| |
05 » Apr 2008 |
 |
Y mientras tanto... |
|
| |
¿Qué hacen los vocales del Tribunal Superior de Justicia mientras en la Legislatura avanza el tratamiento de los juicios políticos?
*A Jorge Sommariva se lo encontró un empleado de la mesa de entradas de la Legislatura el jueves pasado a las 8 de la mañana. Traía un escrito en sus manos: la recusación de los tres diputados de Alternativa Neuquina. Es como disparar al piso: ya se sabe que los tres se excusarán de intervenir en el proceso, por lo menos como parte de la sala juzgadora.
Corrió también el rumor de que presentaría un recurso de amparo, lo cual hasta ahora no se concretó.
Lo primero que pensaron algunos que siguen de cerca el desarrollo de los juicios políticos es que, al contrario de lo que aparenta, Sommariva no está planeando una batalla sino su retirada. “Se pondrá en víctima de una conspiración política, dirá que no hay garantías para enfrentar el juicio, y se irá de una vez por todas a su casa”, especulan.
Como sea, con desprolijidades y apuros (en definitiva, nadie lo notificó formalmente aún del juicio político en su contra, y aunque es remota existe la posibilidad de que lo declaren inadmisible el próximo miércoles) Sommariva es el único que exhibió una reacción hacia fuera.
En febrero, cuando renunció a la presidencia del Consejo de la Magistratura, dijo que volvía al Tribunal porque él era “los ojos y los oídos del gobernador”. Apenas unas semanas después lo visitó un emisario (¿Pipe Sapag?) y le pidió que se jubile.
Ahora suena para reemplazarlo otro que gusta decir que es “los ojos y los oídos del gobernador”: Germán Pollitzer.
Sommariva no puede creer que un amigo de la familia (su esposa lo llama “Germancito”) se esté candidateando a ocupar su sillón. Después de todo, él insistió hasta el hartazgo para lograr su reingreso al Poder Judicial y aunque fue en la modesta defensoría oficial de Chos Malal, pronto saltó a la Auditoría General.
*Roberto Fernández se felicita a sí mismo. Se considera fuera de la primera línea de fuego, en parte fruto de su alianza estratégica con Jorge “Pete” Izquierdo, en parte porque cree que otros vocales hicieron más méritos que él para merecerse un juicio político.
Pero lo inquietó recibir un llamado de Jorge Sobisch sugiriéndole que era hora de pensar en el retiro. Y se convenció de que quien le puso precio a su cabeza fue Jorge Sapag y no Ana Pechen, como creía hasta ahora.
Fernández sabe distinguir cuando la guerra puede ganarse o está perdida. Más político que juez, entiende estas idas y vueltas de la historia. Pero no quiere irse sin recibir un gesto de gratitud. Después de todo, durante el tiempo que fue el hombre más poderoso del Poder Judicial actuó como un disciplinado militante cumpliendo órdenes y deseos de otros.
Y si fuera posible, quisiera llevarse al destierro a alguno de sus enemigos íntimos. Que, para su mala suerte y como enseguida veremos, podrían sobrevivir al descabezamiento.
*De Eduardo Badano se dice que es el más inquieto de todos porque le faltan muchos años para jubilarse y tendría que volver a trabajar. Pertenece a la planta del Estado desde que llegó a Neuquén, en los tempranos ochenta, gracias a un diputado nacional de trato frecuente con un pariente suyo, lo cual demuestra que ubicar a amigos en la Justicia no es una práctica que se haya inventado ahora.
Dice que el gremio Sejun le pidió el juicio político porque no les quiso dar aumento, y que Héctor Rimaro le fue a rogar que lo trasladara al Archivo porque no aguantaba más el clima de trabajo en la Cámara de Apelaciones.
Olvida que uno de sus argumentos favoritos para negar aumentos es que dependen de una aprobación legislativa, y que fue el diario Río Negro el primero que publicó la irritante historia del plus salarial que percibió por presidir la Junta Electoral. Es cierto que Sejun guardaba esa carta en la manga durante la negociación del incremento de sueldos, pero si sospecha que fue víctima de una extorsión debería denunciarlo. Y en cuanto a Rimaro, Badano lo conoce bien, al igual que a otros protagonistas que jugaron su rol en esta historia como Daniel Varessio y Rómulo Patti. Quizá le haya pedido el pase al Archivo pero en todo caso habría sido en sentido figurado porque ni con todo el poder de la presidencia del Tribunal Superior podría habérselo concedido.
*Ricardo Kohon está tranquilo. Recibió fuertes señales de que sobrevivirá al juicio político, e incluso es probable que el miércoles la Legislatura considere que no hay méritos suficientes para abrirle el proceso en su contra.
Lo salvará, fundamentalmente, que el gobierno no quiere un descabezamiento. No busca cinco lugares como su antecesor. Se conforma con tres y ya eligió a quiénes deben irse.
*Felipe Cía es el otro que tendría la continuidad garantizada, por el mismo motivo y otro adicional: en poco más de un año estará en condiciones de jubilarse de modo que es una vacante a futuro. Ya casi nadie se acuerda del escándalo que provocó la difusión de cierta pericia psicológica que una vez le hicieron, y menos aún de la sanción que recibió por inmiscuirse, cuando era fiscal, en el expediente que llevaba un colega (cuestionable acción que, según se dice, cuando el poder cambió de manos se convirtió en la merecedora de un premio y por eso lo designaron vocal).
G.B. |
|
|
|
Categoría : Juicio político |  Comentarios [0]
|
| |
 |
|
| |
| |
|
| |
| |
Esta es una tribuna de participación abierta por lo tanto le solicitamos responsabilidad en sus expresiones:
- Evite el uso de lenguaje ofensivo.
- Evite injurias o calumnias sobre las personas.
- Evite imputaciones infundadas.
El editor, que lee todos los comentarios previo a su publlicación, no publicará comentarios que no cumplan con estas especificaciones.
|
|
| |
|
| |
|
|
|
|
