Unos 200 chicos sin clases en Mallín Ahogado

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La escuela rural de Mallín Ahogado debió cerrar sus puertas por falta de agua el lunes pasado y todavía no recibió ninguna respuesta de las autoridades educativas pese a que son más de 200 los alumnos sin clases.

La directora del establecimiento, ubicado a unos 120 kilómetros al sur de Bariloche, trasladó su preocupación y reclamos a la comunidad local en busca de apoyo.

Marcela Gómez aseguró a "Radio 6" que "el problema de falta de agua en la escuela no es nuevo y los reclamos también son históricos", al tiempo que adelantó la decisión de esa comunidad educativa de no retomar el normal dictado de clases hasta recibir una solución integral.

Esta semana también debió cerrar sus puertas la escuela 310, del barrio Arrayanes de esta ciudad, por carecer de lavandina y artículos de limpieza para mantener la higiene del edificio al que concurren más de 400 alumnos diariamente.

La precaución se adoptó de común acuerdo con los padres -sensibilizados por el último caso de hanta virus registrado en la ciudad- ante la imposibilidad de dar cumplimiento a las medidas mínimas de prevención de enfermedades.

La escuela de Mallín Ahogado se abastece de agua de pozo través de un sistema de bombeo que tiene más de cinco años de antigüedad y núnca funcionó en forma óptima, con un clorador deficiente que no alcanza a cubrir los parámetros de potabilización. Esta situación obligaba a los alumnos a llevar su propia provisión de agua para beber durante la jornada escolar.

La escuela rural que más creció

En los últimos dos años el sistema de provisión sufrió un significativo deterioro, con el agravante de que en ese mismo período se registró un marcado crecimiento numérico del alumnado.

"La nuestra es la escuela rural con mayor crecimiento poblacional escolar en los últimos dos años, período en el que se sumaron 60 alumnos más" señaló Gómez, quien detalló que el edificio alberga a 250 personas por día entre docentes y alumnos.

El viernes pasado, personal del Departamento Provincial de Aguas retiró la bomba para repararla sin prever ninguna alternativa de provisión y dejó a la escuela sin agua, obligando a los directivos a suspender las actividades.

Para dar una dimensión de la sensación de impotencia de la comunidad educativa, Gomez aclaró que "los reclamos fueron permanentes, creo que he perdido la cuenta de la cantidad de notas que enviamos a los supervisores de nivel inicial y primario, y a la ministra Ana Mazzaro".