Lunes 13 de octubre de 2003

Gamundí: "La investigación necesita recursos"

NEUQUEN (AN) - Producir ciencia en la Argentina de hoy se parece más a un apostolado que a un trabajo. Aunque trillada, la frase sirve para comprender hasta qué punto la fuerza de voluntad y de la vocación permite vencer los permanentes obstáculos de los presupuestos escasos y las políticas cambiantes. Irma Gamundí, doctora en Ciencias Naturales, profesora extraordinaria de la Universidad Nacional del Comahue y reciente ganadora del premio de la Fundación Konex en el área de la biología natural, es una de las personalidades que insisten en su tarea. Y de las que contagian optimismo por esta actividad de generar conocimientos desde el sur de América del Sur.

Se define como uno de aquellos "botánicos antiguo", a los que "les gusta ir al campo, recorrer, buscar cosas, y relacionar en un ambiente natural cómo es que funciona ese ambiente natural. Y evitar que se destruya". Se apasionó por la Patagonia y sus hongos desde que comenzó a trabajar en la Universidad de Buenos Aires, y hoy es una autoridad reconocida internacionalmente, con publicaciones en distintos idiomas.

Pasó por distintas etapas y hoy aguarda con expectativas los anuncios de mayor presupuesto para la investigación en ciencia y técnica. Reclama más oportunidades para los más jóvenes, consciente de que lo que significa esta permanente emigración de los profesionales más capacitados. De todos modos, no cree que todo esté tan mal.

- ¿Con cuántas limitaciones se choca en el día a día para hacer ciencia en Argentina?

- Con muchas. Y las principales son económicas porque en todos los proyectos de investigación se necesita una inversión y el único que está invirtiendo es el Estado. Que, además, hasta ahora se ha preocupado muy poco en sus presupuestos por el tema de ciencia, investigación y tecnología.

- El proyecto para ciencia y técnica que impulsa Nación implica cambios, comenzando por el incremento de presupuesto...

- El plan es auspicioso y estamos a la expectativa de que cambien un poco las cosas... nosotros no queremos lucrar con la ciencia pero tenemos que vivir. Y en ciencia básica necesitamos apoyo económico para desarrollar los temas que son importantes para ser aplicados, que son transferidos a la tecnología y aprovechados para la producción y el aumento de la economía del país.

- Dicen que la ciencia, desde aquella "Noche de los bastones largos", nunca llegó a recuperar el presupuesto que tenía.

- No estoy al tanto de la parte presupuestaria pero de cualquier manera la ciencia en la Argentina ha avanzado... desde que nuestros egresados de las universidades nacionales compiten perfectamente en los ambientes científicos europeos, americanos, africanos o asiáticos. No creo que la ciencia o la investigación se hayan detenido. Lo que pasa que como los presupuestos no son suficientes, ha aminorado la marcha. Se ha frenado.

- ¿Cómo estamos en rela

ción con los otros países?

- En Sudamérica, los países que trabajan más en ciencia e investigación son Brasil y Argentina, indudablemente. Brasil tiene más presupuesto para educación y tecnología que nosotros... por lo menos en los últimos 20 ó 30 años. Toda mi vida me he dedicado a ciencia básica. Pero hay que ver que la ciencia básica es la que después transfiere sus conocimientos y sus aportes a la tecnología; y de la tecnología de un país depende su progreso.

- ¿Cómo repercutió la aparición de la informática en la investigación?

- Es fantástico... así como fue la revolución industrial en el siglo XIX, en el XX fue la revolución informática. Ya no nos sentimos un país aislado en la parte sur de América del Sur.

La bióloga pidió más apoyo para los jóvenes.

"La tecnología aplicada sirve a la economía", dijo.

"No se puede vivir con 800 pesos por mes"

- Muchos egresados, algunos de ellos investigadores, con títulos de posgrado, han emigrado en los últimos años a los países centrales. ¿Cómo están viviendo esta crisis?

- Mal... como los puestos para ciencia y tecnología han sido últimamente tan magros, los jóvenes brillantes buscan otros horizontes. Un becario que se inicia en la investigación, que tiene una pequeña familia, con 700 - 800 pesos no puede vivir. El becario aguanta hasta que obtiene su graduación y después busca otros horizontes. Más ahora, que con las comunicaciones, con Internet, es mucho más fácil encontrar una buena propuesta. La gente emigra porque no tiene el aliciente. Lo que estamos esperando, estamos expectantes, es el apoyo a la ciencia y la investigación, para que esos jóvenes no emigren. Porque en mis tiempos había menos competencia, había mucho menos científicos y las estructuras del país la podían absorber. Pero ahora no", señaló Irma Gamundí.

Ante la pregunta opinó que se están generando las condiciones para que se vayan a pesar de que en los últimos 10 años empezaron a aparecer las becas en las universidades para que el graduado hiciera su cursos de postgrado y terminara su tesis.

- ¿Qué tendría que tener una política de ciencia y técnica en el país? Aparte de mejores salarios, por supuesto...

- Favorecer los proyectos de investigación - siempre que estén bien planeados, que el grupo tenga calidad científica -, que les lleguen los fondos y puedan avanzar. Por lo menos los que estudian biología son muy idealistas, lo hacen por vocación, no lo hacen para ganar plata. Pero tenemos que tener en cuenta que tienen que sobrevivir. Ofertando más becas, tanto el Estado, las universidades, incluso las fundaciones privadas, y que esas becas permitan que los jóvenes investigadores se asimilen a un equipo, eso sería un gran adelanto.

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La investigadora Irma Gamundí, premio Konex, dijo que "no queremos lucrar con la ciencia, pero necesitamos vivir".

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