24 » Oct 2009 INNOVADORES argentinos viajan a Guatemala

Cuatro iniciativas argentinas estarán presentes del 11 al 13 de noviembre próximos en Guatemala, en el marco de la V Feria de la Innovación Social organizada por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), junto a la Fundación W.K. Kellogg.  De los trece proyectos de siete países de América latina y el Caribe seleccionados como finalistas del concurso "Experiencias en innovación social", entre las más de cuatrocientas que postularon este año de toda la región, cuatro son argentinas. 
Uno de ellos es el Programa de "Abuelas Cuentacuentos", impulsado por la Fundación Oscar "Mempo" Giardinelli de la provincia de Chaco, en el que voluntarias de la tercera edad donan parte de su tiempo para leer a los niños en las escuelas.  Es un trabajo que beneficia a miles de niños que viven en la pobreza quienes descubren el placer de la lectura y a las personas mayores que se sienten útiles. 
"Fue creado en 2000, luego de que Mempo estuviera en Alemania y viera gente mayor en hospitales leyendo a los enfermos; él pensó en replicarlo acá pero en lugar de ayudar a un bien morir, contribuir a un bien vivir”, explicó a Télam Natalia Porta López, coordinadora del programa. 
Según Porta López, se trata de un "modelo de gestión de voluntariado que está funcionando muy bien”; y recordó que de las iniciales seis abuelas, algunas de las cuales sigue en actividad, hoy se pasó a más de mil voluntarios repartidos en unos 100 grupos en todo el país.  Entre los logros obtenidos, destacó que "los niños se comportan como lectores, crecen en su capacidad de atención y escucha, además de una mejora en la comprensión de las palabras". 
"Además de querer volver con un premio, queremos conocer gente que quiera implementar el proyecto en Guatemala y ver cómo se organizan otras prácticas; es muy estimulante”, agregó, al tiempo que destacó que a diferencia de otros grupos de narradores y cuentacuentos, en éstos las abuelas acompañan durante muchos años a los grupos de niños con literatura de calidad todas las semanas.  Otro de los proyectos argentinos seleccionados para la instancia final del concurso es la "Defensoría del Agua y los Derechos Humanos", dedicada a la problemática y conflictividad del agua y ejecutada por OIKOS Red ambiental en la Provincia de Mendoza.  Desde 2006, la intervención de esta ONG va desde la educación ambiental y la sensibilización ciudadana, hasta la utilización de las vías administrativas y eventualmente judiciales, para resguardar los derechos vulnerados de las comunidades afectadas.  "Comenzamos a notar que había muchos casos específicos de problemas de agua”, afirmó a Télam el titular de OIKOS, Eduardo Sosa, quien explicó que, junto a otras organizaciones, equipos de la defensoría coordinan distintas actividades, como exigir el tratamiento de efluentes industriales y proteger glaciares o cursos de agua.  Según Sosa, "nuestro objetivo es incorporar a la discusión a todos los actores relacionados con el uso del agua, ya que hasta ahora todo lo resuelven unos pocos y nuestro sueño es lograr que sea reconocido como un derecho humano jurídicamente consagrado”.  "Nos gustaría traer el primer premio a la Argentina, pero estamos halagados de haber sido elegidos, ya nos sentimos ganadores; y ojalá que esto sirva para contribuir a generar conciencia sobre el uso de agua en Mendoza, a recuperar el liderazgo que la provincia tenía y revertir las consecuencias negativas”, concluyó.  También fue seleccionado el programa de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos "Trabajo y Ciudadanía: la inserción socio-laboral de los recicladores urbanos de residuos, a través de una estrategia en red", que apunta a erradicar el trabajo infantil asociado a la labor de los recicladores de la zona. 
Según contó a Télam María Griselda Anzola, docente-investigadora a cargo del proyecto, "reúne más de 20 años de trabajo con unas tres mil personas que se dedican a reciclar los residuos de la ciudad de Paraná, con el objetivo de erradicar el trabajo infantil e intentar brindar alternativas laborales a los jóvenes”.  "Cada instancia superada fue una satisfacción y llegar hasta aquí un honor”, aseguró Anzola, quien consideró la participación del proyecto en la final del concurso como un reconocimiento de "que estamos en el camino correcto y un impulso para seguir adelante para hacer posible este sueño”. 


La cuarta iniciativa argentina elegida es de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y lleva por título "Apoyo a productores familiares del Gran La Plata. Banca Social-Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales".  Iniciado en 2005, cuando la Facultad amplió su función tradicional al compromiso social con el medio rural de su zona de influencia, el proyecto involucra a profesores, estudiantes y pequeños productores hortícolas; y hasta el momento entregó unos u$s 150.000 en microcréditos entre unas 200 familias reunidas en 22 grupos de productores familiares en La Plata, Berisso, Ensenada y Berazategui. 
"Inicialmente se trató de un proyecto de microcréditos, pero se le fue incorporando capacitación y se transformó en un proyecto de extensión mas amplio”, explicó a Télam Ramón Cieza, prosecretario de Desarrollo Social y Comunitario de la casa de altos estudios. 


Según Cieza, "el pilar del proyecto es la garantía solidaria, ya que como ninguno de los productores participantes es sujeto a crédito, cuando damos un crédito no pedimos una garantía prendaria, sino un compromiso solidario del resto de cada uno de los integrantes del grupo”.  Y reveló que los fondos corresponden a distintos programas estatales, tanto provinciales como nacionales, con una tasa de recupero superior a 95%, que se acerca al cien por ciento en los últimos dos o tres años. 
"Estamos muy contentos de haber sido finalistas, el concurso nos permite dar a conocer algo que hacemos con mucho esfuerzo, nos abre puertas y la posibilidad de conseguir financiamiento externo”, afirmó. 
Además de los cuatro finalistas argentinos, fueron elegidos para la instancia final del concurso, organizado con el apoyo de la Fundación W.K. Kellogg, tres proyectos de Brasil, dos de Perú y uno de Chile, Costa Rica, México y Uruguay.  Del total, 60% de los proyectos abordan soluciones en desarrollo rural y generación de ingresos, mientras que el resto apunta a educación (23%), juventud (7%) y salud (7%). 
Desde 2004, se han presentado 4.800 proyectos en los cinco ciclos del concurso, se han identificado 72 experiencias probadamente innovadoras y han sido premiadas 21 de ellas, provenientes de toda la región. (Télam).

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