El público del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) podrán ver, desde este domingo, la primera gran retrospectiva que un museo de Estados Unidos dedica a los artistas latinoamericanos León Ferrari y Mira Schendel, con una colección de obras que incluye algunas nunca expuestas hasta ahora.
Bajo el título "León Ferrari y Mira Schendel: El alfabeto enfurecido", el MOMA muestra, a través de 200 obras (cerámicas, dibujos, pinturas, esculturas e instalaciones) las similitudes y paralelismos que tuvieron las carreras de los dos artistas, a pesar de no trabajar juntos. "
Hay similitudes muy sorprendentes entre ambos", explica el comisario de la exposición, Luis Pérez-Oramas, y añade: "No son sólo similitudes formales y conceptuales sino también cronológicas".
Para Pérez-Oramas, responsable del departamento de arte latinoamericano del MOMA, Ferrari (Buenos Aires, 1920) y Schendel (Zúrich, 1919-Sao Paulo, 1988) son dos artistas que han tenido importante relevancia en el mundo artístico e intelectual por la manera en que tratan lenguaje. Un uso que va más allá de utilizarlo como vehículo de expresión de las ideas o los conceptos: "La función del lenguaje la enfocan de manera totalmente distina; reiventaron de una forma muy impactante el uso del lenguaje al concebirlo como materia". Así, se puede ver en la exposición, por ejemplo, las obras en tinta hechas por Ferrari en 1962 ("Sin título [Sermón de sangre]"), inspiradas por los poemas que su amigo y poeta Rafael Alberti le leía en voz alta cuando ambos residían en Buenos Aires. En esta obra, formada por dos telas, se muestra un laberinto de líneas donde destaca el color rojo de la sangre. En el caso de Schendel, en sus obras de la serie "Objetos gráficos" (finales de 1960) se puede ver cómo la artista juega con las letras a través de diferentes grafismos y composiciones.
"Ferrari hace una obra más polémica y provocativa mientras que Schendel es más existencial, contemplativa, y ciertamente poética", apunta Pérez-Oramas.
La manera de cómo usaron y reiventaron el lenguaje no sólo une a los dos artistas sino también algunos factore biográficos como el hecho que ambos vivieron en el exilio: Ferrari tuvo que exiliarse de Argentina y marchó a vivir a Sao Paulo entre 1976 y 1991; Schendel, por su parte, tuvo que exiliarse de Suiza ante la persecución nazi y marchó a Sarajevo, más tarde a Roma y, luego Porto Alegre y Sao Paulo donde moriría. Ambos tuvieron que esperar para que se les hiciera una retrospectiva: en el caso de Ferrari fue en 2004, en Buenos Aires; y en el caso de Schendel, en 1996, ocho años después de su muerte.
"La exposición de Ferrari de Buenos Aires no estuvo exenta de polémica", explica Pérez-Oramas y añade: "La Iglesia Católica intentó cerrarla".
La provocación de Ferrari se puede ver en la exposición del MOMA con obras como "El juicio final" (1994), que trata de una reproducción de "El juicio final" de Miguel Ángel llena de excrementos de aves.
Ferrari puso la reproducción dentro de una jaula de aves para conseguir este resultado.
"Mientras el arte hecho con animales es algo muy familiar para nosotros, el arte hecho con sus heces no lo es tanto", se lee en una cita de Ferrari que acompaña la explicación de la obra.
La exposición "El alfabeto enfurecido" cuenta con obras no vistas hasta ahora procedentes del estudio de Ferrari y del Patrimonio Mira Schendel, además de otras colecciones públicas y privadas de Londres y Estados Unidos. La exhibición se podrá ver hasta el 15 de junio.
Data: agencia DPA
Fotos: agencia AP
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