Legisladores por un día piden al Estado que escuche y reaccione

Chicos con capacidades diferentes culminaron su sesión.

VIEDMA (AV)- "No hay discapacidad ni limitación mayor que una sociedad que no quiere ver y un Estado que no puede escuchar y reaccionar". Con esta frase cerró la sesión legislativa protagonizada por alumnos con capacidades diferentes la directora de la escuela de Formación Cooperativa y Laboral N 1 "El Dique", Adriana Cajarbille, que presidió la jornada legislativa. Pidió una reflexión conjunta sobre esta problemática y agradeció el espacio y la oportunidad para que los mismos chicos que sufren distintas discapacidades fueran escuchados.

Las bancas y los sectores destinados para el público quedaron vacíos. Todos se fueron con la sensación de satisfacción de haber sido protagonistas de esta experiencia única en el país. Habían llegado al lugar donde se elaboran las leyes que protegen y ayudan a resolver tantos problemas pero que no siempre se cumplen. Ellos mismos se encargaron de pedir que se respete la norma referida a las personas con discapacidad que contempla la igualdad de oportunidades y sin embargo ni siquiera en ese lugar donde se sancionó se cumple con ella porque sólo se puede acceder por escaleras. Y no todo el mundo puede subirlas.

Pero se fueron con el compromiso del vicegobernador, Bautista Mendioroz, de que antes de finalizar esta gestión se construirán las rampas de acceso a la Legislatura en referencia al pedido de un alumno-legislador desde una silla de ruedas. Esa respuesta fue otra satisfacción.

De todas maneras hubo ausencias que no pasaron desapercibidas y que mucho hablan de la importancia que se le otorga a la difícil situación de tantas familias que además de sobrellevar un problema de discapacidad cargan con el peso de la indiferencia. Y esto se notó en la sesión del viernes.

Fue importante el espacio otorgado a través de estos alumnos a la discapacidad pero no se puede obviar la falta de presencia de los legisladores rionegrinos. De los 43 sólo acompañaron la sesión Eduardo Chironi, Eduardo Rosso, Vita Bucci y el presidente de la cámara, Bautista Mendioroz.

Educación también estuvo ausente. Y esto no deja de ser significativo ni casual tanto como que la escuela especial N 22 de Viedma funcione en una vivienda del IPPV con la incomodidad que significa un espacio reducido y no adaptado como ése para la circulación de personas en sillas de ruedas, por ejemplo.

Tampoco es casual que aún no comience la anunciada construcción del nuevo edificio para esta escuela porque todavía no tiene un terreno. No es casual que los concejales de Viedma eligieran un lugar en un descampado -lejos de los centros de salud cuando los chicos de alto riesgo que allí concurren requieren con frecuencia atención de emergencia- y sin asfalto imposibilitando el desplazamiento de las sillas de ruedas.

Nadie puede hablar de mala intención pero sí de un cierto grado de indiferencia porque si hubiera mayor interés interiorizarse en la necesidad del otro tendría que haber sido el primer paso.

Ojalá que la participación de los alumnos con capacidades diferentes en la Legislatura que hizo vibrar como hace tanto no sucede con las sesiones saque la venda de tantos ojos y alerte los oídos de los que ocupan lugares de decisión porque prometieron querer estar allí para solucionar los problemas de la gente.