Por Jay Dougherty, de la agencia DPA
El problema: lo que la gente quiere hacer en Internet crece cada vez más en volumen y cantidad, pero los programas navegadores han avanzado a ritmo de caracol.
La solución, al menos para Google, es Google Chrome, un nuevo programa del gigante buscador que promete sacudir de la noche a la mañana el mercado de los navegadores de Internet.
¿Por qué quiere Google entrar en el mercado de los navegadores?
La línea oficial de Google es que la mayoría de los navegadores actualmente existentes fueron creados en un tiempo en que su objetivo primario era presentar páginas estáticas de información.
Hoy, de acuerdo a esta compañía, la gente quiere hacer de todo en Internet, desde jugar a ver películas para equilibrar su presupuesto. Y la mayoría de los navegadores, afirma, no ha seguido esta tendencia.
"Por mucho que la Web haya evolucionado, los navegadores no han evolucionado tanto", dice Sundar Pichai, el vicepresidente de Google para gestión de productos.
"Lo que estamos tratando de hacer con Chrome es asegurar que los navegadores realmente evolucionan con la Web", añade. Esta línea aparentemente altruísta está siendo reiterada de diferentes formas por múltiples desarrolladores de Google en torno a la Web y en vídeos de promoción.
La misión inconfesada de este navegador, no obstante, quizás sea un poco más interesada.
Google quiere sin duda ganar más control sobre la plataforma de navegadores, desde el momento en que el navegador de hoy se está transformando rápidamente en el sistema operativo del mañana.
La empresa que la controle tendrá la misma influencia en el desarrollo de aplicaciones y normas que Microsoft ha ganado con su ubícua plataforma Windows.
Y Google, por supuesto, ha trabajado muy duro en la creación de lo que espera que sea el asesino de aplicaciones del mañana: un procesador de textos, una hoja de cálculo, un paquete de presentación y mucho más, todo completamente basado en la Web.
La suite conocida comunmente como Google Docs (http://docs.google.com) es uno de muchos ejemplos.
Estas aplicaciones no plantean por ahora un desafío mayor a la dominación de Microsoft en la altamente lucrativa arena de las aplicaciones de oficina.
Pero en un mundo que gira cada vez más en torno a la Web, que Google domina ya con sus tecnologías de búsqueda, las aplicaciones basadas en la Web que imiten nuestras aplicaciones dominantes de sobremesa ganan cada vez más empuje, sin duda alguna, y algún día pueden llegar a ser todo lo que la mayoría de los usuarios y las empresas necesitan. ¿Qué mejor forma de asegurarse el control de cómo se desarrollan las aplicaciones con base en la Web que controlando el navegador para el cual fueron escritas?
Al contrario de la mayoría de los principales navegadores actuales, Chrome es un software de código abierto, cosa que implica que los desarrolladores del mundo entero podrán tener acceso a elementos críticos de su operación.
Pero este hecho no mengua el poderoso papel de Google en dar forma a la dirección estratégica de Chrome, en caso de que la plataforma despegue.
Especulaciones aparte, la primera versión de Google Chrome puede difícilmente ser vista como dominante, pese a que, con el músculo actual de Google en el área del desarrollo de software con base en la Web, se puede sin lugar a dudas esperar que Chrome compita con creciente velocidad en las grandes ligas de los navegadores. Lo que tenemos ahora, sin embargo, es claramente un producto en ciernes.
Pero los recursos de Chrome son al mismo tiempo lo suficientemente familiares y novedosos como para captar la atención y ganar usuarios.
Aunque el producto ni siquiera se encuentra en la versión 1.0 - su actual número "de construcción" es el 1583 - Chrome es ya estable y la mayoría de los usuarios hallarán que el original enfoque del navegador de exhibición, navegación y presentación en la Web es suficientemente convincente como para merecer una mirada de más cerca.
Se puede acceder al nuevo navegador en
http://www.google.com/chrome, y si su ordenador está programado en español y si tiene suerte con la descarga, le aparecerá una versión en este idioma.
