|
28 » Feb 2012 |
|
Cumple 50 el viejo y querido cassette |
|
|
Cachitos de hierro y cromo
Darío Prieto | Madrid
Del diario El Mundo
"Ponme esa cinta otra vez, pónmela hasta que se arranquen los cachitos de hierro y de cromo a cantar como tú sabes". Lo recitaba Kiko Veneno ayer mismo, como quien dice, en 'En un Mercedes blanco'. Pero cómo habrá pasado el tiempo, que las cintas de las que hablaba, las cassettes, son cosa del pasado. Han desaparecido del mapa. Ellas, que se amontonaban en la guantera del coche para llenar de canciones de Camela o chistes de Arévalo los viajes al pueblo. Ellas, que 'petaban' los 'loros' con la que la chavalería sacaba la música a la calle. Ellas, que posibiltaron el nacimiento del 'walkman'.
Las citadas cassettes son hoy un objeto más de la industria de la nostalgia, como se puede ver en el aire romántico que rodea las celebraciones de los 50 años de su comercialización. Pero más allá de los homenajes que pueda despertar el formato en la actualidad, las cintas desempeñaron un papel importantísimo en la difusión de la música durante la segunda mitad del siglo XX.
La cajita del señor Phillips
Hasta el lanzamiento por Phillips de la "compact audio cassette" (su nombre técnico completo) en 1962, la principal forma de grabar material sonoro de forma doméstica eran las aparatosas cintas de bobina abierta o los cartuchos de Stereo 8. Las cassettes no solo popularizaron la grabación de música sino que redujeron notablemente el tamaño de los soportes de música desde los gigantescos LPs de 33 revoluciones por minuto. De este modo, durante finales de los 60 y principios de los 70 los reproductores de cassette se introdujeron en casi todos los automóviles, en casi todas las casas del mundo.
Antes de la llegada del compact disc, todos los discos salían al mercado en formato cinta y vinilo, e incluso con la llegada del CD, las cassettes se mantuvieron muchos años como el formato secundario. El desarrollo de los 'boombox' o equipos de sonido semiportátiles (los 'loros' en tierras hispánicas) bajaron la música a los barrios y acompañaron la explosión del hip hop en los 70 y los 80. Del mismo modo, la invención del walkman o reproductor de cassette compacto por Sony, en 1979, revolucionó la forma de consumir música. Se podía correr o viajar en autobús escuchando las canciones que uno quería.
Pero si fue importante el formato lo fue más el concepto de grabación. La venta de cintas vírgenes proporcionó una de las primeras formas masivas de piratería. Primero desde los LPs, luego de cinta a cinta (con aquellos aparatos de doble pletina que grababan a velocidad del infierno) y finalmente a partir del CD, las cassettes se convirtieron en la forma favorita de difundir música. Es más, inventaron otro nuevo concepto, el de 'mixtape' (cinta de mezclas, según el original en inglés, palabra que se sigue usando hoy para los recopilatorios digitales caseros) en el que el compilador ejercía de DJ y aglutinaba canciones con fines románticos, sexuales o de mera difusión musical, tal y como se explica en 'Alta fidelidad'. Ya en 1984, un titular de un periódico español alertaba de las nuevas formas de consumo: "La piratería acaba con la industria discográfica". Nada nuevo bajo el sol, pues.
La cultura punk y del fanzine utilizó la cassette como forma de difundir su mensaje y socavar las bases del sistema podrido. Los grupos la utilizaron para registrar sesiones en el local de ensayo, grabar maquetas o repartir 'demos'. Definió una variante del pop, el C-86. Fue la gran aliada de los periodistas hasta la llegada de las grabadoras digitales. Y hasta sirvió de soporte a los primeros videojuegos. Hoy, todo eso, por mucho que Thurston Moore (Sonic Youth) diga "sólo escucho cassettes" y algunos grupos y solistas (Daniel Johnston, Deerhunter, Oneida) lancen sus discos en cinta (algunos de ellos únicamente mediante este formato) se ha perdido como lágrimas en la lluvia. Igual que lo de las TDK de ferro o cromo, lo de romper la pestañita para no borrar aquella sesión inolvidable o lo de grabar un disco por cada una de las caras de una cinta de 90. Siempre quedará Kiko Veneno, eso sí. |
|
|
|
Categoría : Varios | Comentarios [0]
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|