Un café de Iowa ha recibido un caudal de pedidos para unas galletas que son de las preferidas de Barack Obama.
Las galletitas de chocolate del Baby Boomers Café en Des Moines no eran tan populares hasta hace poco, pero durante la campaña electoral, Obama y sus asistentes pasaron mucho tiempo en Iowa y se volvieron ávidos consumidores de esa confección.
"Hace apenas dos meses yo regalaba estas galletitas y ahora recibo pedidos de dos docenas o de cuatro docenas'', dice Rodney Maxfield, uno de los propietarios del local. Durante la contienda presidencial, la sede estatal de la campaña de Obama estaba al lado del café, y el personal pasaba horas en el lugar.
La esposa y las hijas de Obama solían visitar el lugar y se volvieron fanáticas de esas galletas, relató Maxfield.
El mes pasado, la campaña de Obama pasó por Iowa nuevamente y ordenó una docena de galletas para la familia. Fue entonces cuando comenzó a correr la voz sobre la afinidad del dirigente político por ese dulce.
De repente, las ventas de esas galletas ascendieron de un promedio de 400 a más de 1.000 por semana, y las órdenes llegaban inclusive desde México. Como era de esperarse, el precio subió: de 50 a 75 centavos por galleta.
"Supongo que la gente pensó 'tremenda galleta, tremendo presidente', él va a solucionar todos los problemas y si me como esta galleta seré más feliz'', dijo Maxfield.
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