María Esther Galera, artista plástica de Roca, está feliz.
Investigando en una nueva etapa de su trayectoria artística, la fotografía es su último descubrimiento que la lleva ahora a exponer en el Centro Cultural Recoleta, en Capital Federal, entre el 7 y el 30 de mayo, una producción de la que se siente más que orgullosa. "Monocorde" se titula la serie.
Ella misma cuenta de qué se trata este momento creativo que está viviendo:
"¿Cómo sucede este acontecimiento? Develando o descubriendo aquellas cosas, objetos o formas que pasan casi inadvertidas. Jugando con objetos que para muchos han perdido sentido y son abandonados, creyendo que ya no tienen vida.
No sé si yo los encuentro o ellos me encuentran a mí. Son como símbolos que algunas veces tan solo con un fragmento transmiten poesía.
Trato de descubrir esa poesía y crear nuevos significados y al revalorizarlos puedan ser apreciados nuevamente.
Mi tarea es ubicarlos en un espacio/ tiempo, con el desafío constante que me ofrece el momento en que tengo que darles una nueva identidad.
Vivo con ellos y a través de ellos me siento su cómplice, dialogando sobre el tiempo que nos atrapa y sus estados interiores
De este modo intento establecer un equilibrio entre los objetos, mis obsesiones y mis pensamientos".
Juan Carlos Romero, el curador de la muestra, comenta de esta producción fotográfica de María Esther:
"El mundo de los objetos siempre está disponible para que los artistas los conviertan en verdaderas enciclopedias que contengan todas la cicatrices del mundo. Que nos cuenten la época, su modo de uso, de donde provienen y quienes fueron los que los abandonaron.
La preciosa memoria, la forma de recordar mediante la imagen, la forma de congelar la historia y sellar un instante para siempre, el instante que ha sido recuperado de la muerte y que ya nunca mas se volverá a repetir, es una de las tareas que se han propuesto los artistas fotógrafos. Con razón creo que es una afortunada tarea, que al igual que los arqueólogos, nos descubren todo el tiempo un mundo evanescente que solo dejara una huella por la insistencia de sus obsesivas y empecinadas búsquedas.
María Esther Galera se encuentra entre esos personajes que durante mucho tiempo han salido a hurgar el mundo en la búsqueda de los objet trouve, tan caros a los vanguardistas del siglo pasado y para sus proyectos recorrió los lugares mas inhóspitos y ocultos y por que no mágicos de su lugar propio. Invento “cajas” organizadas en diversas direcciones: pegó, clavo y sujeto a un soporte rígido los más extraños elementos para contarnos tantas historias como espectadores se encuentren frente a ellas.
Es asi que a cada paso vamos sorprendiéndonos al ver en que mundo habita su imaginación y que con su poesía nos pone al desnudo las poéticas violencias del habla de esas “cosas” que ya han muerto para renacer en arte.
Tanta magia como la de los más antiguos brujos de la tribu.
En esta etapa Maria Esther con el titulo de Monocorde, otra vez sale por el mundo, mejor dicho por su mundo, por los espacios tantas veces recorridos no solo por ella, sino por sus antepasados sean o no sus familiares, esos antepasados que fueron dejando marcas, que le ceden el privilegio para que pueda llevarnos de la mano y que juntos podamos andar por las imágenes de ese teatro que une el presente con una vida pasada.
A la manera de Tadeusz Kantor reúna (reúne) esa dupla inevitable que la relación vida/muerte andando por esos rincones, casi siempre olvidados o los que con silenciosa humildad forman parte de la actividad cotidiana actual.
Una escenografía teatral, un lugar que parece organizado por el mejor realizador de la escena operística, por momentos el espectador siente que esta inmerso en las agobiantes cárceles de Piranessi o alguna narración de Roberto Arlt, eso y mucho más es lo que nos sugieren estas fotos.
Sin embargo y aun con todas las referencias y citas posibles del arte, esta es la obra de alguien que con toda sensibilidad, un afilada mirada y el bagaje adquirido en sus derivas, en las que pudo dejarse llevar por las solicitudes del “lugar”, hoy nos presenta estas obras que componen una verdadera obra de arte que es Monocorde".