Tres dibujos de Goya de los que no se tenían noticias desde hace 131 años, y que se creían extraviados, aparecieron en una colección suiza y van a ser rematados en julio en Londres, anunció el martes la casa Christie's.
Los dibujos "Bajar riñendo", "Arrepentimiento" y "El aguacil Lampiños cosido dentro de un caballo muerto" fueron vistos por última vez en abril de 1877, cuando se subastaron en un hotel de París, como parte de un lote de 105 dibujos partenecientes a los famosos álbumes privados del artista.
Los dibujos van a ser vendidos individualmente el 8 de julio, y podrían alcanzar un total de más de dos millones de libras (2,5 millón de euros, 3.9 millón dólares), indicó la casa de subastas.
Las obras representan "el más importante grupo de dibujos del artista que haya salido al mercado en los últimos 30 años", indicó el experto en dibujos antiguos y del siglo XIX de la firma londinense, Benjamin Peronnet, que recalcó que los dibujos pertenecían a una serie de ocho diarios personales de Goya.
La familia suiza que los tenía en su poder no sabía que eran goyas, explicó Christie's. Hasta que un buen día, luego de que la familia decidiera hacer un inventario de la colección, uno de los familiares halló en los tres dibujos trazos que lo hicieron sospechar que podían ser de Goya, lo que fue confirmado por los expertos, agregó la casa de remates.



Los tres dibujos, que serán expuestos antes de la subasta en Madrid, Londres y Nueva York, para abrir el apetito de coleccionistas, son muy diferentes entre sí, pero llevan la huella inconfundible del genial artista aragonés.
"El alguacil Lampiños cosido dentro de un caballo muerto", que representa a un hombre en el interior de un caballo rodeado de perros ladrando y que es el "más macabro de los dibujos", según Christie's, pertenece al álbum personal llamado Album F, o Imágenes de España, ejecutado entre 1912 a 1820. Goya cuenta la historia en un texto de su puño y letra, al pie del dibujo.
"En Zaragoza, a mediados del siglo pasado, metieron a un aguacil llamado Lampiños en el cuerpo de un rocín muerto y lo cosieron; toda la noche se mantuvo vivo".
Ese alguacil era el azote de estudiantes, prostitutas y mujeres en general, y fue el pueblo que para vengarse, lo atrapó y lo cosió dentro de un caballo, cuenta la inscripción.




Un dibujo sobre la muerte de Lampiños está en el Museo Metropolitano de Nueva York, lo que seguramente aumentará el interés por la obra.
"El arrepentimiento", que representa a hombre sentado rezando frente a una cruz, con su boca abierta en una expresión que anticipa "El Grito", de Edvard Munch, proviene también de ese álbum. En cambio, "Bajar riñendo", que muestra a cuatro mujeres luchando mientras vuelan por el aire, formaba parte de un álbum posterior, de entre 1819 a 1823, conocido como Album D o también "Brujas y Mujeres", precisó la casa de remates.

