Aquí está el rechazo a las recusaciones que la defensa de Jorge Sobisch presentó contra los tres integrantes de la Cámara de Apelaciones.
Ahora los camaristas Rimaro, Varessio y Trincheri quedaron en condiciones de resolver la recusación presentada también por Sobisch contra el juez de instrucción, Alfredo Elosu Larumbe, y el planteo de nulidad contra el requerimiento de instrucción, el pedido y el llamado a indagatoria del ex gobernador.
Les recuerdo que si el llamado a indagatoria es declarado nulo, la causa prescribirá el 10 de diciembre, para lo cual faltan:
Ya que estamos: se me había pasado por alto esta carta del juez correccional Alejandro Cabral publicada días atrás en el diario, en la cual dice:
“De ser exacta la noticia en la que se informó sobre la concurrencia del ex gobernador Sobisch a los Tribunales en el diario "Río Negro" del 26 de septiembre (se refiere a esta nota), me ha sorprendido sobremanera la actitud del ex mandatario de esta provincia y su abogado defensor.
“Tales actitudes para con el Dr. Elosu Larumbe, juez de instrucción de la causa denominada comúnmente como de "la zona liberada", va mucho más allá de una mera falta de respeto y de educación.
“Es un frontal ataque a las instituciones de la república, que por lo visto ninguno de los dos está dispuesto a respetar ni valorar. Llama la atención que un ex gobernador desprecie de tal manera uno de los poderes del Estado y que pretenda someterlo a su arbitrio como si fuera un monigote que está a su disposición.
“Su comportamiento no sólo implica una falta de educación sino fundamentalmente la falta de respeto por la ley y las instituciones.
“Me pregunto: ¿cómo pretendemos que no haya violencia, si el mismo ex gobernador es quien se maneja de esta forma? ¿Acaso está en condiciones de ocupar un cargo público aquel que descree de las instituciones? No menos grave es la conducta del defensor, quien debiera haber asesorado a Sobisch explicándole cuál es el trámite que corresponde al expediente, como así también el comportamiento que debe tener ante los Tribunales.
“En definitiva, tales conductas por parte del ex gobernador y de su abogado defensor constituyen un claro avasallamiento del Poder Judicial al pretender ejercer presión sobre el juez para lograr un determinado resultado en el juicio y/o restándole credibilidad a su decisión. Asimismo, al no respetar al Poder Judicial se rompe el carácter republicano de nuestra forma de gobierno, pues no existe posibilidad alguna de contralor de los otros poderes del Estado”.
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