Más de 2.400 enfermos renales cultivan la tierra como terapia

La experiencia fomentada por el programa Pro Huerta del INTA se practica en 80 centros de diálisis de todo el país

Más de 2.400 enfermos renales se dedican a cultivar la tierra en centros de diálisis de 16 provincias, en terapias de horticultura que contribuyen a su rehabilitación al mismo tiempo que les procuran ayuda económica. Así lo informaron distintos especialistas, quienes coincidieron en señalar que el contacto directo con semillas y plantas les provocó a estos pacientes con enfermedades crónicas de riñón efectos altamente positivos. "La fuerza de la tierra y la fuerza de las semillas que germinan ayudan a la rehabilitación porque les impacta y los pone en contacto con la vida", opinó Guido Yagupsky, presidente de los centros de diálisis Fresenius Medical Care de Argentina La experiencia fue puesta en práctica en 80 centros de diálisis de todo el país, en base al programa Pro Huerta del INTA, que fomenta este tipo de iniciativas. Se habilitaron pequeños espacios de tierra en los establecimientos y se distribuyeron semillas de distintas verduras y frutas para que los pacientes comenzaran a sembrar y a efectuar el seguimiento de sus plantaciones. La idea fue implementada, en principio, para que los pacientes enfermos de riñón, en situación de indigencia y desnutrición, tuvieran una fuente de alimento propio, explicó el médico Yagupsky. "Estábamos preocupados por generar fuentes de alimento y logramos también que los enfermos se vincularan de una forma más positiva con la vida y continuaran luchando con su enfermedad", expresó Los especialistas observaron que, después de meses de trabajo, el impacto provocado al trabajar la tierra por la fuerza de los impulsos vitales, y el hecho de ver cómo se genera vida, estimuló a los pacientes y los ayudó mejorar su inserción en la vida y en la familia Adriana Martorell, psicóloga coordinadora de las terapias en un centro de diálisis de Martínez, manifestó que en la Argentina la tasa de trasplante de riñón es escasa, por lo cual los pacientes deben someterse a diálisis por años. "El impacto que estos tratamientos de diálisis tienen es muy traumático y la nueva experiencia de sembrar las huertas en el centro colaboró para procesar lo traumático, lo inenarrable", sostuvo la profesional. "Los pacientes me dicen que les saca las broncas y los nervios, todos hablan de lo mismo y muestran orgullosos sus cultivos", aseguró la psicóloga, y acotó: "Ahora en el centro no hay sólo enfermedad, hay también huerta" Martorell aseguró que la horticultura no es una herramienta terapéuticamente nueva. "Antes de que la psiquiatría se volviera una ciencia, el trabajo en el jardín era prescripto como curativo para los enfermos mentales y neurológicos". La psicóloga afirmó que este tipo de técnicas son bastante novedosas en Argentina y precisó que en Estados Unidos y Canadá, se aplican con pacientes discapacitados con movilidad reducida y con enfermos mentales.