08 » May 2009 ELLAS, las modelos, MUSAS DE LA MODERNIDAD




Por Paola Messana desde NUEVA YORK

Desde la famosa foto de Richard Avedon "Dovima y los elefantes" hasta los desnudos actuales de Gisele Bundschen o Kate Moss, pasando por la Twiggy de los 60, las modelos son "musas" de la modernidad.
El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York inauguró esta semana una exposición abierta hasta el 9 de agosto con una retrospectiva sobre medio siglo -de 1947 a 1997- de las modelos que inspiraron a diseñadores, fotógrafos y artistas de un mundo dominado por la estética y la apariencia.





En los años 20 aparecieron las primeras modelos famosas, reemplazadas en la década siguiente por actrices de Hollywood o mujeres de la alta sociedad, elegantes, ricas y ociosas, recuerda el Instituto de la Vestimenta que organiza la exposición patrocinada por el diseñador Marc Jacobs y la modelo Kate Moss.
Fue recién después de la II Guerra Mundial, con el "New Look" lanzado por el diseñador francés Christian Dior, que las modelos comenzaron a tomar una importancia creciente. Durante las cinco décadas siguientes, esas mujeres longilíneas representaron sucesivamente a la mujer fatal de los años cincuenta, la exuberancia de los 60, el culto del atletismo y de la belleza negra en los 70, hasta convertirse en multimillonarias con contratos de exclusividad para perfumes o relojes de lujo.
Todas esas tendencias, seguidas por millones de mujeres a través de las revistas de moda, fueron encarnadas por rostros y cuerpos inmortalizados por fotógrafos especializados como Irving Penn, David Bailey, Helmut Newton, Peter Lindbergh, Oliviero Toscani o Patrick Demarchelier.
Para "Dovima y los elefantes", Richard Avedon hizo posar en 1955 en el Circo de Invierno de París a Dorothy Virginia Margaret Juba, con un vestido negro y blanco de Yves Saint-Laurent, en esa época asistente de Christian Dior. Poco a poco, las modelos se convirtieron en musas de tal o cual creador, otras se casaron con los fotógrafos, y muchas terminaron siendo heroínas para millones de adolescentes.
Las modelos eran descubiertas muy jóvenes en un ómnibus a los 14 años, como Carmen dell'Orefice en 1945, o en Nairobi en 1975 como la somalí Iman, y rivalizaron con actrices y cantantes en las revistas sobre famosos.





La exposición recuerda la llegada triunfal a Nueva York en 1967 de la menuda Twiggy, ya aclamada en la Inglaterra de los Beatles y de Mary Quant, a quien fue necesario evacuar en helicóptero de las calles de Manhattan.
Twiggy fue la primera modelo "estrella", seguida por muchas otras, de Claudia Schiffer a Christy Turlingon, de Cindy Crawford a Naomi Campbell, de Kate Moss a Stephanie Seymour.
El fenómeno terminó saturando, comenta el Instituto de la Vestimenta, que concluye la retrospectiva evocando "el flujo al parecer inagotable de modelos llegadas de los países del Este, todas parecidas unas a otras".
Un flujo que solo unas pocas convirtieron en cuento de hadas, como Natalia Vodianova, nacida en Rusia en 1982, verdulera a los 11 años, modelo estrella a los 17 y finalmente esposa de un rico aristócrata inglés, con quien ya tuvo tres hijos.

Fuente: agencia AFP
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29 » Apr 2009 La influencia del arte egipcio en Giacometti




Por HANNS NEUERBOURG desde ZURICH

Le llaman ``El Egipcio'', pero Alberto Giacometti nunca estuvo en Egipto.
Una exposición en Zurich ahora le da ese nombre simplemente para centrarse en la intensa fascinación que el escultor suizo tenía por el arte egipcio.
La muestra resalta por primera vez el enorme impacto que anónimos artesanos egipcios que trabajaron hace milenios tuvieron en la obra de Giacometti, una de las figuras más prominentes del arte del siglo XX.
En el museo Kunsthaus, que tiene la colección más amplia de las obras del artista, unos 20 temas egipcios están colocados junto a casi 100 esculturas de Giacometti y muchos de sus dibujos.
El resultado es un diálogo artístico que trasciende miles de años y abre una perspectiva poco conocida en el estilo único del artista que rompió con el surrealismo temprano en su carrera.





