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26 » Oct 2008 |
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Las tetas y el paraíso |
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La primera que me habló de ello fue una rubia estampada en un tremendo póster en las cabinas del peaje Cipolletti. Me mostró lo suyo mientras proponía efectivo para que cualquier flacuchenta pueda soñar con una delantera cual Messi y Agüero. En fin, no son nuevas las ofertas curiosas de este boliche que hace apenas unos meses promocionaba la fiesta del balde: un concurso en el que -de ganar- podías tomar mucho pero mucho alcohol. Tanto que cabría en uno y varios baldes. Ah, en el afiche las que tomaban eran chicas.
La otra fiesta que me llamó la atención fue la del día del maestro, que estaba orientada a las seños que -de ir al boliche- tendrían la oportunidad de ver a los mejores stripers de la región. Mejores, ¿a qué se referirán? Ese día, mientras pagaba, me quedé pensando en Jacinta Pichi Mahuida y sus dulces palomitas. Y también en mis señoritas: Olga, Edda, Gilda y otras que seguramente han festejado su día, aunque no hubiera ofertas tan generosas como la de los stripers, la entrada libre y los tragos gratis.
Con todo, creo que esto de regalar implantes a la chicas es un poco demasiado cuando sé que a ese local van muchas pibas demasiados jóvenes como para incentivarlas a pensar que sin tetas no hay paraíso (robado a una telenovela con la que no tengo el gusto). Y aunque esto suene demasiado a viejo, por ahí el sorteo de un viaje para un curso, una compu para la escuela o un vale para llenar el ropero alcanzaría.
En medio de tanto balurdo, la agrupación Juana Azurduy participó ayer de un escrache frente al boliche.
Les dejó el comunicado de las ´juanas´ pues creo que todo esto da para pensar.
“El motivo (del escrache) fue realizar un acto de repudio en contra del sorteo de dinero en efectivo para la realización de una cirugía estética. Participaron diversas agrupaciones que defienden la integridad femenina, la cual es amedrentada por la actividad propuesta del local bailable. El rechazo al sorteo se basa en que promueve una cultura fetichista y el afán por un cuerpo "perfecto" que no existe. Incluso, desprestigia el cuerpo, mostrándolo como un objeto susceptible de ser adulterado, sin considerar los riesgos físicos y psicológicos que pueden originar este tipo de prácticas quirúrgicas. Como agravante, se da en un espacio al que adolescentes (quienes se encuentran en una etapa crítica de la vida, construyendo su identidad) y no se establece una edad mínima de participación. Es obligación de la sociedad en su conjunto (autoridades, padres, agrupaciones sociales, comerciantes) no permitir que estos vergonzosos sorteos se lleven a cabo, dado que afectan seriamente la salud física y psicológica de las mujeres, especialmente de las adolescentes”. |
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