El Centro de Información Judicial hace saber en esta nota que ya se pueden consultar los padrones electorales definitivos.
Vale la pena la nueva consulta, porque algunos conocidos me comentaron que no figuraban, o figuraban con su anterior dirección, y ahora están corregidos.
Los manifestantes estaban adentro en un clima de cóctel.
Afuera los periodistas curtidos en coberturas de piquetes, gomas quemadas y choripanes dudosos se preguntaban con impaciencia si pensaban salir en algún momento mientras soportaban el frío sin atenuantes del mediodía.
Con la mordacidad que tanto los caracteriza, no tardaron en comenzar las bromas. “¿Qué van a cantar en esta manifestación? Sooooy magistradoooo/es un sentimiento/no puedo parar?”
Otros se preocupaban por averiguar los datos mínimos que necesitaban. Mirando hacia el hall de ingreso al edificio del Tribunal Superior de Justicia preguntaban: “¿Y a estos cómo se los puede llamar? ¿Magistrados, jueces? ¿Qué hay acá, fiscales, defensores, hay de todo?”
Para algunos periodistas, cubrir una actividad judicial puede resultar tan complicado como transmitir en vivo las alternativas de un congreso de fisión nuclear.
Pero también estoy seguro de que para algunos de los manifestantes, era la primera vez que estaban del otro lado de las cámaras y los micrófonos. Por eso pasaron algunas de las cosas que pasaron.
De pronto las puertas se abrieron, salieron a las escalinatas, se leyó una proclama, hubo breves declaraciones, y todo terminó con una foto que tiene un clima de acto de graduación.
Los lectores de este blog han escrito mucho sobre la marcha de las togas, en tono crítico, en tono de respaldo.
A mí se me ocurrió otro enfoque. Espero que todo lo anterior no haya sonado a burla, porque lo que quiero decir es que los magistrados y los periodistas estamos demasiado lejos unos de otros en esta provincia.
La historia ha fomentado los desencuentros y las culpas están repartidas.
Y estoy hablando, en este momento, sólo de comunicación.
Los periodistas no nos hemos capacitado lo suficiente para manejar temas judiciales, y los magistrados no se han preocupado por encontrar la mejor manera de transmitir mensajes hacia el resto de la sociedad (a través nuestro o de quien prefieran).
Esa es una de las razones por las que ayer tuvieron que salir a la calle. Lo hicieron con su estilo, pero lo que necesitaban era ser escuchados.
Y se encontraron con que hay gente en la sociedad que no está dispuesta a escucharlos, pero más aún: se encontraron con gente que no entiende el idioma en el que hablan.
Porque no todos los magistrados saben hablar la lengua común, y porque no todos los periodistas sabemos interpretarlos para trasmitir en forma correcta el mensaje a nuestros oyentes, lectores, televidentes.
Este es otro de los debates que quizá valga la pena que intentemos los que, de buena fe, cumplimos a conciencia con nuestros respectivos trabajos.
No porque vayamos a ponernos de acuerdo. Sino porque lo necesitamos para ser mejores.
Llegó a Zapala el 10 de abril de 1994 y planteó, desafiante, a los padres de los colimbas: “si quieren podemos recorrer todas las dependencias del cuartel para ver si en algún lado sienten olor a podrido”.
Era por entonces el teniente coronel Alejandro Guillermo Duret, un comando entrenado por el coronel Mohamed Alí Seineldín.
El jefe del Ejército, Martín Balza, lo había elegido especialmente para hacerse cargo de la conducción del cuartel de Zapala donde días antes había aparecido el cadáver del soldado Omar Carrasco.
También fue un testigo de peso en el juicio contra el subteniente Ignacio Canevaro y los soldados Cristian Suárez y Víctor Salazar, condenados por el crimen.
Ingresó a la sala de audiencias con aire desafiante y los jueces del Tribunal Oral Federal le permitieron hacer dibujitos en una hoja sin alzar la vista mientras escuchaba y respondía las preguntas. Un caballo, un tanque, una estrella, fueron algunas de las ilustraciones que confeccionó en el largo rato que estuvo declarando.
Corría diciembre de 1995, la sentencia estaba cerca, y Duret colaboró en sembrar sospechas sobre los imputados. Luego el Ejército lo premió con un traslado a Campo de Mayo.
