"Hay un cambio positivo hacia los trasplantes"

Lo dijo en Neuquén el presidente del Incucai, Carlos Soratti.

Defendió la figura del presunto donante que debate el Congreso.

Afirmó que "como nunca antes" el tema está instalado en la sociedad.

"La legislación argentina es muy garantista, con regulación y controles", dijo el experto.

NEUQUEN (AN).- "La figura del presunto donante tiene mucho más que ver con el sentido común que la figura opuesta".

La definición corresponde al doctor Carlos Soratti presidente del Instituto Nacional Central Único de Ablación e Implante de la Argentina (Incucai). El profesional, que estuvo en Neuquén el fin de semana, es uno de los máximos expertos en la temática y un acérrimo defensor del proyecto de ley que propone que todos seamos potenciales donantes, salvo que haya una oposición expresa. La propuesta ya fue tratada en comisión y ahora es debatida en el Congreso.

"Apuntamos a consolidar una actitud positiva de la sociedad hacia la donación y el trasplante, y el consentimiento presunto propone un cambio trascendente. Este proyecto nos está planteando la necesidad de discutir e informarnos, de decidir como sociedad sobre este tipo de temas", sostuvo Soratti quien disertó para periodistas y estudiantes de comunicación en una jornada organizada por la defensoría del Pueblo de Neuquén, el sindicato de Prensa el Cucai Neuquén.

Soratti aclara que la iniciativa prevé que, llegado el caso, la familia va a ser consultada sobre si conoce la voluntad de la persona fallecida con respecto a una ablación.

Admitió que en los últimos tiempos el tema se ha instalado en la sociedad y que también creció la cantidad de potenciales donantes, pero no alcanza.

"Nunca va alcanzar. Hay una instalación creciente del tema en el país y esto tiene que ver con que en la Argentina se realizan todo tipo de transplantes, de órganos y de tejidos; es un país que regula la actividad desde hace más de 25 años. El tema está más presente en los medios, en el ámbito familiar, en las escuelas, pero nunca va llegar el momento en que sea suficiente", sostuvo.

-¿Por qué?

-En la Argentina y en todo el mundo, las indicaciones de transplante crecen a un ritmo mucho más acelerado que la disponibilidad de órganos. E una terapéutica que resuelve efectivamente problemas de salud, incluso insuficiencias terminales de órganos que a veces marcan el límite entre la vida y la muerte.

-¿El mito sobre el tráfico de órganos tiene algún sustento? ¿Hay alguna denuncia judicial o una causa que así lo sostenga?

-En realidad no existe ningún caso. Esto se inscribe en las fantasías; todas estas cosas que están atravesadas por las cuestiones relacionadas con la muerte son muy delicadas para el ser humano. La legislación argentina es muy garantista hacia la sociedad, en la seguridad de que ésta es una práctica regulada controlada, registrada y evaluada. No hay centro de transplantes que no esté habilitado, no hay donante que no esté registrado en cada jurisdicción del país.

-¿Cómo funciona la maquinaria que se pone en marcha cada vez que hay una ablación?

-Estamos muy bien, muy contentos, apostamos a que cada hospital tenga su coordinador, es en los hospitales donde se detecta la posibilidad de donación, es el punto de partida de cualquier posibilidad de ablación y donación, a partir del reconocimiento de la muerte. Por suerte todo funciona organizativa y operativamente muy bien. El nivel organizativo y sanitario es muy importante.

-¿Cómo se ha manifestado la Iglesia?

-Hay una actitud favorable y positiva y un apoyo hacia la donación de órganos. Es más, en el 2.000, el Papa entregó un documento en su favor.