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06 » Jun 2009 Deslumbra la Bienal de Arte de Venecia (III)

Entre orden y caos: los artistas latinoamericanos "crean mundos"

Por Kelly Velásquez desde VENECIA


Del angustiante recorrido del "Corredor de la muerte" del chileno Iván Navarro, al orden metódico del cubano Carlos Garaicoa pasando por la inmensa telaraña del argentino Tomas Saraceno, los artistas latinoamericanos "crean mundos" que perturban y deslumbran en la 53 edición de la Bienal de Venecia que se inaugura el domingo.
Cumpliendo con el lema "crear mundos", propuesto por el director sueco de la Bienal, Daniel Birnbaum, el chileno Navarro presenta obras llenas de alusiones y enigmas.
Las trece puertas de aluminio con luces fluorescentes de neón que generan el efecto angustioso de 'corredores de la muerte' a través del muro, instaladas en una sala oscura del pabellón de Chile, en el Arsenal, epicentro de la muestra, hablan de muerte, de espera, de violencia y también de espacio, volumen, juegos ópticos.
"Son espacios ficticios y ambiguos a la vez", admite en una charla con la AFP el artista, quien reside desde hace varios años en Nueva York y cuya obra ha sido muy bien recibida por la crítica y la prensa italiana, entre ellos el crítico Achille Bonito Olivo y el diario Il Corriere della Sera.
Chile participa por primera vez en la cita más antigua del arte contemporáneo con un pabellón propio, financiado en buena parte con fondos públicos y de un costo de unos 400.000 dólares. "Es el artista de una nueva era para Chile", sostiene el embajador de ese país en Italia, Cristian Barros. Junto con la escultura "Bed", un desconcertante pozo sin fondo con las letras bed iluminadas al infinito, y la escultura y video "Resistance" sobre la vida urbana, Navarro, de 37 años, recientemente premiado en su país por su obra "¿Dónde estan?" sobre la represión militar, sacude con una propuesta muy audaz e inteligente.



Igualmente fuerte resulta la gran telaraña del Saraceno, entre los 90 artistas invitados por el director de la Bienal, que abre la exposición en el nuevo Palacio de Exposiciones localizado en los tradicionales espacios de Jardines. Con "Galaxias", realizada con cuerdas elásticas fijadas al suelo, al techo y a las paredes de la sala, el artista argentino radicado en Alemania, presenta una clara metáfora del mundo contemporáneo. E
l impecable orden urbanístico del exitoso cubano Garaicoa, con Ciudad Doblada, formada por cuatro mesas con maquetas de pequeños edificios con todo tipo de formas geométricas en cartón rojo, representan "mundos paralelos e infinitos" sostiene el artista que expone junto con otros once en el amplio pabellón del Instituto Italo-Lationoamericano. Como el enciclopedista del siglo XVII Cassiano dal Pozzo, el colombiano Alberto Baraya, en el mismo pabellón, clasifica la naturaleza a su manera con objetos de vidrio veneciano: flores, hojas, pétalos que descubren una nueva naturaleza que el artista estudia científica y poéticamente, como si la pared fuera la página de la enciclopedia.
"La clasificación es un ejercicio de poder y no sólo la ciencia puede ordenar el mundo", explica Baraya. Los mundos caóticos del uruguayo Juan Burgos, en el pabellón de Uruguay, con dos collages de retazos de personajes y símbolos de la actualidad de culturas diferentes, son un mundo globalizado, dominado por violencia y exceso de información y representan el "zapping" lleno de color de la vida moderna.
"Es el Uruguay joven, colorido, que quiere cambiar con fuerza el mundo", sostiene el artista, cuyos "paisajes críticos" de la realidad, constituyen una reflexión "sobre la pertenencia, la memoria y el lugar", como sostiene la comisaria de la exposición, Patricia Betancur.
Completamente diferentes son los "paisajes sonoros" del uruguayo Pablo Uribe con la videoinstalacción "Atardecer", en la que proyecta a un hombre en camisa celeste que imita sonidos diurnos de animales nativos, mamíferos, aves, insectos y reptiles.
"Es un falso documental, una contradicción en sí mismo", sostiene Uribe. El pabellón, localizado entre el de Estados Unidos y Australia, se abre con una obra de fuerte contenido político de Raquel Bessio, "La Tierra prometida", con diez cajas metálicas con los escudos de países de América del Sur acompañadas por margaritas de hierro que se van oxidando, un mensaje, como dice ella, de transformación permanente. (AFP)

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Categoria: Galería de Arte

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