Algunos de sus aspectos principales son: INTERFAZ
Tal como se podía esperar de un navegador de Google, la interfaz de Chrome es la más limpia de todos los navegadores del mercado. Este navegador deja más espacio para el despliegue de páginas Web y de aplicaciones de la Web que cualquier otro.
No hay menú visible ni barra de tareas. No hay ni siquiera una barra de status en la parte inferior del navegador. Expanda el navegador y puede fácilmente imaginar que la Web misma es su sistema operativo.
Esto, por supuesto, es por diseño.
La búsqueda en sí se cumple en lo que en la mayoría de los navegadores es la barra Dirección, en la parte superior de la ventana del navegador.
Abra usted el navegador y verá que el cursor del ratón se halla automáticamente en el campo Búsqueda.
Al navegar por Internet, el navegador "aprende" qué sitios visita usted con más frecuencia.
En las siguientes aperturas del navegador o al retornar a la pantalla principal (Alt-Inicio en el teclado) verá imágenes en miniatura de los sitios más frecuentados por usted. Los sitios Web se convierten así en el equivalente de los íconos de sobremesa en Windows de Microsoft.
RENDIMIENTO
Chrome se carga más rápido que cualquier otro navegador en el mercado. Aunque esto puede cambiar a medida que Google añada más recursos, los tiempos rápidos de carga han sido siempre claramente importantes para esta marca y también para los usuarios, por lo cual es probable que siga siendo una prioridad.
La carga de páginas individuales también parece rápida, al menos tan rápida como el Internet Explorer y Firefox, pese a que los gráficos se cargan a veces más lentamente en Chrome que en los otros dos grandes navegadores.
El barrido de páginas es asimismo más ágil que con el recurso "smooth scrolling" (barrido suave) implementado en Internet Explorer y Firefox. Esto también puede mejorar en futuras versiones, pero actualmente no hay una opción de barrido suave en el panel Opciones de Chrome.
PERSONALIZACION
Chrome es actualmente el menos personalizable de los navegadores, y sólo este hecho - además de los recursos que no tiene aún - sin duda persuadirá a muchos a seguir fieles al programa que actualmente usan para navegar en Internet. Un puñado de opciones básicas - tales como dónde guardar archivos descargados y qué buscador usar por omisión - están disponibles en el panel Opciones.
No hay un lector RRS ni un administrador de favoritos. Los favoritos mismos son manejados más torpemente que en otros navegadores.
Hasta ahora no hay complementos ("add-ons") disponibles para este navegador, tal como los hay en Firefox. Mucho de esto mejorará probablemente, pero por ahora este navegador exhibe claros signos de ser un producto en etapa temprana de desarrollo, en comparación con la madurez de los otros grandes navegadores. Chrome posee un modo "incógnito" que llamará la atención de muchos.
El punto privacidad está muy alto en la lista de prioridades de muchos de los navegadores actuales. Dicho claramente: muchos usuarios quieren a veces navegar por Internet sin que nadie pueda averiguar más tarde dónde han estado. Aunque la importancia de esto haga a algunos alzar las cejas, lo claro es que hay suficiente demanda como para que los fabricantes de navegadores le pongan atención. Se rumorea que Microsoft también estaría trabajando en un modo incógnito para la próxima versión de su Internet Explorer.
El modo Incógnito no es lo mismo que esa práctica ilícita conocida como "encubrimiento" o "cloaking", en la cual se oculta la dirección IP del usuario.
En general, Chrome es ambicioso y rompedor, tal como se podía esperar de Google. Pero en su versión actual es poco probable que se convierta en el navegador de preferencia en la computadora de muchos.
No obstante, vale la pena tenerlo en nuestra máquina.
A fin de cuentas, podríamos estar siendo testigos no sólo del lanzamiento de un nuevo navegador sino del inicio de una guerra sobre quién será el dueño del próximo importante sistema operativo. Es siempre una buena idea el habituarse a usar una interfaz que algún día quizás todos necesitemos aprender.