Con grandes expectativas, la 17ma. edición de arteBA, una de las ferias de arte contemporáneo más destacadas de la región, abrirá sus puertas al público desde el jueves y hasta el 2 de junio en la Rural, con la presencia de más de 80 galerías de arte.
"Apostamos a impulsar el mercado del arte, pero sin perder nuestra vocación multiplicadora, es decir, mostrar al público las tendencias más relevantes en las artes visuales y que cada año más personas se acerquen y se entusiasmen con el arte contemporáneo", dijo a Télam el presidente de arteBa, Facundo Gómez Minujín.
Se trata de una doble combinación de "calidad para los compradores y para el público en general. Cuidamos mucho eso y la gente lo nota", resumió este abogado, hijo de la reconocida artista Marta Minujín, en diálogo con esta agencia.
Cada año, más de 100.000 personas se lanzan a recorrer espacios y pasillos de la feria que, a lo largo de siete días, se consolida como epicentro del arte latinoamericano, como foco de negocios, punto de encuentro y polo turístico, por donde circulan destacadas personalidades de la cultura.
"En este largo trayecto -reconoció Gómez Minujín- arteBA ha logrado forjar su propia identidad. No es una feria estática, más bien es un evento dinámico que se repiensa y se transforma, apunta siempre a más, y eleva la calidad persiguiendo un claro perfil contemporáneo", sostuvo.
Participarán en esta edición 81 galerías de arte contemporáneo de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela, España, Francia y Estados Unidos. Brasil tendrá un lugar destacado con la presencia de nueve de ellas (Baro Cruz, Murilo Castro, Thomas Cohn y otras).
Además, dijo que "Buenos Aires presenta el marco ideal para el desarrollo de la Feria, con una valiosa oferta de actividades culturales y turísticas que brindan un rico escenario para que arteBA construya y afiance un mercado para el arte contemporáneo latinoamericano".
En el marco de la feria arteBa, se hará la segunda edición del Open Space, un área de alto impacto donde las galerías exhiben obras de gran escala, volúmenes escultóricos o instalaciones, inéditas o recientes, de artistas de diversas generaciones (9 argentinos y 3 extranjeros), bajo la curaduría de Eva Grinstein.
Una vez más, el Barrio Joven Chandon estará integrado por 20 propuestas seleccionadas por Florencia Braga Menéndez y Franklin Pedroso, de Argentina y otros países latinoamericanos, donde se puede mencionar a la rosarina Club del Dibujo, la mendocina Ed Contemporáneo, la uruguaya Harto Espacio o la boliviana Kiosko.
Este año, en el "Homenaje a grandes maestros" que organiza el Banco Galicia, se celebrará la creatividad y el talento de tres vanguardistas argentinos: Gyula Kosice (1924), Enio Iommi (1926) y Clorindo Testa (1923), quienes forjaron una obra esencial para la historia del arte moderno argentino.
Además, se realizará la quinta edición del Premio arteBA - Petrobras de Artes Visuales, bajo la dirección de Fabián Lebenglik, en el que quedaron ocho proyectos seleccionados que se podrán ver en la feria, donde además se conocerá el ganador (un Primer Premio Adquisición de treinta mil pesos).
No faltará, entre otras actividades, el Programa Matching Funds arteBA-Zurich, para la adquisición de obras por veinte mil pesos, destinado a museos argentinos, mientras que la Fundación American Express realizará una donación de veinte mil dólares a la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes para la adquisición de obras.

Por Virginie Montet , desde WASHINGTON

Asaltantes de bancos, mafiosos de la época de la prohibición y asesinos en serie son los héroes del nuevo Museo del Crimen y el Castigo de Washington, que apuesta a la fascinación estadounidense por sus gánsteres aunque alaba los méritos de la sanción.
"De ninguna manera ensalzamos el crimen. Al contrario, difundimos el mensaje de que el crimen no paga y que hay consecuencias a las acciones de uno", asegura a la AFP el cofundador del museo privado, John Morgan, un abogado de Florida que tuvo esta idea al visitar la prisión de Alcatraz (San Francisco, California).
El museo, inaugurado el viernes, será también el anfitrión permanente del estudio de grabación del popular programa de la televisión estadounidense "American Most Wanted" (Los más buscados), que pone en escena a cazadores de recompensas.
John Walsh, estrella del programa, que pasó su vida persiguiendo fugitivos tras la muerte de su hijo de seis años raptado hace 27, está orgulloso del museo que cofundó: "no mostramos únicamente los infames malos chicos sino a los héroes de las fuerzas del orden", afirma Walsh.
Distribuido en tres pisos, el museo, que espera más de 600.000 visitas el primer año, acoge al visitante con un Ford rojo de 1933 del celebérrimo atracador de bancos, John Dillinger, la misma con la que acudió al cine en Chicago antes de ser abatido por la policía, denunciado por un acólito.
Todavía más mítico, el vehículo acribillado a balazos de Bonnie y Clyde, --el usado en la película con Warren Beatty y Faye Dunaway--, destaca en medio de las reliquias de esta famosa pareja de bandidos abatida en Lousiana en 1934, en una emboscada, tras lo que el FBI describe como "una de las más coloridas y espectaculares cacerías humanas que la nación haya visto jamás".
En las galerías iluminadas puede descubrirse igualmente una reconstrucción de la celda de Al Capone en Atlanta, cuando el padrino hizo instalar en un espacio de paredes decrépitas y 3 metros por 4, un sillón Voltaire, un escritorio y una lámpara de estilo rococó.
Los periódicos de la época reconstruyen los grandes casos que conmocionaron a Estados Unidos, desde el trágico secuestro del pequeño Lindbergh en 1932 al de la heredera del magnate de la prensa Patty Hearst, en 1974, quien tras pasar meses cautiva del Ejército Simbionés, terminó por defender la causa de sus secuestradores.
En un enfoque más ligero y contemporáneo, los retratos de frente y perfil de las celebridades de Hollywood durante sus diversos arrestos hacen sonreír al visitante.
Así, el joven Frank Sinatra fue arrestado por "seducción" sorprendido frecuentando una mujer casada, el cantante de los Doors Jim Morrison fue fichado por "obscenidad" tras orinar en público, y el actor Nick Nolte, con el rostro particularmente arrugado esa noche, fue arrestado por conducir en estado de ebriedad.
Un piso entero está consagrado a las fuerzas del orden , presentando "las herramientas" de los policías: desde diversas porras a 'tasers' (pistolas paralizantes).
Además de los 400 objetos expuestos, el museo rebosa de herramientas interactivas como juegos de preguntas y respuestas sobre los enemigos públicos número 1, una caseta de tiro con láser o simuladores de conducción de autos policiales.
Pero en Estados Unidos, donde 42 condenados fueron ejecutados el año pasado, un museo sobre el crimen y el castigo no puede ignorar la pena capital.
Y expone así una auténtica silla eléctrica y el casco del condenado a muerte, hecho de cuero y esponja para ser un buen conductor de corriente, una mesa de inyección letal y la reconstitución de una cámara de gas. (AFP)

