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22 » Dec 2010 |
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Los últimos yaguaretés |
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Los últimos Yaguaretés (*)
Por la depredación de la selva misionera, quedan menos de 60 ejemplares, según un estudio que llevan adelante el Conicet y la Unam.
Posadas. Menos de 60 yaguaretés habitan en Misiones, resistiendo al avance del desmonte y la caza indiscriminada. Son los últimos ejemplares de un animal que se considera patrimonio natural de la provincia. Especialistas e investigadores alertan de la desaparición de la especie y apelan a la implementación de nuevas políticas para su protección.
Los últimos estudios indican que la densidad poblacional de la especie ha caído más de tres veces entre los años 1995 y 2004. "Las principales causas de esta declinación se debieron a la disminución de una de sus presas principales (el pecarí labiado) y a la intensa persecución que sufre la especie", explicó Agustín Paviolo, biólogo e investigador del Conicet y del Instituto de Biología Subtropical de la Unam en Puerto Iguazú.
Igualmente, los investigadores del "Proyecto Yaguareté" advirtieron que desde 2003 la caída poblacional se ha detenido en los últimos 6 años. Sin embargo, "la población actual de yaguareté de todo el Corredor Verde (incluyendo áreas cercanas de Brasil) está compuesta por menos de 60 individuos y se encuentra en serio peligro de extinción", alertó Paviolo.
El año pasado, el equipo de investigadores comenzó a monitorear los movimientos de los yaguaretés mediante collares equipados con GPS. Los datos recabados hasta el momento sugieren que los individuos de esta especie pueden necesitar más de 30.000 hectáreas de selva para su subsistencia.
"Estos requerimientos los ponen a menudo en contacto con áreas de menores niveles de protección contra la caza furtiva o áreas ganaderas donde frecuentemente son perseguidos y eliminados, lo que pone en riesgo a la población", detalló el especialista.
Por su parte, Miguel Rinas, director del Parque Ecológico El Puma, alertó sobre las transformaciones en el medio ambiente y la caza indiscriminada de la especie. "Lo que debemos hacer es un mantenimiento de esa superficie que no se siga desmontando más, eso es fundamental, asociado al hecho de que la gente no cace más, que no sigan habiendo tanta competencia sobre el alimento natural".
Peligro latente
El yaguareté forma parte de la familia "felidae" conformada por seis especies en Misiones. Se encuentra en el nivel máximo dentro de la cadena alimentaria y es un indicador de la situación del ecosistema misionero.
Los biólogos Agustín Paviolo, Mario Di Bitetti y Carlos De Angelo llevan adelante un proyecto de investigación que surgió en el año 2003 como una iniciativa de la Fundación Vida Silvestre Argentina, a fin de establecer la situación poblacional de la especie en la región.
En primer lugar realizaron un mapa actualizado de la presencia de los ejemplares en Misiones, este de Paraguay y suroeste de Brasil. Para ello conformaron una red de más de 150 voluntarios (guardaparques, empleados de empresas forestales, guías de turismo, chacreros y miembros de las fuerzas de seguridad) quienes ayudaron a recolectar información.
"Los resultados indican que la especie ha desaparecido de más del 90% del área en la que habitaba hace un siglo. La población de yaguaretés en la región se encuentra muy fragmentada, sólo conservando núcleos poblacionales en los grandes remanentes de selva con buenos niveles de protección contra la caza furtiva, principalmente en los Parques Nacionales y Provinciales del Corredor Verde de Misiones y Brasil", detalló Paviolo.
El Bosque Atlántico se distribuía a lo largo del sudeste brasileño, el este paraguayo y Misiones en Argentina. Hoy en día es una de las eco-regiones más amenazadas del planeta y el yaguareté ha desaparecido de la mayor parte de esta región. A su vez, la población de Misiones constituye el límite sur de distribución en el mundo, encontrándose los individuos más australes en los Parques Provinciales Salto Encantado y Moconá.
En cautiverio
Siete ejemplares de Yaguareté se albergan en el Parque Ecológico El Puma de Candelaria. Según aclaró Rinas, este grupo "va a tener que seguir en cautiverio toda la vida, porque ya no es posible liberarlos. Ya no estarían en condiciones de sobrevivir a la competencia que hay con otros de la misma especie o para cazar por su cuenta".
El objetivo de mantenerlos en el Parque es "generar conciencia y que el público conozca el yaguareté, porque no todos tienen la posibilidad de ver un ejemplar y a través de esto conocer cuál es la situación o problemática de la especie y de todas las especies de animales en la provincia".
Salvataje urgente
Paviolo advirtió que "al ser la población tan pequeña, el número de crías que se puede dar por año es bastante bajo. Los pocos individuos que están saliendo de esta población son muchas veces eliminados por cazadores o algunos por conflictos con los ganaderos".
Y agregó que "al perder selva se está perdiendo el hábitat de la especie, y estas áreas transformadas por los hombres ya no son aptas para el crío de animales".
También Rinas apuntó a que "se sigue destruyendo el hábitat y cada vez hay menos monte y más competencia, porque el hombre consume las presas que son naturales de la especie (venados y pecaríes) y se crea esa situación de conflicto".
Ambos coincidieron en que para salvar al yaguareté de su extinción será necesario erradicar la caza y reducir los conflictos que surgen con los productores ganaderos para disminuir la mortalidad. "Para ello es necesario dotar de personal y medios a los organismos de control y apoyar la adecuada implementación de las áreas protegidas", consideró Paviolo.
Todavía el Corredor Verde de la provincia cuenta con la población más grande de yaguaretés de todo el Bosque Atlántico. Para el investigador "esto nos debe llenar de orgullo, pero también nos impone una enorme responsabilidad. De lo que hagamos o dejemos de hacer en los próximos años dependerá el futuro de la especie".
Esperan la fosa en el Parque El Puma
En el Parque Ecológico El Puma aguardan la construcción de una fosa con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los siete yaguaretés. "Nuestra ilusión es poder concretar esa fosa y soltarlos. El proyecto está elaborado e incluso entró en ejecución pero está interrumpido", aclaró Miguel Rina, director del Parque.
En total son seis personas trabajando en el lugar, pero solo tres permanecen en los turnos. "No tenemos el presupuesto suficiente, estamos con el límite de infraestructura para poder trabajar mejor. Son pasos que hay que ir mejorando. Ya tenemos estructurado cómo tiene que ser el diseño de los sitios de cada una de las especies pero falta la inversión fuerte, hacer una fosa como la que estamos previendo lleva mucho dinero y eso retrasa mucho", explicó el director y advirtió que "cuando están en cautiverio ellos se estresan mucho y comienzan a dar vuelta en si mismos".
Rinas comentó que los animales llegaron al Parque tras haber atacado a animales domésticos de los ganaderos. "Este año hubo denuncia en la zona del Parque Provincial Cuña Pirú y también en la zona sur del Parque Urugua-í por ataque de animales domésticos; y la semana pasada hubo otro caso en Montecarlo".
(*) material generado por la Red de Diarios de Periodismo Social
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