Por Mercedes Ezquiaga

NUEVA YORK.- La joven galería de arte Appetite, considerada como una de las más interesantes del momento y elogiada por el prestigioso diario New York Times, abrirá nuevo espacio en "la gran manzana" el mes próximo, en medio del creciente interés que despierta el arte argentino en el mundo.
Desde su apertura hace dos años y medio, esta galería enclavada en San Telmo vivió un meteórico crecimiento, desde las primeras invitaciones a ArteBa y Expotrastiendas en 2006, hasta concretar la apertura de otros dos locales en Buenos Aires, la visita a su trastienda de figuras como Francis Ford Coppola y la futura apertura ya mencionada en Nueva York.  La imparable Daniela Luna, la joven mentora del exitoso proyecto, abrirá la flamante galería en Brooklyn, sobre Johnson Avenue, muy cerca del barrio de Williamsburg, donde viven muchos artistas y se instalan muchos talleres, sitio que además planea utilizar como lugar de residencia de artistas, según contó en una entrevista con Télam.
"En la primera etapa vamos a llevar mucha obra de los artistas de la galería, pero lo que me interesa sobre todo es que vayan los mismos artistas para poder producir allá y hacer obras específicas para el espacio, además de relacionarse con el ambiente de Nueva York", contó la galerista.
"Además, me interesa hacer proyectos integrales, que se mezclen con otras disciplinas, como la primera instalación, que será en enero, en la que se presentará la New York Symphony, con una base de djs, y con la intervención de las artistas Juliana Iriart y Karin Idelson, quienes harán una instalación multimedia que servirá como ambientación del concierto", detalló.
En el nuevo espacio neoyorquino se exhibirán trabajos de todos los artistas de la galería, entre los que también se cuentan Nicanor Aráoz, Ariel Cusnir, Martín Legón, Fabio Risso, Victoria Musotto, Yamandú Rodríguez y Mercedes Cosci.
Se trata de artistas que "trabajan con total libertad" y en cuyas coloridas obras se puede llegar a encontrar pinturas, fotografías, collages, objetos o instalaciones hechas con telas, lentejuelas, calcomanías, brillantina, plástico, lana y hasta galletitas o animales disecados.
"Me interesa llevar obra que identifique mucho con la estética de la galería y con las necesidades y discursos relacionados con la Argentina y con lo que significa trabajar acá, donde quizás hay una necesidad más urgente de los artistas y una búsqueda muy visceral", señaló Luna, quien recibió en su galería a figuras como Francis Ford Coppola o los integrantes de la banda Placebo.
"Hay algo muy propio, muy honesto y muy salvaje en la obra de los artistas argentinos que no se ve tanto en Europa o Estados Unidos, que es una de las cosas que hace que la gente que viene de afuera se quede tan impresionada. Y no necesariamente tiene que ver con arte político, sino con el lugar por donde pasa la expresividad en Argentina", aclaró.  Una de las principales apuestas de la galerista es crear un programa de residencias para que viajen los artistas argentinos a Nueva York, y que convivan un determinado tiempo con artistas de Estados Unidos, Europa, Africa o Latinoamérica para "fomentar la mezcla y la discusión".
"Nueva York es un punto estratégico -explicó Luna-: hay un poco de todo, mucha diversidad, y me parece interesante que la gente de acá pueda ir a relacionarse, a trabajar y a conocer un poco lo que está pasando allá"  "Entiendo que hay necesidades muy diferentes entre Argentina y Estados Unidos. Allá no existe la necesidad de una galería como Appetite, por eso me interesa transformarla en un lugar de residencias, para favorecer el intercambio con gente de Argentina y de otros lugares, y promover proyectos más integrales, que se nutran de otras disciplinas", concluyó.