Una exposición sobre los "Tesoros encontrados del Museo de Kabul" descubre en Washington del 25 de mayo al 7 de septiembre las obras maestras arqueológicas de Afganistán escondidas durante los años de guerra en cofres del Banco Central afgano y descubiertas en 2004.
Esta exposición de la National Gallery, ya mostrada en el museo Guimet de París, presenta una selección de unas 230 obras maestras arqueológicas procedentes de cuatro yacimientos afganos excavados en los años 1930, 1960 y fin de 1970.
Los objetos, que datan de 2200 años antes de Cristo hasta el siglo II después de Cristo, desaparecieron en 1988 después de que el Museo Nacional de Kabul fuese bombardeado y destruido.





Aderezos de oro, cerámicas, bronces miniatura, pinturas sobre vidrio, fueron descubiertos en las cajas fuertes del banco central de Afganistán, donde los escondieron los dirigentes del museo que quisieron salvar la colección durante la invasión soviética, los años de guerra civil, y el régimen talibán.
Situado en el cruce de la ruta de la seda, Afganistán es la cuna de un arte que mezcla de forma única las influencias que marcaron Asia central.





Estatuillas, piezas de orfebrería, joyas, o paneles de marfil, mezclan sin complejos el estilo romano, griego, persa, y se inspiran en civilizaciones chinas e indias. "Esta exposición es el fruto de muchos años de trabajo con los afganos", afirmó Fredrik Hierbert, curador de la exposición y arqueólogo.
La muestra visitará a continuación San Francisco, Houston y Nueva York, y cerca del 40% de los ingresos será revertido a Afganistán para restaurar el Museo Nacional, indicó a la AFP el embajador afgano en Estados Unidos, Said Jawad.
Gran parte de los tesoros culturales de Afganistán se perdió durante la ocupación soviética (1979-1989), seguida en los años 1990 de una feroz guerra civil y del régimen talibán, que destruyó los budas gigantes esculpidos en las montañas de Bamiyan.

La famosa pintura "El grito" del museo de Edvard Munch de Oslo es 17 años más joven de lo que se pensaba hasta ahora, informó hoy el propio museo en la primera exhibición del cuadro desde que fuese robado en 2004. Ladrones armados y enmascarados habían robado "El grito" y "Madonna", también Edvard Munch (1863-1944), en agosto de 2004 a pleno día del museo.
Las pinturas fueron encontradas dos años después muy dañadas y serán presentadas a partir del viernes al público en una muestra especial tras una amplia restauración.
Expertos en Munch elaboraron de forma paralela a la restauración un catálogo completo del expresionista temprano noruego. Durante esas investigaciones llegaron a la conclusión de que el cuadro, fechado hasta ahora en 1893, era en realidad posterior, de 1910.
Ahora es considerado controvertido si otra versión de la pintura de la Galería Nacional de Oslo es realmente de 1893. Munch pintó las obras tras una experiencia para él aterradora en la naturaleza.