La exposición, que se extiende hasta el 24 de mayo, permite a los visitantes descubrir asombrosas similitudes entre un arte tan ancestral y el estilo escultórico de Giacometti.
Giacometti tenía menos de 20 años cuando vio por primera vez muestras de arte egipcio en el Museo Arqueológico de Florencia en 1920. Eso le dejó más impresionado que nada en la "ciudad de Michelangelo''.
Luego de estudiar más piezas egipcias en el Museo del Vaticano, el suizo se sintió convencido de que ese arte era insuperable.
"Para mí, la estatua más hermosa no es griega ni romana, y ciertamente no del Renacimiento. Es egipcia'', le escribió a sus padres en una entusiasta carta desde Roma.
"Las esculturas egipcias tienen una excelencia, una uniformidad de líneas y formas, una técnica perfecta que no ha sido igualada desde entonces''.
La pieza más antigua en la muestra en Zurich es la estatua de granito de un escriba trabajando en un rollo de papiro, que fue tallada hace 3.500 años.
El dibujo de la estatua por Giamometti está fechado en 1935, unos 15 años después de que hiciese sus primeros bosquejos directos de la exposición en Florencia.
La estatua de una madre sentada, hecha con yeso en 1927, está entre las primeras esculturas de Giacometti en las que se nota la relación con el pasado distante.
Está colocada junto a la figura sentada de una reina egipcia que fue creada aproximadamente en el año 2.500 antes de nuestra era.
También en la muestra está su Carro de 1950, que se parece mucho a un bien preservado carro egipcio de batalla de dos ruedas que capturó su atención en Florencia 30 años antes. Pero el carro egipcio tuvo que permanecer en el museo florentino.





Para la mayoría de sus admiradores, Giacometti es probablemente más conocido por sus figuras alargadas de mujeres y hombres hechas en metal, con su aparente alienación.
Ese importante tema de su obra es familiar para los suizos, porque su obra "Tres hombres caminando'' aparece en el billete de 100 francos junto con un retrato del artista. En la exposición, una estatua de bronce de "Hombre caminando'', de 1,67 metros de estatura y hecha en 1970, está colocada junto a su versión egipcia, que tiene apenas el tamaño de un lápiz y es de madera.
Otro bronce de Giacometti, "Hombrecito sobre pedestal'', de unos ocho centímetros, está al lado de una figura egipcia de un hombre parado, de 36 centímetros.
Esas esculturas dieron a Giacometti fama internacional.
El suizo ganó el prestigioso Premio de Escultura en el Carnegie International en Pittsburgh en 1961 y el Premio de Oro de Escultura en la Bieal de Venecia de 1962. El año pasado, un bronce pintado de 2,74 metros de estatura y apropiadamente llamado "Mujer Alta II'' se vendió por 27,4 millones en una subasta en Christie's en Nueva York.

Texto y fotos de agencia AP
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21 » Apr 2009 Expo en Washington estudia a Marcel Duchamp




Por BRETT ZONGKER desde WASHINGTON

El artista conocido entre otras cosas por haberle dado un bigote a la Mona Lisa y por invertir un urinario y llamarlo "Fuente'' es objeto ahora de una muestra en la Galería Nacional de Retratos en Washington. La nueva exposición "Inventando a Marcel Duchamp: Las Dinámicas del Retrato'' se centra en el legado del artista francés.
La extensa presentación, que incluye autorretratos de Duchamp y retratos del artista y hechos por Richard Avedon, Jasper Johns, Andy Warhol y otros, estará abierta hasta el 2 de agosto.
"Una de las cosas que descubrimos es que aunque Duchamp es aún un gigante en el mundo del arte, no es muy bien conocido para el público estadounidense'', dijo Anne Collins Goodyear, co-curadora de la exposición.
"Tuvimos la oportunidad de sacar a Duchamp de las sombras''.
Duchamp no era ajeno a la atención del público estadounidense a inicios de su carrera. Cuando llegó inicialmente a Nueva York en 1915, ya tenía una gran reputación. Su pintura abstracta "Desnudo bajando unas escaleras'' había escandalizado en 1913 en la primera muestra de arte moderno en Estados Unidos, conocida como el Armory Show.
"En esa exposición provocativa, la pieza de Duchamp fue la más escandalosa'', dijo Goodyear.