Sólo se sobresaltó cuando le preguntaron si era cierto que en el cuartel de Zapala dormía con la pistola bajo la almohada porque sentía miedo.
“Lo único que temo es no tener la pistola a mano cuando la necesito”, contestó.
Hoy, con el grado de coronel que le dieron durante el gobierno de Fernando de la Rúa, empezaron a juzgarlo en Mar del Plata por el secuestro, las torturas y el asesinato en 1976 de Carlos Alberto Labolita, militante de la Juventud Peronista, como informa esta nota de Página 12.
Aquí hay una pequeña semblanza de la que será la primera jueza hispana del Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Tiene 54 años, es de ascendencia puertorriqueña y se crió en el Bronx, uno de los barrios más pobres de Nueva York.
Y aquí encontrarán las objeciones de los republicanos, vinculadas con algunas definiciones de la jueza.
Por ejemplo, en 2001 describió la obligación esencial de los magistrados de ser imparciales como una simple "aspiración" porque niega el hecho de que las experiencias personales lleva a unos a adoptar decisiones distintas a otros.
Sugirió también entonces que "el género y los orígenes nacionales pueden y de hecho originan diferencias a la hora de juzgar".
¿Se acuerdan de esta nota sobre la posible fusión de organismos judiciales en el interior?
Relacionado con el tema, en el acuerdo 4387 del 20 de mayo pasado se resolvió “reiterar el proyecto de fusión de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería y Cámara en lo Criminal de la Ciudad de Zapala” formulado en su momento ante la Legislatura.
Aquí está el punto pertinente:
VI.- TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA SOBRE UNIFICACIÓN DE LA CAMARA CIVIL Y CÁMARA CRIMINAL DE ZAPALA.-VISTO Y CONSIDERANDO: Que mediante Acuerdo 4300 Punto XII de fecha 20 de agosto del año 2008, el Tribunal Superior de Justicia, aprobó y remitió – con fecha 26 de agosto de 2008- a la Honorable Legislatura Provincial, un proyecto de ley que tenía como objeto la reestructuración de los organismos del interior de la provincia.
En aquél, se adecuaban las estructuras de toda la provincia, a las reales necesidades del servicio, incluyéndose –en lo relacionado con la III Circunscripción Judicial-, la propuesta de creación de un Juzgado con competencia en Familia y la fusión de la Cámara Civil y Cámara Penal de dicha Jurisdicción.
Que, conforme surge de la información emitida por el órgano legislativo, ya ha sido aprobada en general la Ley de creación de un Juzgado con competencia en familia y procesos ejecutivos, por lo que – como modificación prioritaria- quedaría pendiente la fusión referida precedentemente.
Que a fin de posibilitar el tratamiento del proyecto, este Tribunal considera apropiado reiterar el pedido de fusión, pero separándolo del resto de las propuestas efectuadas a fin de avanzar en la gestión de reforma y optimización de los recursos, a la luz de las estadísticas existentes.
Asimismo, en éste proyecto, se encuentran previstas las cláusulas transitorias que permitirán realizar la transición desde la estructura actual, hasta que finalmente quede funcionando con su conformación definitiva. Por los fundamentos expresados, de conformidad Fiscal,
SE RESUELVE: 1°) Reiterar el proyecto de fusión de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería y Cámara en lo Criminal de la Ciudad de Zapala.
2°) Separar dicho proyecto, de los demás aprobados mediante Acuerdo N° 4300 Punto XII de fecha 20 de agosto del año 2008.
3°) Incorporar al mismo, la cláusula transitoria referida en los considerandos del presente, a cuyo fin se confecciona y adjunta el texto ordenado, que forma parte integrante del presente resolutorio e incluye la exposición de motivos adaptada a lo resuelto precedentemente. 4°) Facultar al Señor Presidente, a remitir el mismo a la Honorable Legislatura Provincial mediante nota de estilo. 5°) Cúmplase.
Y aquí está la exposición de motivos y texto del proyecto.
La realidad tiró abajo todas las especulaciones del post de más abajo: hasta nuevo aviso está suspendida la audiencia por el caso Fuentealba II debido a la enfermedad de uno de los camaristas.