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11 » Aug 2007 Un recorrido visual, sonoro y luminoso por el videoarte

Por Mercedes Ezquiaga

Una caja que proyecta textos de Borges bajados de internet en tiempo real con sólo pasar la mano o una tela que crea imágenes y sonidos diferentes según la intensidad con que se la toque son algunas de las 150 obras de la muestra "Resplandores", que reflexiona sobre los usos artísticos de la tecnología en el Centro Cultural Recoleta.
Un largo pasillo iluminado tan solo por una fina luz de neón al comienzo y otra al final une las siete salas ocupadas por obras de artistas argentinos e iberoamericanos, invitados a reflexionar sobre la dupla arte-tecnología y hacer un repaso del origen de la temática, como las proyecciones en super 8 de Andrés de Negri. En el inicio del recorrido, un divertido video de estética 'ochentosa', proyectado en seis pantallas sobre pared y que simula una publicidad exhorta a los visitantes a sumergirse en la trama de la exposición: "Dejate atrapar por el video arte", "analógico o digital", "fácil de almacenar", "VIDEO YA". 
"La idea es reflexionar acerca del lugar de la tecnología y dar un panorama focalizado en el video arte, a través de varios ejes temáticos como lo pre-videográfico, el hogar, la geografía, el yo, la hi-tech, centrados en el lenguaje, el espacio, la acción y la confrontación", explicó a Télam Graciela Taquini, curadora de la muestra junto con Rodrigo Alonso. 
Así es como aparecen dos monitores de computadora que reflejan secuencias de las primeras investigaciones del 1800 sobre el movimiento humano, fragmentos de la película "Metropolis" o viejos muñequitos llamados PinyPon, en alusión a la "apropiación, las citas y los fundamentos del video tecnológico", señaló Taquini. 
Considerada la madre del video, la televisión también fue puntapié para reflexionar acerca de su uso y relaciones dentro del hogar, como en la obra de Sara Fried, que muestra las cámaras de vigilancia de un edificio en la tele del supuesto cuarto de una adolescente, o un horno de cocina que proyecta un hombre que cocina sushi en una pequeñisima pantalla. 

El cuerpo, la acción y la subjetividad

La geografía e historia de la Argentina se proyecta en una enorme pantalla en el suelo, rodeada de tierra y de una sugerente pala para excavar, y muy cerca de allí, un monitor de televisor exhibe el andar de un velero por mansas aguas y la sucesión de distintas preguntas sin respuesta como ¿Dónde están las referencias?" o "¿Cuánto de salvaje todavía existe?". 
Videos que muestran a una artista que pasa su lengua por el piso de madera de una habitación, o a otra que llora y se enrojece ante los efectos de un aji picante que pasa por su cara una y otra vez también integran la muestra, donde las distintas iluminaciones y sus intensidades cumplen un rol importante para crear climas. 
"La palabra 'video' ('yo' 'veo') resalta una mirada y un sujeto y estas piezas son el resultado del encuentro de la tecnología con el cuerpo, la acción y la subjetividad. Algunas exhiben performances pensadas para la cámara que enfatizan el tiempo real", relató Taquini. 
Una de las piezas de mayor interacción con el espectador y tal vez de más atractivo la constituye la instalación del grupo Proyecto Biopus, una plataforma con una tela de lycra acolchada, en la que el visitante puede pasar su mano y crear círculos, triángulos o cuadrados, según la intensidad con que lo haga.  La obra "trabaja con un algoritmo de vida artificial y posee un sistema de captura de movimiento óptico", explicó a Télam Emiliano Causa, uno de los creadores, junto con Tarcisio Pirotta y Matías Romero Costas. 
"Tiene una lógica de ecosistema: si toco despacio, se crean círculos que son como vegetales, si lo hago un poco más rápido genero triángulos que son animales hervíboros -y se comen a los primeros-, pero si muevo más rápido aún genero cuadrados que son depredadores", detalló.  "Cada criatura de vida artificial tiene una energía determinada que se va consumiendo a medida que se mueven y necesita alimentarse para no morir, pero a su vez los otros se la comen. Este ecosistema va midiendo el nivel de frustración o satisfacción y esos parámetros son recibidos por un algoritmo de composición que produce la música", detalló Causa. 
La pieza titulada "Libro de arena", que viene de ser expuesta en Nueva York con mucho éxito, consta de una enorme caja transparente, repleta de papelitos picados y arena, que proyecta textos de Borges -en cualquier idioma- bajados de la web en tiempo real, activados por el movimiento de las manos del espectador. 
"La idea es pensar la internet como un archivo de texto inmenso todo el tiempo cambiante, dinámico e imposible de abarcar, y esto es solamente una porción de lo que podemos tomar. Se accede a los códigos html de los que están hechos las páginas, que incluyen fragmentos o textos enteros de Borges", relató Mariano Sardón, responsable de la obra. 
Organizada por el Recoleta y con la colaboración de las Universidades Maimonides, Tres de Febrero y del IUNA, "Resplandores" se podrá visitar hasta el 2 de septiembre, de martes a viernes de 14 a 21 y los sábados, domingos y feriados de 10 a 21, en las salas 4,5,6,7,8, 9 y Espacio Literario del centro cultural ubicado en Junín 1930, con entrada gratuita.

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Categoria: Galería de Arte

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