Es de un artista egipcio, que entra en el Guinness
Durante siete años, el artista egipcio Taha al Korany se empleó en capturar el ambiente de uno de los mercados semanales de El Cairo. El resultado: un mural de dimensiones increíbles (23 por 1,4 metros) que acaba de entrar en el libro Guinness de los récords como el mayor del mundo.
La obra, expuesta en la Ópera de El Cairo, es un conglomerado de imágenes muy expresivas de vendedores ambulantes, sus productos, tenderas acompañadas de sus hijos y clientes regateando el precio de objetos nuevos o usados. Ninguna cara es igual en "The Friday market", el mercado semanal del viejo barrio de Sayda Aisha, en la capital egipcia. Para Al Korany no fue nada fácil llevar a cabo su propósito. "Solía ir al mercado y entablaba amistad con los pobres vendedores para poder expresar su lado humanano a través de colores y líneas", explicó el artista. "Sentí que debía ser la voz de esta pobre gente", añadió.
El mercado de los viernes es famoso en Egipto y reúne a gente de todo el país que normalmente pasa los jueves en El Cairo, vende sus pertenencias más diversas los viernes y los sábados regresa a sus pueblos o ciudades con algo de dinero en el bolsillo. "El mercado refleja la identidad de Egipto, con un panorama de gente de distintos orígenes, ya sean compradores o vendedores", dijo Al Korany.
"Su apariencia y los detalles de cada personaje me animaron a expresar las contradicciones del mundo dentro de este ajetreado mercado". El artista necesitó unos siete años para tener listo su mural. Durante este tiempo, lo visitó todas las semanas para tomar fotografías y realizar los primeros bocetos. Además, grabó varios videos para analizar la dinámica del mercado. "La interacción audiovisual me ayudó a pintar de una forma única, hasta el punto de poder oler (...) cualquier cosa que se vendiera en el mercado mientras trabajaba en el mural", afirmó.
Lo que Al Korany nunca imaginó es que su pintura llegara a ser tan grande, ni planeó entrar en el libro Guinness, pero le parecía imposible ignorar cualquiera de los elementos del mercado, que convierten al mural en una experiencia visual integrada. "Cada vez que terminaba una fase, descubría que había mucho más que añadir. Así que seguí ampliándolo hasta que alcanzó este tamaño", explicó. Su principal objetivo era "lanzar un mensaje sobre estos pobres vendedores y su modo de vida".
Y parece que lo ha conseguido: El gobernador de El Cairo, Adel Azim Wazir, prometió dedicar siete millones de libras egipcias (unos 1.265 millones de dólares) para modernizar el mercado de los viernes.
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