El Street Art se define como el arte desarrollado en la calle o cuyo montaje es ella misma. Esta corriente se manifiesta a través de varias categorías y tipos de expresión, tales como póster, esténcil, graffiti, stickers, entre otras modalidades.
Al respecto, Carlo McCormick escribió:
* La utilización de arte como merchandising se ha llevado a cabo de manera constante en las calles. Desde la tienda de Claes Oldenburg, que fue abierta en 1961 en su estudio en Nueva York, seguida por el importante rol que tuvieron los “Head Shops” en la tarea de distribuir los comics y afiches del arte psicodélico de los años ´60, y luego por instituciones como Printed Matter, que abrió en 1976 como un outlet para libros de artistas, esta forma de expresión pasó de ser un género a convertirse en un movimiento.
* Con la infusión de energía proveniente del punk rock y el Hip Hop de 1970, nació un nuevo ámbito de D.I.Y (hágalo-usted-mismo), en el que todas las formas de expresión creativa podían sustentar sus propios medios de producción y distribución, incluyendo sellos independientes de música, revistas, chapitas y poleras. Impulsados por los movimientos sociales más reconocidos de los años ´60, los primeros underground del punk y el rap generaron mercancía anti-comercial que poseían formas secretas de comunicación fuera del Mainstream, desde mensajes en poleras hasta códigos y símbolos en portadas de discos. Por otro lado, el lenguaje visual se convirtió en un mecanismo de designación y transmisión de identidad, y el efecto que esto tuvo en toda una nueva generación de artistas fue dramático.
* A finales de los años ´70, los artistas se vieron endurecidos por la corriente punk e inspirados por el graffiti. El choque entre la cultura hip-hop, el punk y el arte en Nueva York no ocurrió en galerías o salones de concierto, sino que en lugares de comercio improvisados. Tiendas de música poseían un display obligatorio de fanzines y parafernalia, y clubes como Club 57 y el Mudd Club acercaron mundos y géneros diferentes que habían evolucionado discretamente en las calles, trenes y espacios alternativos.
* El espíritu de los artistas de hoy vibra con los gestos creativos que tuvieron lugar en East Village, y de manera similar buscan mecanismos alternativos para sus trabajos. Particularmente atractivo fue la idea de que cualquiera – un artista, un fanático, o simplemente un freak – podría tener la oportunidad de vender arte por medio de abrir un lugar que fuera una mezcla entre galería, tienda y casa club. Una vez olvidadas estas distinciones, el mercado se convierte en un concepto adaptable y relativo, y como lugar de creatividad libre, lo que anteriormente se realizaba en un lienzo, ahora podía llevarse a cabo en una polera, un zapato, un comic, un juguete – o cualquier ítem.
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