Carmen Argibay pasó por Neuquén. A la mañana temprano estuvo una hora con el periodismo y habló de todo. Siempre es interesante escucharla (o leerla, en este caso), por eso publico aquí la desgrabación íntegra de sus declaraciones como si fueran una ponencia, con unas pocas de las preguntas que le hicimos, sólo las imprescindibles para entender el contexto.
Habló de los juicios por los delitos de lesa humanidad, de la publicidad del juicio (y avaló las restricciones al trabajo de la prensa, algo con lo cual sigo discrepando), del estrés que significa para los jueces escuchar durante horas testimonios desgarradores sin poder expresar ninguna emoción, y tuvo conceptos muy elogiosos para Guillermo Labate. En este contexto también dio una magistral explicación sobre los problemas que existen para encuadrar los hechos que se están juzgando dentro de la figura de genocidio.
Didáctica, explicó por qué la Corte no "co-gobierna" aunque muchas veces le diga al Ejecutivo lo que debe hacer.
Y habló de las presiones que reciben los jueces: "Quien se sienta obligado a hacerle favores a aquel que lo designó, mejor que se vaya porque no va a ser un buen juez, y ni siquiera presiones va a necesitar", dijo.
No, del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén no quiso hablar.