Por Paola Messana


Los restaurantes en Nueva York compiten como en todas partes por la calificación de las guías gastronómicas, pero aquí de la democrática Zagat a la elitista Michelin los enfoques son muy variados. Michelin publica este miércoles la tercera edición de su guía de Nueva York, enriquecida por un centenar de restaurantes adicionales, aunque los franceses siguen siendo "la crema de la crema" y monopolizan los primeros puestos.
Igual que el año anterior, la guía 2008 del fabricante francés de neumáticos incluye una lista de 71 restaurantes con cocinas de todo el mundo, capaces de servir un almuerzo o una cena con una copa de vino por 25 dólares.
Sin embargo, las codiciadas "tres estrellas", por tercer año consecutivo premian a los mismos tres restaurantes: "Jean Georges" y "Le Bernardin", dirigidos por chefs franceses, y "Per Se", del californiano Thomas Keller. La guerra por las estrellas Michelin -que también tiene guías de San Francisco, Las Vegas y Los Angeles- interesa a la elite que frecuenta los restaurantes caros de Nueva York, donde para los demás reina la guía Zagat.
Creada como un hobby entre amigos hace 28 años por Nina y Tim Zagat, la guía también coloca entre los tres primeros a dos franceses en calidad gastronómica: "Daniel", seguido por el japonés "Sushi Yasuda" y "Le Bernardin". Sin embargo, en el rubro popularidad, el norteamericano "Union Square Café" --primero este año-- y "Gramercy Tavern" desplazan al tercer lugar a "Le Bernardin", según la edición 2008 de la guía también publicada este miércoles. "La Michelin y la Zagat son complementarias en Nueva York", aseguró a la AFP el director de las guías Michelin, Jean-Luc Naret. La Zagat vende más de 650.000 ejemplares por año, mientras que Michelin asegura haber colocado 120.000 ejemplares de su "Nueva York" en 2005 y 135.000 en 2006. Según Naret, cada guía tiene su estilo y no hay competencia sino complementaridad: "Son tres sistemas totalmente distintos".
"Las notas de popularidad de la Zagat son establecidas por los propios clientes, los críticos del New York Times van a los restaurantes, pero todo el mundo los conoce, mientras que los de Michelin son profesionales anónimos". "
La guía Michelin es española en España, francesa en Francia y norteamericana en Estados Unidos", asegura Naret.
Los periodistas del diario The New York Times hacen sin embargo todo lo posible para que no los reconozcan, y una ex colaboradora del diario, Ruth Reichl, contó incluso sus peripecias en un libro.
De los dos chefs franceses que encabezan la guía Michelin "uno hace cocina de pescado (Le Bernardin) y el otro cocina contemporánea (Jean Georges), por lo cual no se les puede verdaderamente calificar como franceses", comentó Naret. Además de las "tres estrellas", la guía otorga seis "dos estrellas", entre ellas al nuevo restaurante neoyorquino del chef y animador de televisión Gordon Ramsay, temido por sus incursiones en las cocinas, y 33 "una estrella". P
or el contrario, Tom Collichio, igualmente célebre por su participación en el jurado de un programa culinario, "Top Chef", pierde una estrella. La guía Michelin publica además una lista de "favoritos de los inspectores": 52 restaurantes situados en Manhattan, Queens y Brooklyn, donde se puede comer por menos de 40 dólares. Según la Zagat, en los 20 restaurantes más caros de la ciudad se paga en promedio 143 dólares, es decir un 11% más que el año anterior. mes/ltl/ad AFP 101531 UTC OCT 07sada por los atentados del 11 de setiembre de 2001. "Hay un movimiento del cual queríamos formar parte", comentó a la AFP James Freeman, director de relaciones públicas de la famosa joyería.
"La zona de Wall street se está expandiendo rápidamente desde el punto de vista residencial". La tienda está situada a unos pocos metros de la bolsa, en la planta baja de un edifico construido en 1907. "Nuestra nueva tienda representa un retorno a nuestras raíces en Nueva York", dijo Beth Canavam, vicepresidente de Tiffany. En julio pasado, Hermes, otra tienda de artículos de lujo, especializada en ropa, accesorios y marroquinería, abrió sus puertas frente a la Bolsa de Nueva York. Según Freeman, la nueva tienda de Tiffany "toma en cuenta especialmente la clientela de Wall Street", que es principalmente masculina. (AFP)

El Empire State, actualmente el rascacielos más alto de Nueva York tras la destrucción de las torres gemelas por Al-Qaida, será iluminado de verde este viernes con motivo de una celebración musulmana. Según la empresa de relaciones públicas Rubenstein, la parte superior del rascacielos de 443 metros de alto celebrará por primera vez durante tres días el fin del ayuno musulmán y a partir de ahora lo hará anualmente. El Empire State building recibe iluminación acorde durante las festividades cristiana de Navidad y judía de Hanuka. En otras ocasiones, se ilumina de acuerdo al momento, por ejemplo de verde en la fiesta irlandesa de San Patricio o naranja y negro para halloween. El edificio comenzó a iluminarse de colores a partir de 1976, con motivo del bicentenario de la independencia de Estados Unidos. Construido en 1930, el edificio fue durante años el más alto de la ciudad, privilegio que recuperó tras la destrucción del World Trade Center el 11 de setiembre de 2001. l

