El municipio de Cipolletti cambia su forma de control

CIPOLLETTI (AC).- En menos de dos meses el municipio de Cipolletti dejará de ser auditado por un contralor designado por el conjunto de las fuerzas políticas representadas en el Concejo Deliberante porque el 10 de diciembre asumirá un fiscalizador del mismo signo político del intendente, elegido por el voto popular. Habrá que ver cuál es el resultado de esta modificación introducida por la Carta Orgánica dictada hace dos años.

El equipo actual de la contraloría, encabezada por Rubén Romero e integrada por una austera estructura, se propone procesar su control sobre las cuentas municipales hasta el último día de función y espera poder dar a difusión su trabajo -mediante la emisión de sus memorias trimestrales- con alcance hasta el tercer trimestre de 2003.

Hasta ahora, el contralor era designado por la inmensa mayoría de los miembros el Concejo Deliberante (dos tercios) sobre la base de una terna enviada por el intendente. Ello permitía darle independencia a este poder, que es uno de los tres de la comuna cipoleña.

El dictado de la nueva Carta Orgánica significó un cambio radical en la designación del contralor porque el puesto es ahora electivo. Y los candidatos representan a los partidos políticos.

De esta manera, el 31 de agosto pasado fue elegido Osvaldo Tasat para suceder a Romero en ese importante cargo. Este contador integró la lista de Encuentro, el partido del intendente electo, Alberto Weretilneck.

Es cierto que el sistema anterior no garantizaba por completo la independencia del contralor; de hecho, Romero fue funcionario del actual jefe comunal, Julio Arriaga, cuando éste aún pertenecía al MPP.

A Romero el mandato se le venció en 2002 y, como había que esperar un año para la elección en la ciudad, se decidió su redesignación hasta el 10 de diciembre de 2003, con la anuencia, claro, del Concejo Deliberante.

Tasat prometió que mantendrá la independencia y que ejercerá, como se debe, el cargo de contralor, con todas las obligaciones que la Carta Orgánica establece para ese poder del Estado municipal.

El nuevo contralor no podrá desarrollar muchas de las actividades inherentes a su función porque no se sancionó la ordenanza orgánica del poder ni se constituyó la Asamblea Municipal a la que debe rendir cuentas.

Para Cipolletti la función del contralor ha sido fundamental. Sin su intervención no habría sido posible iniciar investigaciones que derivaron en el fin de un perjuicio para el municipio.

Pero, quizás porque sus atribuciones estaban reducidas al control de lo estrictamente financiero, hay quienes le reprochan a la Contraloría no haber investigado más a fondo ciertos aspectos de la gestión de Arriaga.

Arriaga consultará con el gobierno las inversiones en seguridad

CIPOLLETTI (AC).- En una reunión que mantuvieron el intendente Julio Arriaga, su sucesor desde el 10 de diciembre, Alberto Weretilneck, y varios concejales, entre ellos Fabián Gatti, se resolvió que antes de invertir el dinero recaudado por aporte de grandes contribuyentes en aspectos relacionados con la seguridad se logre un consenso con la provincia.

En función de esos aportes hay depositados en una cuenta especial poco más de 200.000 pesos, que el Consejo de Seguridad Ciudadana quiere volcarlos a la adquisición de cuatro patrulleros, aunque la iniciativa está frenada hasta tanto no se produzca este encuentro con las autoridades provinciales, específicamente, de la cartera de Gobierno.

Inclusive el citado consejo ya había elaborado un plan para el funcionamiento de estos vehículos que está también parado, pues, además, la policía no tenía conocimiento alguno de este programa.

La necesidad de la búsqueda de un consenso con la provincia respecto de las inversiones en seguridad fue confirma ayer por el propio Gatti, que además es secretario de Gobierno de la intendencia.

El municipio, con dineros surgidos de los aportes de los grandes contribuyentes, se halla también refaccionando a nuevo el destacamento policial de Ferri, y tiene en vía de compra una serie de repuestos imprescindibles para varios rodados de la policía.

La comuna también pretende que la provincia, en mérito de su obligación específica de garantizar la seguridad pública, reintegre, previa recepción de facturaciones e informes, lo que se está invirtiendo en Ferri y en otros rubros destinados a la fuerza policial.

La idea predominante es no gastar el dinero obrante en el fondo hasta tanto no se sepa con exactitud qué inversiones tiene programadas el gobierno provincial en la ciudad de Cipolletti.