Los petroleros paran Repsol YPF por doce horas

El gremio pide que contraten más personal y jornada de ocho horas.

Rechaza la "multifuncionalidad" que -según dice- exige la empresa.

"Ya hemos tenido accidentes y problemas", denunció ayer Pereyra, en el

NEUQUEN (AN).- El poderoso gremio petrolero presionará mañana con una huelga de 12 horas para reclamar contra la multifuncionalidad que les exige Repsol YPF. El paro, convocado por el sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro y Neuquén que conduce Guillermo Pereyra, afectará a las plantas y refinerías de la compañía española en la cuenca neuquina.

La multiplicidad de tareas que deben desempeñar los trabajadores empleados en la empresa, afirma el gremio, pone en riesgo su seguridad personal. El sindicato tiene un plan de expansión que se articula en torno de dos ejes: el primero es garantizar la jornada laboral de 8 horas y que el resto se pague como horas extraordinarias o las empresas contraten más personal. El segundo, apunta a que cada trabajador que ingresa a un campo petrolero tenga la ficha de afiliación al gremio, aun cuando no sea su oficio principal (ver aparte).

Mañana serán unos cuatro mil trabajadores petroleros quienes colgarán sus botines y herramientas para reclamarle a la empresa que contrate más personal para diversificar la cobertura de las tareas. La medida de fuerza comenzará a las 8 y se extenderá por un lapso de 12 horas.

"Esto es un atropello. Pongo como ejemplo, hay bateristas que recorren entre 150 y 180 pozos y realizan trabajos de electricidad solos, sin ayudantes. Ya hemos tenido accidentes y problemas", comentó ayer Pereyra, en el hall central de aeropuerto neuquino.

El mes pasado el jefe de los petroleros estuvo en España y se entrevistó con el vicepresidente de Repsol, Ramón Blanco Balín. El sindicalista solicitó que la empresa defina una política que aliente la contratación de choferes locales y que compre los insumos en fábricas neuquinas. Además aprovechó la oportunidad para plantearle la situación de los petroleros neuquinos.

"Todas las empresas han arreglado el problema. Pero la empresa Repsol nos pidió que esperáramos hasta fines de septiembre y no hizo absolutamente nada. Por eso los cuerpos orgánicos resolvieron el paro de 12 horas y si no tenemos respuestas esto se va a profundizar, con la ley en una mano y el convenio de trabajo en la otra", adelantó el ex diputado provincial, que además agregó que tampoco permitirán los despidos que ya anunciaron las empresas.

"Están amenazando con despedir gente en los próximos días y no lo vamos a permitir. Con el precio actual del crudo no se puede poner por delante los costos que tiene las empresas para justificar los despidos. Evidentemente acá hay otra cosa que tendrán que explicar al sindicato", planteó con firmeza. E paro de mañana afectará la producción de las zonas de Rincón de los Sauces, Loma de la Lata y refinería de YPF. Cuando se le preguntó a Pereyra sobre la incidencia que tendrá la medida en la actividad, lanzó la pelota para el área empresarial. "Eso lo puede responder YPF. Nosotros solamente hacemos uso del derecho que nos otorga la Constitución, después de haber agotado todas las instancias y no haber tenido respuestas, vamos a las medidas de fuerza que es legal", dijo el petrolero.

Mientras Pereyra esperaba su turno para ingresar a la sala de embarque, en el vuelo procedente de Buenos Aires llegó el director de YPF, Gonzalo López Fanjul que, sobre la medida de fuerza dispuesta por el gremio, respondió: "estoy muy apurado" y partió en un auto que lo esperaba en el estacionamiento.

Cerca de 8.000 trabajadores fuera de convenio

NEUQUEN (AN).- En el invierno pasado, con un pico de actividad en la industria petrolera, unos ocho mil operarios se encontraban por fuera del convenio de trabajo, sea porque estaban sindicalizados en la UOCRA -tres mil- o porque no pertenecían a ninguna organización gremial. Esa franja representa el 47% de los trabajadores empleados en la cuenca neuquina -en esa época eran unos 17 mil en total-, según los datos que disponía el sindicato petrolero en julio.

Para la institución que comanda Guillermo Pereyra el dato no resulta menor, toda vez que puede expandir su poder a cambio de ofrecer mejores condiciones salariales.

En efecto, los sueldos promedio de un obrero en boca de pozo rondan 2.300 pesos mensuales, un nivel muy por encima del escalafón de la construcción. La desventaja, en este caso, sería que el afiliado a la UOCRA perdería la antigüedad y la posibilidad de contar con el fondo de desempleo cuando el contrato caduque.

La pelea de Pereyra para sindicalizar a los trabajadores es también por la caja de la obra social, que es, después de la del Estado -ISSN- una de las más importantes de la provincia, a tal punto que hace un par de semanas se ofreció para comprar la deuda del Policlínico ADOS. Para Pereyra, la necesidad de captar más afiliados es porque se trata de trabajadores que cumplen tareas fijadas en el convenio colectivo, pero además desempeñan horarios más extensos sin cobrar horas extra ni adicionales. Además, el gremio empuja a las empresas para que contraten mano de obra neuquina, en lugar de "traer de Mendoza, Bolivia u otras regiones o provincias".

Justamente ése fue uno de los temas planteados por Pereyra a los directivos de Repsol en su reciente gira por España. Ahora, el planteo que hace el gremio es garantizar que se contraten trabajadores para desempeñar las funciones descriptas en el convenio, que son aproximadamente 20, con una complejidad diferente cada una.

El objetivo de Pereyra apunta también a regularizar la situación laboral y equiparar a los que están fuera de convenio con los que cumplen totalmente el contrato, porque éstos aportan la cuota sindical.