Como era de esperar, Palmieri-Mendaña apelaron esta resolución mediante la cual el juez Cristian Piana había rechazado el pedido de la querella para que se indague a Jorge Sobisch en la causa Fuentealba II.
Más abajo encontrarán el texto completo, que según el almanaque de los querellantes fue presentado en término.
Uno de los aspectos destacables es que mencionan un abandono de la posición de imparcialidad por parte del juez de Instrucción, aunque no lo recusan.
Más directo fue el gremio ATEN que en diciembre había planteado el apartamiento de Piana, entre otros argumentos porque al no citar a Sobisch “no hizo más que devolverle un favor” a quien habría sido “su padrino en la justicia”.
Piana fue fiscal adjunto (e integró, en esa condición, el equipo que Mendaña comandaba en una época cuyas oficinas estaban en el tercer piso del edificio de calle Alberdi).
Un rumor muy difundido por Tribunales menciona que estaba a punto de irse a Junín de los Andes en busca de mejores horizontes cuando habría recibido un guiño, una señal, un mensaje, para quedarse en Neuquén capital.
En marzo de 2005, cuando Sobisch gobernaba y el presidente del TSJ era Roberto Fernández, fue propuesto para juez y la Legislatura le prestó acuerdo. Junto con él asumieron otros tres jueces de Instrucción y dos Correccionales.
Piana ha sido un imán para las causas complejas. El asesinato de Carlos Fuentealba es, por lejos, una de ellas, pero por su despacho pasaron muchas otras de altísimo impacto social, mediático e incluso interno del Poder Judicial.
Por ejemplo, fue el juez que libró una orden de allanamiento de la vivienda de otra alta funcionaria judicial en el contexto de una sonada investigación que se cerró con sobreseimientos.