Informa el diario La Nación que “exhiben en Londres las fotos de la reina del pop cuando posaba desnuda por 30 dólares”.
¿Y si hubiera posado por más dinero? ¿Sería o no noticia como para mencionarlo en el título?
El fotógrafo de esa sesión fue Martin Schreider.
En uno de sus párrafos la nota de AFP repetida en La Nación menciona: “era una modelo, Martin la contrataba para esas sesiones de fotos. En ese entonces no era nadie", dijo Jamie McCartney, dueño de la galería Impure Art Gallery.
¿Cuántas nadie estarán hoy permitiendo que les saquen fotos desnuda por 30 dólares o menos?
¿Cuántas nadie estarán sometidas a la prostitución?
¿Cuántas notas periodísticas más harán falta para que los medios periodísticos aprendamos a abordar estos temas como corresponde?
Este informe de 14,22 minutos lo difundió TVR el sábado pasado.
Al día siguiente, Crítica digital publicó esta nota en la que afirma que Diego Gvirtz, el productor de TVR, habría cerrado un acuerdo con el kirchnerismo y por eso ahora sus informes son más oficialistas.
Esto armó un escándalo que no estuvo ni cerca de la polémica que se levantó cuando otro de los mal llamados chicos terribles de la televisión, Mario Pergolini, anunció que votaría por Mauricio Macri.
TVR me parecía un buen programa dentro de un género muy resbaloso, que comenzó a patinar por diversos motivos no sólo políticos (el año pasado fue furiosamente antikirchnerista, este año está oficialista).
Quizá uno de los golpes más certeros al “alma” de TVR se los dio Tomás Abraham, quien no figura entre mis personajes favoritos, el año pasado.
El filósofo estaba de invitado en el programa cuando presentaron un informe sobre el caso del padre Grassi. Ese informe cruzó una línea que, a “los TVR”, por su perfil, por su supuesto compromiso, se les puede exigir que no crucen.
“¿Es algo bueno pasar estos crímenes contra chicos con música? ¿Qué aplauden?”, les preguntó Abraham a los conductores.
¿Y qué hizo TVR? Espectacularizó la polémica, la convirtió en un tema de un nuevo informe con un nuevo tema musical (click aquí, 12 minutos 47 segundos es la duración).
Quizá no le podamos pedir a TVR que haga otra cosa distinta de la que hace. En otra época yo habría dicho que, a su manera, es un programa de televisión que ayuda a instalar temas y genera ciertas reflexiones lo cual no es poco.
Hasta hubiera dicho que es preferible a Gran Cuñado, el segmento televisivo que está reemplazando a la campaña electoral.
Pero me he cansado un poco. Me parece que programas como TVR hacen tanto daño como cualquier noticiero tendencioso.
Ya no quiero que la información esté espectacularizada. Quiero distinguir un noticiero de un programa de diversión, y cada vez me cuesta más.
En las jornadas de Blogs que se realizaron en Roca una estudiante de periodismo preguntó quién reemplazará a los diarios cuando desaparezcan.
La pregunta no iba dirigida a mí, pero le arrebaté el turno al panelista y contesté: los va a reemplazar Susana Giménez. ¿O acaso no llenó la programación durante varios días con su pedido de pena de muerte?
Esto no significa una defensa a ultranza de los diarios, que deben hacer méritos para mantenerse como fuente de información seria y confiable. Los diarios que han desaparecido en los últimos años no sólo perdieron lectores por culpa de Internet, sino por hacer mal periodismo.
Encontré estas declaraciones que formuló Carmen Argibay en el Primer Congreso de Derecho Laboral realizado en Paraná, muy oportunas respecto del tema posteado un poco más abajo:
Argibay consideró que los jueces deben brindar entrevistas a la prensa una vez que emiten sus fallos: “Yo creo que sí, es la forma necesaria de comunicación con la sociedad; si no la sociedad no se entera”, señaló.
Y mencionó que “también necesitamos medios educados e informados. A los jueces nos fastidia que no lean las sentencias antes de preguntarnos; si no tienen idea, las preguntas son superficiales, banales”, concluyó.
Uno nunca está muy seguro de si los/las voceros/voceras de prensa existen para facilitar el trabajo de los periodistas o para entorpecérselo. Su truco consiste en manejarse con tanta sutileza que no se note la diferencia.
Mucho contribuye a transformar la ayuda en abrazo de oso el hecho de que el periodista caiga en la modorra de esperar que el vocero le solucione todos los problemas.
A veces no es modorra. La multiplicidad de tareas que hay para hacer en un medio, la falta de capacitación, hacen su entusiasta aporte.
Así las cosas, hay campañas políticas (para poner un ejemplo a la moda) que algunos medios cubren sin que su personal se mueva jamás de la redacción.
Y hay casos policiales que se cubren también por teléfono, sin que el autor de la nota haya estado ni cerca del lugar del hecho.
También existen los que, sin importar de qué lado estén (en la redacción o en el ministerio/tribunal, etc) cumplen su trabajo a conciencia. No inventan excusas infantiles para justificar una falla y tienen lealtad hacia la profesión, actitud que figura en el top five de lo que se puede pedir.
A qué viene esta introducción. Por dos motivos. El 10 y 17 de junio habrá una doble jornada sobre "Criterios y fronteras de la Responsabilidad Penal de los Medios de Comunicación" en la Facultad de Periodismo en La Plata, calle 44 entre 8 y 9, Aula 3.
Organiza el Centro de Graduados. Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. La es entrada libre y gratuita, se entregarán certificados de asistencia. Consultas: red@perio.unlp.edu.ar
Afortunados los que puedan ir, y si traen material para compartir, mejor.
Lo otro es que en la misma Universidad se debatió la posible formalización de la figura del perito periodístico y en comunicación, como auxiliar de la justicia civil y penal.
Información sobre ambos temas hay en los dos documentos colgados en Scribd que pueden ver más abajo (por si lo olvidaron, con un click en el cuadratín del extremo superior derecho se lo puede leer en plantalla completa).
De paso, no estaría mal ir pensando en fijar en la agenda un encuentro anual (por lo menos) de prensa y justicia.