Los reporteros querían entrevistar a ese artista extravagante en cuanto llegó de Francia. Duchamp vio la oportunidad de reinventarse en un país libre de fuertes tradiciones. Podía aprovechar la oportunidad para salirse de los límites artísticos y explorar la identidad de sus sujetos (incluso él mismo) más allá de una óptica unidimensional.
"Duchamp reconoció temprano en su carrera que la identidad no es algo tan simple como se había imaginado previamente'', dijo Goodyear.
"Encubiertamente, pienso que él estaba siempre alterando nuestras formas tradicionales de hacer las cosas, para hacer que la gente pensase''. Junto con el co-curador James W. McManus, de la Universidad del Estado de California, Goodyear piensa que el legado de Duchamp es la idea de que la identidad es algo "cambiable, elástico, no algo fijo''; que un artista puede retratar a la misma persona de formas extremamente diferentes para capturar distintos aspectos de su identidad.





En el centro del movimiento Dadá en Nueva York, Duchamp rompió meticulosamente todas las reglas. Ahí tenemos su profanación de una copia de la Mona Lisa en 1919, con la inscripción LHOOQ, que al deletrearse en francés quiere decir más o menos "ella está caliente''. Entonces tenemos al alter ego femenino de Duchamp, Rrose Selavy, otro juego fonético que puede ser traducido como "Eros, así es la vida'', que fue fotografiado tres veces y nuevamente torció la idea de la identidad.
Duchamp se vistió de mujer para ser retratado por Man Ray y citó a su alter ego Selavyu como colaboradora en varias obras.
Su famosa pieza de 1923: "Buscado: 2.000 dólares de premio'', fue una variación de la fotografía policial y los carteles de busca de delincuentes. Duchamp colocó dos fotos suyas en el cartel e imprimió su alias junto a otros nombres listados bajo el rostro. Duchamp regresó a Francia de 1923 a 1942. Allí creó la Boite-en-valise, un museo portátil con versiones en miniatura de sus obras contenidas en una valija de piel, en parte para transportar su obra a través del territorio ocupado por los nazis durante la II Guerra Mundial. Engre la sobras en la Boite estaban miniaturas de la "Fuente'' y "El Gran Vidrio''.
"Has inventado un nuevo tipo de autobiografía'', dijo su amigo y mecenas Walter Arenberg al recibir el regalo de una Boite-en-valise completa en 1943. Para cuando regresó a Estados Unidos, Duchamp era un veterano ``con suficiente sentido del humor e irreverencia como para atraer a los jóvenes artistas'', dio Goodyear.
En su "Autoretrato de perfil'', de 1957, Duchamp creó una silueta para retratarse. En 1964, Jasper Johns rindió tributo a Duchamp por primera vez, creando su propia versión de esa silueta, con papeles pegados y grafito. Otros artistas crearon sobre la base de la imagen de Duchamp, y algunos como homenaje le pintaron un bigote, como él le había hecho a la Mona Lisa.
La exposición en Washington, preparada durante cinco años, es esencialmente la primera en mirar a la creación estadounidense de Duchamp.
Es además la primera en compilar las auto representaciones de Duchamp con retratos de él por otros artistas.
Los curadores encontraron más de 800 obras con Duchamp como sujeto y redujeron el. grupo a unos 100 retratos y autorretratos.
Entre las piezas está el recién descubierto retrato de Ducham en 1937 frente a su ``Desnudo bajando unas escaleras'', por Daniel McMorris. El cuadro es exhibido públicamente por primera vez en más de 70 años. ``Para generaciones de artistas en las últimas cinco décadas, él ha servido de un punto importante del que generar ideas'', dijo McManus, que junto con Goodyear editó el catálogo de 320 páginas de Duchamp.

Más info en National Portrait Gallery: http://www.npg.si.edu/
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08 » Apr 2009 Impresionante retrospectiva de Kandinsky




Por Fabienne Faur desde PARIS

De la agencia AFP


El Centro Pompidou de París acogerá a partir del miércoles la primera retrospectiva consagrada en 25 años a Vassily Kandinsky, fondador del arte abstracto, muestra presentada ya en Munich y que viajará después a Nueva York.
La exposición "Kandinsky" presenta del 8 de abril al 10 de agosto un centenar de grandes formatos, la mayoría de los cuales proceden de los tres museos que poseen las colecciones más importantes del artista, el Lenbachhaus de Munich, el Centro Pompidou y el Guggenheim de Nueva York, completadas por préstamos de otros museos y de colecciones particulares.
En París, la muestra se enriquece con dibujos y manuscritos conservados en el Fondo Kandinsky del Centro Pompidou y con telas venidas de Georgia. "La idea inicial era reunir las obras mayores de los tres grandes fondos", para permitir a los visitantes descubrir "un recorrido verdaderamente exhaustivo de uno de los mayores pintores del siglo XX", señala a la AFP Alfred Pacquement, director del Museo Nacional de arte moderno del Centro Pompidou.





