Cipolletti: exigen acciones más firmes para radicar empresas

El plan estratégico "Cipolletti-Cien" tuvo su primera objeción a semanas de ser aprobado. Desde Recrear afirman que en una ciudad que no alienta el asentamiento de nuevas actividades productivas "seguirán creciendo la desocupación, la pobreza y la marginación".

Según Argibay, un recorrido por el parque industrial alcanza para entender por qué las firmas ven con mejores ojos su traslado a Neuquén.

CIPOLLETTI (AC).- En una directa crítica a uno de los ejes del plan estratégico "Cipolletti-Cien", dirigentes políticos señalaron que la realidad muestra que en los últimos 20 años "no sólo no se ha alentado el asentamiento de nuevas actividades productivas, sino que tampoco se logró revertir la tendencia hacia la desindustrialización".

"Los habitantes de Cipolletti no debiéramos aceptar pasivamente que se nos considere la chacra pavimentada o el dormitorio de Neuquén", dijo Agustín Argibay, presidente provincial del partido Recrear.

Aclaró Argibay que si bien la ciudad cuenta "con muy importantes empresarios, verdaderos capitanes de industrias, que no sólo han mantenido sino que han hecho crecer sus empresas por encima de las vicisitudes del país y de una provincia muy mal administrada", los cipoleños se acuerdan de comercios que eran líderes en la región en rubros básicos, que ya no están. Citó entonces a la Cerámica Río Negro, Papelera Río Negro, Scac, Carrozados del Rey, Aurasur, Toddy, aparte de aserraderos, jugueras, galpones de empaque, frigoríficos y otros.

En esa línea Argibay consideró necesario recorrer el Parque Industrial para entender por qué no se instalan nuevas empresas y cómo las que están allí "estudian su mudanza al parque industrial neuquino".

La ciudad, significó el dirigente, si quiere tener auténticas perspectivas de crecimiento, no puede limitarse " a ser una zona dormitorio, porque más temprano que tarde la gente tiende a vivir cerca de sus fuentes de ingresos".

En Cipolletti no se ha advertido que mientras la población crecía, la producción industrial, frutícola y el comercio en general "se iban reduciendo en forma alarmante".

A esto le puso Argibay como agravante la "agresiva competencia" que tienen las empresas cipoleñas y del Alto Valle de parte de las instaladas en Neuquén, y la política de "atracción de recursos" que ejerce el gobierno de la vecina provincia, ofreciendo terrenos en su parque industrial, desgravación impositiva en Ingresos Brutos y Sellos, financiación de la inversión y del capital de trabajo.

Dirigiéndose a las autoridades municipales que asumirán en diciembre, dijo Argibay que tienen que comprender que en una ciudad sin industrias ni comercios "seguirá creciendo el nivel de desocupación, la marginalidad, el empobrecimiento y la dependencia de la gente con el Estado". "Deberán tomar conciencia que gobernar una ciudad implica bastante más que construir plazas y fuentes", opinó Argibay.