Por ISTRA PACHECO
MORELIA, México (AP) _ Cuando uno de los nietos de Diego Rivera vio una pequeña película incompleta de su abuelo grabada en 1949 por el maestro de la fotografía Manuel Alvarez Bravo y producida por el cineasta Gabriel Figueroa, supo de inmediato que debía rescatarla para mostrar la vigencia de su obra.
Diego López relató que la película original estuvo guardada por casi 50 años en pequeñas latas, dentro de una caja de cartón, descubierta recientemente. Con ese material, que no tenía audio y se grabó con muy pocos recursos, se construyó el documental ``Un retrato de Diego, la revolución de la mirada'', que se estrenó el miércoles como parte del V Festival Internacional de Cine de Morelia.
``Quedé maravillado. Yo nunca había visto a mi abuelo pintando en los espacios en los que desarrolló su obra... en un tono tan afable'', dijo en rueda de prensa luego del estreno. ``No sabemos si (el material) lo vio Diego o don Manuel'', pero a su juicio, el hecho de que tres grandes maestros en sus respectivos géneros, que fueron amigos, y cuyos papeles en la filmación se intercambiaban constantemente, hace que la pieza tenga un valor tanto artístico como histórico, destacó. Según se narra en la cinta, el fotógrafo terminó dirigiendo, el cineasta acabó como productor y Rivera, que era el protagonista, impartía las instrucciones como si fuera el director.
``La confluencia de los tres artistas es fundamental'' y a lo largo del documental se pueden apreciar cómo coincidían sus reflexiones sobre el nacionalismo, la mirada al objetivo que se iba a destacar, la documentación de las tradiciones mexicanas y la muerte, entre otras, agregó. La cinta incluye los testimonios de intelectuales mexicanos como Carlos Monsivaís y de José Luis Cuevas, el pintor que criticó la obra de Rivera y de otros muralistas por su ``estancamiento'' y por entender que destacaban más el mensaje político y olvidaban el cuidado de la estética. El objetivo fue darle un equilibrio al material entre admiradores y detractores.
Precisamente, a lo de la película se le describe como ``contradictorio'', ``instigador'', ``inestable'', ``inquieto'', ``denunciador'' y de una mirada ``particular y potente''. Según López, la trascendencia de la obra de Rivera, quien murió hace 50 años, ``permanece igual que el día en que se realizó'' y el documental es una invitación a reflexionar sobre qué ha pasado en torno a las denuncias que hizo el pintor de la desigualdad económica y social y las carencias del sistema educativo. A pesar de la fuerza de esas críticas a lo largo de su obra, ``no incidió lo suficiente para que hubiera una transformación'', dijo. `
`Mis hijos cuando la vieron no tenían ni idea. Ojalá que el documental sirva para que nazca la inquietud de volver de explorar quiénes fueron estos artistas, qué tan lejos estamos de lo que ellos propusieron''. El nieto dijo que ``este país no ha acabado de resolver sus problemas'' y eso debe verse reflejado en el largometraje. Además, debe servir como una mirada fresca sobre su calidad pictórica ``que nunca ha estado en duda'', en momentos en que la celebración este año del cincuentenario de Frida Kahlo y el despliegue de mercadotecnia alrededor de ella ha opacado a Rivera. ``El tiempo es el mejor juzgador de eso'', añadió.
En el proyecto se incluyen siete formatos distintos: entre ellos los clásicos como 16 y 35 milímetros, hasta video y digital, todos con una textura diferente que ayuda a diferenciar las tomas actuales de las originales. Para la música que acompaña la cinta se utilizaron exclusivamente composiciones de autores mexicanos tanto de la época de la revolución a principios de siglo XX, hasta piezas contemporáneas. Se espera que la película se estrene a nivel comercial el 26 de noviembre junto con la inauguración de una exposición titulada ``Diego. Gráfico e hipergráfico'' con motivo del 50 aniversario luctuoso del artista, dijo su nieto. Paralelamente se imprimirá un libro con análisis de intelectuales sobre su obra.
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