Hallan las mandíbulas de un lagarto del Cretácico

Pertenecen a un tipo de esfenodonte y las encontraron en El Chocón.

Es "pariente directo" del fósil que pasó a la fama en la revista Nature.

Vivió hace 95 millones de años y medía entre 80 cm y un metro.

Los 18 dientecillos del animal estaban en las rocas de la formación Candeleros. Es el primer esfenodonte eilodontin (ése es el nombre científico) que se identifica en Sudamérica.

NEUQUEN (AN).-Hace algo más de dos años, la pequeña Araceli Ferreyra asomó por el laboratorio del museo El Chocón con dos mandíbulas en la mano. Era -claro- un material fósil que cautivó a la paleontóloga Edith Simón quien, extrañada, contó los dientes que no parecían de un dinosaurio ¿Tal vez un lagarto?

En el Valle de los Dinosaurios es poco lo que se sabe de las criaturas que vivieron a la sombra de los gigantes, más allá de que huellas están a cada paso.

Así, al cabo de una serie de comparaciones y consultas, Simón tuvo la certeza de que entre sus manos tenía las mandíbulas que hace unos 95 millones de años se accionaron para comer plantas y quizás peces de ríos someros que cortaban tierras semitropicales. Pertenece a una criatura que midió entre 80 centímetros y un metro, y que seguramente fue presa fácil de los carnívoros "Es el primer esfenodonte eilodontin (ése es el nombr científico) que se identifica en sudamérica", explica la paleontóloga que dejó el museo choconense y ahora trabaja en la dirección de Investigación y Preservación Patrimonial que depende la dirección de Cultura de la provincia. Los fósiles de este animal tienen una familiaridad directa con los publicitados esta semana en la revista Nature, donde se informa sobre el espectacular hallazgo de 20 esqueletos en La Buitrera, en el corazón de la margen sur del río Limay.

¿Cómo fue la investigación de la dentadura de este viejo lagarto? "Junto al equipo técnico realizamos una breve prospección en el lugar del hallazgo, que resultó ser el campo de Manuel Bustingorry, donde encontramos material adicional. Posteriormente, invité a participar en el estudio al paleontólogo Alexander Kellner", agregó Simón Kellner es un científico brasilero que dirige el departamento de Geología y Paleontología del museo nacional, Universidad Nacional de Río de Janeiro y que en la región ha colaborado con el centr de estudios Los Barreales.

En base a las primeras comparaciones "supimos que se trataba de un taxón (grupo biológico) desconocido para el área y a medida que avanzamos con la identidad del material fue quedando más clara: se trata de una forma similar a los lagartos", explicó la investigadora.

Los 18 dientecillos del animal estaban en las rocas de la formación Candeleros, la de las bardas rojizas que ganan el paisaje. Allí se rescataron nada más y nada menos que la mayoría de los fósiles de Chocón, entre ellos, un primitivo titanosaurio Andesaurus delgadoi ; un saurópodo diplodocoideo Rebbachisaurus tessonei; el gigantesco terópodo Giganotosaurus carolinii, pequeños cocodrilos Araripesuschus patagonicus y primitivas tortugas Las pequeñas mandíbulas dieron lugar a un nuevo grupo biológico que se bautizó con el nombre de Kaikaifilusaurus calvoi "El nombre del género proviene de Kaikai filu, una divinidad de la cultura mapuche y saurus, del griego, lagarto o reptil. El nombre de la especie es dedicado al paleontólogo Jorge Calvo, por su gran contribución al desarrollo de la paleontología de Neuquén", detalló Simón.

El registro fósil del grupo que aglutina a los esfenodontes es muy limitado El esfenodonte más antiguo fue encontrado en depósitos del Triásico tardío (Carniano), de aproximadamente de 231 a 223 millones de años , cuando este grupo de reptiles estuvo aparentemente muy diversificado y ampliamente distribuido El registro más moderno proviene de estratos de aproximadamente 102 millones de años. No se conocen esfenodóntidos provenientes del Terciario, y sólo dos especies del género Sphenodon sobrevivieron hasta el presente.