El Museo de las Escrituras del Mundo, que aspira a ser único en su tipo en Francia y en Europa, fue reabierto el último fin de semana y se dedicará a la historia de la lengua de los antiguos egipcios, pero también al surgimiento de las escrituras en todo el mundo. En cuatro pisos, más de dos mil metros cuadrados de superficie y un edificio refinado y estéticamente remodelado, la colección conduce por unos 5.300 años de historia de las escrituras.
A ésto alude la fachada exterior ya que en los espacios que dejan libres ventanas y arcadas, aparecen letras de todo el mundo, como por ejemplo hebreas, etruscas o japonesas, informó la agencia de noticias DPA.
El foco del museo es el surgimiento y desarrollo de los jeroglíficos, a los que Jean-Francois Champollion, el padre de la egiptología, dedicó toda su vida.
Nacido un 23 de diciembre de 1790 en Figeac, el experto resolvió el enigma de los jeroglíficos -un sistema de escritura inventado por los antiguos egipcios alrededor del 3.500 antes de Cristo- y fue el primero en descifrarlos.
Por ello, el primer piso está dedicado a Champollion, a su numerosa correspondencia, en la que escribe sobre sus infructuosas o exitosas investigaciones, y a los espléndidos objetos que en parte trajo de su estadía de dos meses en 1830 en Egipto, como estatuas y fragmentos de inscripciones de templos en escritura jeroglífica. El recorrido se despliega en forma lúdica en columnas, manuscritos y caligrafías que son el preludio a las escrituras, sobre todo a aquellas que sirvieron como base para otros idiomas y letras como los caracteres cuneiformes, el chino o los glifos de los mayas.
Asimismo, hay videos sobre el nacimiento de los caracteres en China o en la Mesopotamia que completan un viaje de 5.300 años por los sistemas de representación gráfica de las lenguas del mundo.
*Campo obligatorio.