Por Claire de Oliveira
RIO DE JANEIRO, (AFP) - El arquitecto brasileño Oscar Niemeyer cumple 100 años el sábado en plena actividad creativa y con un promedio de cinco proyectos por mes; la mayoría caracterizados por líneas curvas y sensuales "en homenaje al cuerpo de la mujer".
Diseñador de Brasilia en colaboración con el urbanista Lucio Costa, Niemeyer trabaja todos los días en su estudio de amplios ventanales frente a la playa de Copacabana de Rio de Janeiro.
Recientemente abandonó una silla de ruedas que limitaba sus desplazamientos desde que hace un año se quebró la pelvis.
En nombre del presidente francés Nicolas Sarkozy, recibió el miércoles la Legión de Honor en el grado de comandante en una ceremonia íntima en su estudio, a donde llegó del brazo de su esposa y ex asistenta Vera Lucia Cabrera, 40 años menor.
"Estoy muy contento de recibir una condecoración de un país que me dio todas las posibilidades de trabajo", le dijo en francés al embajador de ese país Antoine Pouillieute.
Francia, que lo acogió cuando era perseguido por la dictadura militar brasileña (1964-1985), cuenta con una veintena de sus obras, entre ellas la sede del Partido Comunista en París y la plaza Havre (1972).
"Hoy tengo el mismo interés por la vida que tenía cuando era joven", dijo en abril durante la inauguración del Teatro Popular de Niteroi, un edificio curvilíneo que asemeja a una mujer.
"Mi receta es no aceptar la vejez. Pensar que se tienen 40 años y actuar como si se tuviera esa edad", indicó entonces.
El decano de la arquitectura brasileña trabaja actualmente en siete proyectos, en tanto que una decena más están a punto de comenzar a ser construidos, entre ellos la escuela de teatro Bolchoi en Santa Catarina (sur de Brasil) y la Plaza del Pueblo en Brasilia, una inmensa sala de conciertos al aire libre.
En el exterior están en marcha un auditorio en Ravello (Italia), un parque acuático en Postdam (Alemania), la embajada de Brasil en Cuba y un centro cultural en Avilés (España). Niemeyer, que sigue declarándose un "comunista convencido", regaló al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, un proyecto de monumento al prócer de la independencia latinoamericana, Simón Bolívar.
Ese proyecto, sin embargo, no saldrá a luz porque "Chávez quiere algo menos abstracto", según Niemeyer. José Carlos Sussekind, ingeniero a cargo del cálculo estructural de construcciones, dice admirar que cuando Niemeyer "dibuja sobre el papel, ya tiene todo definido". "Trabaja mucho más con su cabeza que sobre la plancha de dibujo", declaró al diario O Globo, que dedicó un suplemento especial a "nuestro genio viviente".
La semana pasada el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil declaró "monumento histórico" las últimas 23 obras del arquitecto en Rio y Brasilia. El presidente Luiz Inacio Lula da Silva viajó hace diez días a Rio para ir hasta su taller e imponerle la "Medalla al Mérito Cultural" por sus 600 obras en todo el mundo. Lula anunció en esa ceremonia que 2008 será declarado "Año Oscar Niemeyer". Y los premios no cesan.
El viernes recibirá del embajador ruso en Brasil una condecoración del presidente Vladimir Putin, el "Collar de la amistad de los pueblos". Aunque reticente a celebrar sus cumpleaños, Niemeyer finalmente accedió a "recibir a sus amigos" el sábado en su casa de Canoas, en la zona sur de Rio, según confió su esposa a la AFP.