Miércoles 29 de octubre de 2003

Tensión por una puja entre obreros y desocupados

Fue por las casas de la UOCRA en la Cuenca XV. Obligó a montar un importante operativo policial.

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El escenario de tensión podría repetirse hoy si la UOCRA retorna al lugar para recuperar las casas tal como lo prometieron sus dirigentes.

NEUQUEN (AN).- La disputa por 26 viviendas entre obreros de la UOCRA y familias desocupadas, generó ayer un fuerte clima de tensión en el barrio Cuenca XV que obligó a la policía a desplegar un importante operativo con fuerzas especiales para evitar el enfrentamiento entre ambos grupos. Sin embargo esta escena, que tiene como protagonistas a dos de los sectores más golpeados por la crisis, podría repetirse hoy si la UOCRA retorna al lugar para recuperar las casas tal como lo prometieron sus dirigentes.

El disparador de la agitada mañana fue la determinación del gremio de recuperar las casas que el gobierno le construyó pero a las que nunca pudieron ingresar los adjudicatorios. Y sus miembros se mostraron dispuestos a usar la fuerza en caso de ser necesario.

Aunque no pudieron cumplir con su objetivo, por la intervención de fuerzas especiales de la policía que armaron un cordón alrededor del predio para impedirles llegar a las casas, adelantaron que hoy podrían retornar al lugar. Detrás del cordón policial, los ocupantes señalaron que no las abandonarán.

Días antes de ser entregado el plan habitacional -el 23 de agosto pasado- fue usurpado en su totalidad por familias que vivían en la toma Bella Vista, ubicada a pocas cuadras del predio. Son familias de bajos recursos, numerosas y que viven de subsidios y changas.

Por este motivo y ante "la lentitud de la justicia para dar una solución", según explicó Julio Ojeda, el titular de la UOCRA, cerca de un centenar de obreros fueron en dos colectivos con la intención de recuperar los inmuebles.

"Le damos un plazo de 24 horas para irse, si no, volvemos mañana -por hoy- y con más gente", advirtió Ojeda a los delegados de los ocupantes. Y deslizó que si deben emplear la fuerza lo harán. Pero su advertencia no los intimó.

Mario Gutiérrez, uno de los delegados, afirmó que no abandonarán las casas hasta que las auto

ridades del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU) "den una respuesta al reclamo que planteamos". Según explicó, en más de una oportunidad le solicitaron materiales para mejorar las casillas de la toma que habitaban "y nunca nos escucharon".

Por otra parte agregó que "nos vamos a ir siempre y cuando nos den otro techo digno, de lo contrario estamos dispuestos a dar la vida si es necesario". Y adelantó que denunciaría a Julio Ojeda por "las amenazas que nos hizo".

Pese a la tensión que se vivió, existió un breve diálogo entre ambas partes con la mediació del comisario Jacinto Malabe, a cargo del operativo. Pero no hubo acuerdo. Las acusaciones fueron recíprocas: "Ustedes vendieron las casillas y después vinieron acá", afirmaron desde el gremio. "Ustedes consiguieron las casas porque se llevan bien con el gobierno, nosotros no", aseguraron desde el otro sector. Ningún funcionario del gobierno o de la justicia se presentó en el lugar para intentar una tregua.

La policía, con 50 efectivos vestidos de negro y equipados para reprimir, fue la responsable de apaciguar los ánimos para evitar el enfrentamiento. El operativo comenzó en la madrugada con el patrullaje de móviles, ya que se conocían las medidas que tomaría la UOCRA, y se intensificó al mediodía minutos antes de que los obreros lleguen al predio.

El conflicto llegó a los despachos judiciales días después de la ocupación. El IPVU presentó la denuncia a la espera del desalojo, pero hasta ahora no hubo una definición sobre el tema. En tanto los dirigentes del gremio se reunieron ayer con los integrantes de la Cámara de Apelaciones (ver aparte).

