Por ANDREA RODRIGUEZ, desde LA HABANA
Texto y fotos de agencia AP
Traspasar la puerta de la Fototeca de Cuba significa desde la semana pasada una sorpresa para locales y visitantes: imágenes inéditas del legendario Alberto Korda, conocido por sus instantáneas del Che Guevara, ahora muestran otras variadas facetas del artista.
"Esta exposición es el resultado de un libro recientemente editado, una investigación lo más profunda posible sobre la obra de Alberto Korda", dijo a la AP la curadora de la muestra, Cristina Vives.
La crítica hizo referencia a "Conocido. Desconocido", publicado por La Fábrica Editorial en Madrid y que consta de unas 400 páginas y otras tantas de fotografías del extinto cubano (1928-2001). Según Vives, a lo largo de su productiva carrera fotográfica Korda mostró una "muy limitada" porción de sus tomas.
"Casi el 80% del libro o más es de (imágenes) inéditas. Eso nos hizo pensar que teníamos que montar una exposición y eso es lo que está aquí", agregó la curadora al tiempo que lo más selecto de la intelectualidad cubana se daba cita para ver la muestra inaugurada la noche del 4 de septiembre y abierta al público por un mes.
Distribuidas entre las varias salas de la Fototeca hay 159 fotos en plata y gelatina, acompañadas de unas 20 gigantografías o paneles con imágenes tomadas al propio Korda por amigos y colegas y donde aparece invariablemente con una cámara en la mano.
El criterio de Vives es radical: en esta exposición se adivina un Korda ``igualmente talentoso'' pero ``se demuestra que ese talento no era limitado'', comentó.
Unas botas que se adivinan son las de Fidel Castro, o el líder durmiendo; composiciones con sombreros y hasta algo de submarinismo, que Korda practicó desde los años 70, conforman la selección realizada por Vives. P
ero sobre todo, mujeres: rostros de féminas sonrientes, serias, pícaras, vestidas de milicianas o de calle, que fascinaban al fotógrafo.
Algunas de estas imágenes son incluso de la década de 1950 y pertenecen a la etapa publicitaria de Korda, cuyo verdadero nombre era Alberto Díaz, y era entonces un productor de imágenes para carteles o anuncios.
``Hay imágenes desde más o menos 1954 y hasta 1975'', confirmó a la AP Diana Díaz, hija del fotógrafo, quien maneja buena parte del acervo que perteneció a su padre.
Díaz se mostró particularmente emocionada con esta muestra en el país en el cual Korda nació y vivió toda su vida y en el que con su obra contribuyó a fijar mediante el lente una buena parte de su historia, sobre todo en la llamada fotografía épica de la revolución.
El artista murió durante una visita a París a los 72 años.
``Trabajamos los archivos propios de mi padre, de algunos amigos y periódicos. También contamos con el apoyo de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado'' pues parte de los negativos conforman importantes testimonios oficiales en la isla, declaró la mujer.
``El significa mucho para mí... hacer lo que pueda por su obra y mostrarla en toda su dimensión es fundamental. Korda no sólo fue el fotógrafo del Che'', concluyó.