El ajetreo de fin de año hizo pasar inadvertido para el gran público este intercambio epistolar breve pero intenso entre la Asociación de Magistrados y el Consejo de la Magistratura a propósito de la prórroga en la inscripción del concurso 25, destinado a elegir un juez de Cámara para Cutral Co.
En su momento el Consejo de la Magistratura informó que el Colegio de Abogados de esa circunscripción había pedido la prórroga debido a que el concurso tuvo, al momento del cierre, sólo dos inscriptos (lo que dio lugar a este post: ¿Nadie quiere ser camarista en Cutral Co?)
Dijo el Consejo: “Considerando la importancia del cargo a cubrir y en pos del beneficio que traerá aparejado una mayor participación, el Pleno entendió oportuno y conveniente disponer la reapertura del plazo de inscripción” a partir del 22 de febrero de 2010 hasta el 26 de ese mes y año.
La postergación no le cayó nada bien a la Asociación de Magistrados que le envió una carta al Consejo. Pueden leerla completa más abajo, los párrafos destacados (a mi criterio) son estos:
“La decisión de proceder a la reapertura del plazo para la inscripción importa un apartamiento infundado de la conducta tenida en relación a anteriores concursos, a la vez que una violación al principio de igualdad de trato para con los postulantes.
“Además, la reapertura del plazo de inscripción importa discriminar a los actuales inscriptos para el Concurso nº 25.
Al final, la estocada: “Indudablemente los hechos apuntados en poco contribuyen a generar confianza en la actuación de los señores Consejeros, y solamente aportan a la opacidad de los concursos convocados. Siendo estas circunstancias, quizás, las que determinan la escasa cantidad de postulantes que se presentan a los concursos, y no la época del año en que se publica la convocatoria”.
El Consejo de la Magistratura respondió con idéntica esgrima. El texto completo está más abajo, y dice entre otras cosas:
“No advirtiendo motivos o razones fundadas, ni argumento jurídico válido, cumplo en comunicarles que se ha resuelto rechazar el pedido formulado, sin soslayar que la medida adoptada por este Consejo fue requerida por otra institución, como resulta de vuestro conocimiento, y que además resultó consentida por los únicos dos inscriptos al referido Concurso”.
“La decisión adoptada no tiene objetivos subalternos siendo su único propósito colaborar con el mejoramiento del servicio de justicia”.
¡Qué panorama le espera a Graciela Martínez, próxima presidenta del Consejo de la Magistratura! Y el concurso en cuestión es nada menos que para cubrir la vacante que ella dejó...