La Iglesia tiene los planes sociales bajo la lupa

Los principales referentes de la Iglesia Católica en la Patagonia preparan un documento que elevarán al presidente Kirchner, en el que explicitan sus objeciones y se preguntan si los planes sociales sirven tal como están concebidos.

El obispo Carmelo Giaquinta retiró a los delegados de Cáritas de los consejos consultivos del Chaco.

Los obispos católicos de la Patagonia no escapan al debate, que por estos días se ha profundizado en el seno mismo de la Iglesia, con respecto al origen y destino de los planes sociales que asisten a cientos de miles de desempleados en todo el país.

"¿Sirven los planes sociales tal como están concebidos?": La pregunta comenzó a tener cierta entidad en los ambientes eclesiásticos, donde hay consenso en que no contribuyen a fomentar la cultura del trabajo y, por el contrario, favorecen otra muy distinta: la de la dádiva Por ello, trascendió el borrador del documento que al respecto presentarán los obispos patagónicos al presidente de la Nación, Néstor Kirchner, y que aún están discutiendo y puliendo en su redacción final, según trascendió en la Pastoral Social de Neuquén y Río Negro En uno de sus párrafos se afirma que "el plan de Jefes y Jefas de Hogar en realidad, como sabemos, le quitó el nombre al que estaba previsto por el proyecto Seguro de Empleo y Formación, ideado y puesto a consulta por el FRENAPO, pero a diferencia del actual plan, este seguro preveía una asignación de 380 pesos, más una ayuda de 60 pesos por hijo menor de 18 años, lo que implicaba para una familia tipo una posibilidad de encarar un nuevo proyecto de vida activando sus potencialidades y creatividad, cosa que evidentemente no permite el actual "Jefes". Además está previsto de dónde se podían sacar los fondos".

Según este diagnóstico, los referentes católicos de la región consideran dos grandes fallas de las que adolecen los actuales planes estatales: "la suma de 150 pesos tiene cada vez menos sentido (ni en valor absoluto ni por los aumentos del pre-cio de los alimentos) y es inequitativa (no varía según el número de hijos a cargo)".

Además, analizan los obispos en el borrador, "por ser administrados en buena parte a nivel local, los planes dan pie a la manipulación del clientelismo político".

En este último sentido, el titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Carmelo Giaquinta (Resistencia), es quien menos simpatía les tiene a los planes sociales del Estado e incluso retiró en junio pasado a los delegados de Cáritas que participaban de los consejos consultivos en la provincia del Chaco.

Tomó esa decisión -explicó entonces- por la falta de transparencia y por el hecho de que se habían convertido en un "ring" donde referentes sindicales, partidarios o piqueteros se peleaban por el cupo de planes que les correspondería a cada uno. Más los daños colaterales denunciados oportunamente: comisiones ilegales, prestaciones sexuales o exigencias a concurrir a cortes de ruta, cuando en realidad debería tratarse de un paliativo frente a la crisis estructural De todos modos, los miembros de la Iglesia han aclarado que "no desprecian, por lo pronto, la tarea asistencial emprendida por Nación sino que aspiran a complementarla y optimizarla". Tal es el compromiso de encarar lo social de manera mancomunada y sin "ningún tipo de burocracia", asumido en agosto pasado por la cúpula del Episcopado, que encabeza monseñor Eduardo Mirás, con Kirchner.

"Preocupación que también quedó plasmada en los recientes desafíos pastorales, donde el Episcopado reafirma como prioridad la opción preferencial por los pobres, ante los peligros que acarrea el progresivo crecimiento de la desocupación. Situación que de no revertirse, profundizará -advierten los obispos nacionales en el documento "Navega mar aden- tro"- sus consecuencias "trágicas": el colapso de los sistemas de seguridad, salud, educación y previsión social Con este objetivo, los obispos patagónicos ensayan un documento regional que recomienda cómo no desincentivar la cultura del trabajo, la escolaridad de los hijos pertenecientes al grupo familiar y la prevención sanitaria de los menores.