Hacia el software libre en Brasil

En el futuro el gobierno quiere utilizar sobre todo Linux

BRASILIA (DPA) - Sin prisa pero sin pausa, el gobierno brasileño va poniendo en práctica su estrategia de abandonar los programas de computadoras suministrados bajo onerosas licencias por el software libre, que puede ser distribuido gratuitamente y alterado por cualquier usuario, informó la agencia oficial ABR. A largo plazo, se espera dejar de pagar las licencias a grandes empresas estadounidenses, como Microsoft, que cuenta con el 90 por ciento del mercado mundial de software con el sistema operativo Windows y el conjunto de aplicaciones Office, que pueden se reemplazados por sistemas gratuitos o de bajo costo El presidente del Instituto Nacional de Tecnología de la Información (ITI) de Brasil, Sergio da Silveira, uno de los responsables de la implantación de programas de computación para el gobierno, reveló que las licencias que vayan venciendo de aquí en adelante ya no serán renovadas a fin de permitir una migración en gran escala, principalmente hacia el sistema operativo Linux. "Es mucho mejor. Puedo usar el software como yo quiero, copiando, distribuyendo y alterando sin cometer ningún acto ilegal, como ocurre con las restricciones del otro sistema (Windows)", comentó el funcionario público Carlos Sacconi, que trabaja en el sector de tecnología de la información desde hace 15 años Datos del gobierno brasileño muestran que si el país comprara 20 computadoras con sistema operativo Linux para 20.000 escuelas públicas, ahorraría 200 millones de dólares anuales qu hoy se pagan por licencias. Actualmente, el gobierno brasileño tiene software libre en apenas un diez por ciento de sus máquinas. El secretario de Logística y Tecnología de la Información del Ministerio de Planificación, Rogerio Santana, defiende enfáticamente el uso del Linux con el cual el Brasil, además de economía y seguridad, ganará autonomía tecnológica. "El gobierno todavía está gastando mal sus recursos porque está atado a un modelo demasiado caro y, por eso, nuestra meta es reducir la dependencia de los softwares cerrados. No es justo seguir transfiriendo los recursos que Brasil paga hoy a las grandes empresas de software por derechos de propiedad intelectual", afirmó.