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15 » May 2009 |
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Demolieron el castillito de techo azul |
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El castillo de techo azul que iluminaba la esquina de la multipantalla sucumbió sin guardianes a la vista por los golpes de una máquina enorme y los mazazos de operarios de casco amarillo. El edificio de Flipper -muchas veces noticia por otros golpes, de exaltados saqueadores- comenzó ayer a cerrar una historia de 16 años para dar lugar a una torre de muchos departamentos, más acorde a los nuevos tiempos de una ciudad cada vez más distinta.
La juguetería que era un chiche se fue a otro lugar, pero no es lo mismo. Nunca lo es. Es que antes de Flipper, los dueños de la esquina eran dos fotógrafos profesionales que hicieron historia con La Ochava. Raúl Rodríguez -retirado ya- y Jacobo “Yaco” Aizemberg -fallecido hace algunos años- eran los encargados de fotografiar, revelar y copiar en blanco y negro. También tomaban las fotos de nenes con un teléfono haciendo que hablaban y las odiosas de los carnets y DNIs. Ellos, además, fueron reporteros de este diario. Eran épocas en que los rollos viajaban en colectivo de línea, para la edición del día siguiente.
La foto color y los minilab cambiaron todo y La Ochava cerró para siempre. La partida, decíamos, dio lugar al castillito de techo azul de los juegos y juguetes que -con los últimos mazazos- comenzó a parir la historia más fantástica, esa que se repite y mejora a partir de la memoria, y de recordar cada tanto. |
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