La retrospectiva, presentada en una superficie de 2.000 m2, recorre la vida y la carrera del pintor, nacido en Moscú en 1866, profesor en la Bauhaus en Alemania hasta 1933 y muerto en Neuilly-sur-Seine, cerca de París, en 1944, cinco años después de haber adoptado la nacionalidad francesa. Kandinsky, que estudió derecho y economía, empezó a pintar tarde.
Una decisión motivada, según contó él mismo, por el deslumbramiento que tuvo ante una obra de Claude Monet. Partió entonces a estudiar a Munich, viajó y, en 1907, cuando tenía 41 años, pintó "La vida mezclada", obra colorida que evoca la Rusia tradicional. El cuadro es figurativo, pero se ve ya en él la importancia dada por el artista al color. Después, "todo va muy rápido", explica Pacquement. Kandinsky se instaló en Murnau, trabajó con Jawlensky, conoció a Franz Marc, con quien fundó el grupo Der Blaue Reiter (El Caballero Azul).
"Continúa su pintura figurativa, pero los elementos de la representación son eludidos o traducidos de manera no realista. Da cada vez más lugar a la expresión cromática y lo figurativo va desapareciendo", agrega.





En 1911, Kandinsky pintó "Pintura con círculo", obra considerada su primer cuadro abstracto. Paralelamente, escribió "Lo espiritual en el arte", libro en el que defendía el arte abstracto y teorizaba sobre el hecho de que la pintura debe ser, como la música, un modo de expresión poética. La Primera Guerra Mundial lo obligó a irse de Alemania.
Volvió a Rusia, donde organizó, después de la revolución, los museos provinciales.
En pintura, retomó elementos realistas. En momentos en que Malévich pintaba su "Cuadrado blanco sobre fondo blanco", a él "se lo consideraba como demasiado clásico", dice Pacquement.
La exposición presenta numerosas obras realizadas en tiempos de la escuela de Bauhaus, donde enseñó desde 1922 y hasta su cierre por los nazis, en 1933.
Kandinsky se trasladó entonces a París, un período prolífico de su producción, influenciada por el surrealismo.
Después de París, la exposición será presentada en el Guggenheim de Nueva York de septiembre a enero próximos.

Fotos: agencia AP
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08 » Apr 2009 EL DOLOR plasmado en el arte: GUAYASAMIN





Las voces del pueblo que plasmó el artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín en su obra adoptan una nueva dimensión en la muestra organizada por las Madres de Plaza de Mayo en la ESMA, lugar emblemático donde se cometieron las mayores atrocidades durante la dictadura militar argentina (1976-1983).
"He pintado como si gritara desesperadamente y mi grito se ha sumado a todos los gritos que expresan la humillación, la angustia del tiempo que nos ha tocado vivir", afirmó en alguna oportunidad Guayasamín al describir su obra, en declaraciones que renuevan su vigencia entre las paredes de este antiguo centro de tortura.
La Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires, principal centro clandestino de detención durante la última dictadura, fue declarada Museo de la Memoria y alberga el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi) de las Madres de Plaza de Mayo, al que llegaron los cuadros de Guayasamín.





La muestra de Guayasamín, declarado "Pintor de Iberoamérica", en el ECuNHi contiene todo el dolor de la colección "La edad de la ira", en la que los grises, el negro y algunos toques de marfil y verde traen las series de "Homenaje a los mártires", "Mujeres llorando" y "La madre".
El color luego explota en naranjas, amarilles y borgoñas para los rostros, los torsos de mujeres, el retrato de Atahualpa Yupanqui, los colores latinoamericanos de "este asombroso custodio de nuestra identidad", según describió la música Teresa Parodi, directora del ECuNHi. "Nunca mejor espacio ni mejor momento para encontrarnos ni mejor ventana abierta al porvenir ni mejor antorcha encendida que este lugar para recibir a este poeta del color, a este artífice del sacrificio, la bronca, el dolor y la lucha de los pueblos", consideró Parodi.
La inauguración de la exposición de Guayasamín, quien murió el 10 de marzo de 1999 a los 79 años, contó con la presencia del embajador de Ecuador en Argentina, Wellington Sandoval y el hijo del artista plástico, Pablo Guayasamín.


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