Desde ambos sectores se mostraron prisioneros de la disputa. Los adjudicatarios de las viviendas aseguraron que ya no pueden pagar alquiler. Y los ocupantes enfatizaron que no tienen otro lugar para vivir (ver aparte).

Este plan es el primero que construye el gobierno para el gremio. En los próximos años tiene previsto levantar tres más, también de 26 casas, en diferentes puntos de la provincia.

"Estas casas se levantaron por el esfuerzo del gremio", indicaron los obreros. "Y las vamos a recuperar cueste lo que cueste", destacaron. "Nosotros no nos vamos a ir, y si quieren una solución que vengan con las funcionarios del gobierno", sostuvieron los ocupantes.

De cumplirse la advertencia de la UOCRA, hoy Cuenca XV volverá a quedar inmersa en un clima de fuerte tensión. De todas formas Ojeda, a última hora, indicó que aguardarán para tomar una resolución.

Una disputa entre sectores empobrecidos

NEUQUEN (AN).- Moisés tiene 45 años, cinco hijos y es peón rural. José tiene 49 años, tres hijos y es obrero de la construcción. El primero dejó la casilla de la toma para ocupar una de las viviendas del plan de la UOCRA. "Quería un techo digno", afirmó. El segundo espera el desalojo del plan habitacional. "Para tener mi casa propia y dejar de pagar alquiler", aseguró. Ambos representan a los dos sectores que ayer estuvieron a punto de enfrentarse para conservar un techo.

"No me importa si esto es una guerra entre pobres", dijo José. "Yo conseguí una casa después de más de 20 años en esta ciudad y no la pienso perder", agregó.

Moisés, por su parte, aseguró que desde el año '87 "que estoy anotado en el Instituto provincial de Vivienda y Urbanismos (IPVU) para tenerla y nunca me la dieron. Ahora que la conseguí no la voy a abandonar si no me garantizan algo igual".

José logró el techo mediante el convenio que logró firmar la UOCRA con el gobierno provincial para hacer el plan. Y nunca le tocó vivir en una toma Moisés aseguró que nunca tuvo "recibos de sueldo ni nada de lo que te piden para que entregar una casa". Por este motivo hace dos años se mudó a una casilla de la toma.

El obrero de la construcción prometió que volverá a Cuenca XV todas las veces que sea necesario y deslizó que no dudará en emplear la fuerza si la situación se prolonga "Porque no puedo pagar más alquiler", insistió. El peón de la fruta dijo que si no lo ofrecen otra casa, lo tendrán que sacar "con los pies para adelante".

El proceso judicial a raíz de la ocupación

NEUQUEN (AN).- Luego de la ocupación de las casas el IPVU presentó la denuncia ante la justicia provincial, con el objetivo de que se ordene el desalojo y el organismo pueda adjudicar el plan a los obreros de la UOCRA.

La denuncia fue hecha ante el juez Héctor Rimaro, a cargo del juzgado penal I. El magistrado tomó declaración a cada uno de los ocupantes y luego los instó a abandonar el complejo habitacional, además de resolver su procesamiento La orden no se cumplió porque el abogado Mariano Mansilla, en representación de las familias ocupantes, apeló el procesamiento ante la Cámara de Apelaciones.

Ayer en diálogo con "Río Negro", Masilla indicó que la apelación se hizo con el argumento de que "estas personas no son usurpadoras. Buscaron resguardo ante la grave situación que atravesaban en la toma, y ahora no pueden regresar porque sus casillas también fueron ocupadas por otras familias".

Dijo que en caso de que la resolución de la Cámara sea contraria, irá ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) con un recurso de casación para que analice el caso.

Los dirigentes de la UOCRA se reunieron con los integrantes de la Cámara. Tras el cónclave Ojeda indicó que el encuentro fue "positivo". Deslizó que la "Cámara se comprometió a darle celeridad al tema".

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