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Buscaban
casos de alergia y hallaron desnutrición
Trabajaron con
alumnos de dos zonas de Neuquén. Los chicos del área periférica
son más bajos.
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La
mitad de la población de la escuela del barrio Parque Industrial
vive en la meseta Nueva Esperanza, en condiciones precarias. |
NEUQUEN (AN).- Un estudio sobre alergias
realizado a chicos residentes en dos barrios de esta capital determinó
indicadores de desnutrición crónica en los que provienen de hogares de
menores recursos. La investigación se desarrolló entre junio y noviembre
del año pasado con alumnos de dos escuelas, una ubicada en el centro de
la ciudad y la otra en Parque Industrial.
El trabajo estuvo a cargo de Laura Vega, médica pediatra del ADOS y especialista
en alergia, y el biólogo Marcelo Escobar.
Los profesionales trabajaron con los datos de 43 chicos del Colegio San
Martín y 20 chicos de la escuela 154 del barrio Parque Industrial. Ambos
grupos analizados pertenecían al primero y segundo grado del nivel primario.
La elección de las escuelas se hizo con el objetivo de comparar chicos
de diferentes sectores socioeconómicos y también porque los investigadores
conocían con anterioridad a los directores de ambos establecimientos escolares,
lo cual les facilitó la tarea.
Los indicadores de desnutrición aparecieron cuando “empezamos a cargar
los datos de peso y talla de los niños seleccionados para realizar el
estudio”, comentó Laura Vega, quien afirmó que haciendo el análisis de
estos dos grupos se detectó una diferencia de 3 centímetros, en menos,
en la talla de los chicos de ambos sexos que concurrían a la escuela de
la periferia de la capital. “Este es el principal indicador de desnutrición
crónica”, agregó Vega.
Estos resultados dejan al descubierto una diferencia significativa en
el estado nutricional de los chicos de la escuela céntrica, en detrimento
de los chicos de la escuela del Parque Industrial.
La mitad de la población de la escuela del barrio Parque Industrial vive
en la meseta Colonia Nueva Esperanza en condiciones muy precarias. La
mayoría de las viviendas son ranchitos de barro ubicados cerca de un basural
al que las familias suelen frecuentar. Además, las casas no poseen servicio
de agua ni gas. Esta situación hace que la gente que habita en estos lugares
esté constantemente expuesta a focos de infección y contaminación.
Hoy, Vega y Escobar se encuentran procesando nuevos datos que surgieron
de una ampliación de la muestra original de los pacientes. Esta información
incluye a alrededor de 330 chicos de escuelas de la capital y de Junín
de los Andes, que también fueron medidos y pesados por el personal médico.
La desnutrición crónica se produce por una deficiencia nutricional no
muy profunda pero prolongada en el tiempo, que afecta al organismo en
los primeros años de vida.
El principal indicador de esta enfermedad no es el bajo peso sino la deficiencia
en la talla, ya que la persona tiene una estatura significativamente menor
que la estatura normal esperada para su edad. Escobar explicó que una
de las principales consecuencias de la desnutrición crónica es la disminución
de las capacidades intelectuales, lo cual se puede evidenciar en dificultades
de aprendizaje.
La investigación tuvo como disparador el Congreso Europeo de Alergia realizado
en Berlín en el 2001, en el que se trató la aplicación de la Teoría de
la Higiene nacida hace 13 años en Europa.
Dicha teoría sostiene que el aumento observado en las enfermedades alérgicas
se debería a una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo,
la experiencia de Vega como profesional de la salud le indicaba que en
nuestra región esta teoría se contradecía.
La especialista proyectó y puso en marcha esta investigación con la intención
de averiguar lo que ocurre con la alergia y las enfermedades respiratorias
en la ciudad de Neuquén. Pero se encontró con casos de desnutrición crónica.
Los datos recogidos incluían una encuesta dirigida a los padres con preguntas
acerca de las condiciones de vida de la familia, y la medición del peso
y la talla de cada uno de los niños.
Crudos diagnósticos
NEUQUEN (AN).- La Red Intersectorial
de apoyo al Niño y Adolescente de esta capital presentó en setiembre un
crudo diagnóstico sobre las miles de familias pobres asentadas en las
tomas del oeste neuquino a la Legislatura.
Este equipo conformado por organizaciones no gubernamentales, sociales
y eclesiásticas que trabajan en forma conjunta con la defensoría, se ocupa
desde hace cinco años de los distintos asentamientos de la zona oeste
de la capital.
En aquella oportunidad, plantearon la necesidad de desarrollar esa tarea
para erradicar los bolsones de marginación y pobreza que se reflejan en
casos de desnutrición y deserción escolar.
“El tema de la falta de alimentos es un emergente de una problemática
social profunda”, señalaron.
Por su parte, las autoridades de Salud de Neuquén revelaron en marzo pasado
la existencia de 1700 casos de niños con bajo peso en la provincia, luego
de que saliera a la luz el reclamo de una joven de Plottier por su sobrino
con indicios de desnutrición.
Cecilia Tamburini, médica jefa del centro de salud periférico del barrio
Parque Industrial, dijo que en julio se le realizaron estudios a niños
de las escuelas 154 y 175 de ese barrio, en el marco del Programa de Salud
Escolar de la provincia.
Dicho programa abarca una serie de exámenes y vacunación a chicos de primero
y séptimo grado.
Los datos del último estudio reflejan que, sobre un total de 65 niños
de ambas escuelas que concurren a primer grado, se registró a dos con
baja talla, a diez con problemas de sobrepeso y seis con obesidad.
Un trabajo hecho a pulmón
NEUQUEN (AN).- Rosa Narambuena fue directora
de la escuela 154 del barrio Parque Industrial durante diez años, hasta
marzo pasado, y siguió de cerca la investigación realizada por el equipo
de profesionales. Aseguró que el trabajo desarrollado durante cinco meses
por Laura Vega y Marcelo Escobar fue hecho “a pulmón”.
Por haber estado trabajando tantos años como docente y luego como directora
de la escuela, Narambuena se siente muy comprometida con la realidad de
los chicos que asisten a ese establecimiento educativo.
La investigación no tuvo ningún aval institucional para cubrir los gastos,
lo cual “le habría dado más fuerza a los datos recolectados y a las conclusiones
a las cuales arribaron”, afirmó la ex directora.
Según Narambuena las dificultades de aprendizaje de los niños son fácilmente
observables en el ámbito escolar ya que presentan serios problemas de
lecto escritura y un escaso lenguaje oral. Además manifestó la necesidad
de brindarles un apoyo psicológico y de asistencia social, ya que “son
chicos muy limitados y no tienen un techo, un hogar que los contenga”,
señaló la mujer.
La mayoría de los niños que asisten al establecimiento provienen de la
meseta Colonia Nueva Esperanza, y son transportados al colegio ubicado
en Parque Industrial todos los días en un colectivo que paga la provincia.
Por otra parte recalcó la importancia de que los niños reciban desde la
escuela la práctica de actividades físicas y de expresión corporal, para
que tengan un mejor desarrollo físico y mental.
La escuela 154 les otorga a los alumnos del turno mañana y tarde un desayuno
reforzado y una merienda, respectivamente. Al mediodía reciben el almuerzo
en la parroquia San Cayetano del padre Juan San Sebastián.
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