por el trabajo realizado en esta temática. Una muestra más de que siguen dispuestos/as a no hacer lo que las leyes obligan. Mientras, numerosas trabajadoras/es de la educación siguen haciendo lo que está a su alcance para hacer vivir en las aulas la letra de las leyes, en pos de ampliar los derechos de chicas/os, jóvenes y adultas/os que transitan por los establecimientos educativos.
Por Ruth Zurbriggen
Colectiva Feminista La Revuelta
(www.8300.com.ar) |
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Categoría : Actualidad y Opinión | Comentarios [0]
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