Por Maximiliano La Sala

La primera percepcion como turista engaño mis propios prejuicios con los que venia a visitar la ciudad.
Me impactó la calidad de vida que ofrece el espacio urbano.
Una ciudad llena de parques, cada uno con sus atributos, metidos en el medio de la gran metrópoli y que burlan la percepción de ella misma. Cada uno con sus espacios para hacer deporte, para sentarse en el pasto o en los bancos a escuchar el impulso de la naturaleza y la gastronomia. La mayoria de sus habitantes come en las plazas y esta relación entre la arquitectura y la comida merece un análisis de mayor profundidad.
Cientos de locales globales de comida y de todos los rubros se insertan en una ciudad histórica con mucho respeto sobre la arquitectura existente, y sin mostrarse rimbombantes pueden convivir un local de PRADA con una cafetería global como Starback.




Manhattan hoy es el resultado de la acumulación de los años, de la planificación de sus antecesores, y de la convicción de quienes en el presente tienen la responsabilidad de mantenerla y conservarla.
A sus vez también es el resultado de la intervención de la hipermodernidad que siempre actua sigilosamente para no herir su belleza histórica, y por eso uno encuentra en todo la ciudad rascacielos de vidrio cuyos frentes reflejan las fachadas de iglesias góticas.
Es la ciudad cosmopolita por excelencia y ello se expresa tanto en su cartelería como en su gastronomía y vestimenta. Todas estas cosas se hacen presente en cada barrio de la ciudad que obligan a una caminata que los recorra. Por eso, desde estas vertiginosas impresiones que tengo, me gustaría detenerme a pensar estos temas, aunque creo que las imágenes pueden decir mucho más que yo, y aunque creo que mis imagenes no dirán todo lo que la ciudad es.




¿Cómo está el tiempo allá en Roca?
Sigo con mi familia paseando y en pocos días se termina este privilegiado viaje. Tengo más apuntes para compartir en envíos siguientes.

Abrazos a todos los lectores de eH!.

Maxi

maxilasala@gmail.com

La mayor área edificable del legendario barrio Soho de la ciudad de Nueva York albergará al majestuoso Soho Mews, un complejo clásico moderno que se alzará en el número 311 de West Broadway.
La oportunidad única de comprar condominios nuevos en el corazón de esta famosa comunidad artística, a unos pocos pasos de algunas de las tiendas y restaurantes más prestigiosos del mundo, como Prada, Chanel, Balthazar y Fiamma Osteria, ha atraído a compradores de todo el país y del mundo. Los aclamados arquitectos Gwathmey Siegel & Associates han creado dos modernos y lujosos edificios que recrean los clásicos diseños en hierro del Soho.
El exquisito diseño se repite en cada una de las 68 espléndidas residencias, manteniendo un singular lenguaje artístico y un nivel de calidad excepcional a lo largo de todo el emprendimiento. En el centro del enclave de los dos edificios se ubica un exuberante jardín privado de más de 370 m2 (un ingrediente incomparable en el Soho), diseñado por Peter Walker, de la prestigiosa empresa paisajista PWP Landscape Architecture.
El edificio de nueve pisos sobre West Broadway tiene un vestíbulo residencial principal, varias tiendas y una entrada al estacionamiento privado, el producto más escaso de la ciudad. Su compañero de ocho pisos en Wooster Street está integrado por cinco casas unifamiliares con jardines privados individuales.
Las residencias son espaciosas, con pisos de tablones anchos de "roble vulcano" Mafi, cielorrasos de tres metros, cocinas Valcucine diseñadas por Gwathmey Siegel y suntuosos baños principales. Soho Mews también ofrece servicio de conserjería las 24 horas, suministrado por Luxury Attache, un gimnasio de avanzada y el servicio de vinatería de CentoVini. "Nuestros servicios más distintivos se inspiran en el carácter creativo del Soho.
El Art Production Fund prestará una colección original de obras para los espacios comunes de los edificios, el patio y la galería pública", comentó Jody Laboz, director de United American Land, la empresa constructora. "También ofreceremos una membresía en el Nuevo Museo de Arte Contemporáneo, exhibiciones privadas en la galería Deitch Projects y beneficios de compra en íconos del diseño como Moss y Fort Street Studio".
Las residencias de Soho Mews tienen de 114 m2 a 362 m2 y su precio varía de 2,4 a 11 millones de dólares estadounidenses (pasibles de acceder a la reducción impositiva 421-a). Se estima que estarán listas para ocupar a fines de 2008. El agente exclusivo de marketing y ventas es Corcoran Sunshine Marketing Group.

El centro de diseño y ventas de Soho Mews está ubicado en 72 Wooster Street, en el SoHo.
Más info, en www.sohomews.com